Aunque el 15 de abril la mayoría recuerde el asesinato de Abraham Lincoln, justo ese mismo día en 1990 también se sufrió una gran pérdida, la cual afectará especialmente al mundo del séptimo arte.
Greta Garbo fallecía a los 84 años a causa de una neumonía, no sin antes convertirse en todo un icono por su trayectoria como actriz. Una carrera que le llevó del cine sueco a las grandes pantallas de Hollywood.
La apodada como esfinge sueca debido a su expresión, abandonó el cine con solo 36 años, cuando se encontraba en uno de los momentos más álgidos y era una de las actrices mejores pagadas del momento. Asimismo, en 1945 se negó a recoger el Oscar honorífico otorgado por la academia.
A pesar de conseguir la fama, Greta Garbo huía de ella y escapaba de cualquier paparazzi que intentase acecharla. Son las consecuencias de su participación en películas tan reconocidas como Ninotchka (1939) o Gran hotel (1932), largometrajes que sirven para que su recuerdo perdure eternamente.
"La vida sería maravillosa si tan sólo supiéramos qué hacer con ella."
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