60 años y 60 toneladas. Así podríamos resumir la historia del CERN, el mayor acelerador de partículas del mundo. Situado en Ginebra, el trabajo del equipo multidisciplinar de ingenieros y físicos ha permitido, entre otras cosas, el descubrimiento del famoso bosón de Higgs o el nacimiento de la World Wide Web.
Aprovechando los sesenta años que cumple en este 2014 el CERN, la entidad ha decidido hacer un repaso a su historia. En la década de los cincuenta, comenzó la construcción de este centro de investigación mediante el transporte de gigantescos imanes que se llevaban a Ginebra.
Cada imán pesaba unas 60 toneladas, y como vemos, su transporte hacia la localización del CERN fue complicada. Sin embargo, el viaje era imprescindible ya que los imanes son las piezas clave del CERN, al ser las piedras angulares del funcionamiento de cualquier acelerador de partículas que se precie.
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