Desde que jugué por primera vez a un musou he perdido la cuenta de cuántos videojuegos diferentes he probado dentro de este género. Aunque la jugabilidad suele ser prácticamente idéntica, todos presentan algo que les hace diferentes y únicos en comparación con el resto. Aun así, la saga Dynasty Warriors es la que predomina por encima de todos los demás títulos de este tipo y a la que siempre me dan ganas de regresar cuando sale a la venta una entrega totalmente nueva.
A esto se debe que el anuncio de Dynasty Warriors: Origins el pasado mes de mayo me pareció una sorpresa maravillosa por saber que tarde o temprano volvería a repartir caña con algunos de los personajes que tantos buenos momentos me han hecho vivir en todo este tiempo, porque desde luego no será por capítulos de la franquicia que se han publicado desde que comenzó su andadura. No obstante, esta vez Koei Tecmo y Omega Force han querido regresar a sus raíces, argumentalmente hablando.
Si bien soy consciente de que a mucha gente le tira para atrás este tipo de juegos, he de decir que este va mucho más allá de ser un simple machacabotones sin más. Más que nada porque cualquiera que se adentre en él pensando que es así se llevará una gran sorpresa al comprobar todo lo que tiene para ofrecer. Estamos frente a uno de los musou más ambiciosos de todos y en el que en algunas ocasiones es necesario darlo todo a los mandos para ganar las batallas.
Índice de Contenidos (7)
- La historia de siempre con un protagonista totalmente nuevo
- Las feroces batallas con un gran realismo
- Las armas, las mejores aliadas
- Un mapa en el que la acción no cesa
- La opinión de VidaExtra
- Precio de Dynasty Warriors Origins
- Duración de Dynasty Warriors: Origins
La historia de siempre con un protagonista totalmente nuevo
La historia de los Dynasty Warriors suele ser por lo general la misma al estar basada por completo en la novela china Romance de los Tres Reinos. Dependiendo del juego, se ambienta en un momento u otro de esta trama, pero en el caso de este nuevo juego se remonta al principio de todo para contarnos cómo se iniciaron todos los conflictos. Concretamente el argumento transcurre durante el periodo de la dinastía Han oriental, cuando el mundo estaba sumido en un sistema político corrupto y la hambruna es constante.
Con pueblos en los que los habitantes están sufriendo y no tienen nada para comer y subsistir, es cuando empiezan a surgir ejércitos rebeldes que pretenden restaurar el orden y traer de vuelta una época de paz en la que la población no tenga que sufrir las consecuencias de esta situación tan caótica y desoladora. Como ya es habitual, esto no parará de desencadenar toda clase de conflictos políticos y combates entre los distintos ejércitos por hacerse con el poder o por cumplir con sus propias finalidades.
Por lo tanto, durante esta extensa campaña no paran de producirse giros de guion a medida que aparecen nuevas caras, aunque la inmensa mayoría os resultarán muy familiares en el caso de que seáis aficionados a los Dynasty Warriors. De hecho, a partir de cierto punto es indispensable conocer bien los intereses de cada uno de los clanes, porque en el tercer capítulo de la aventura hay que escoger a cuál de ellos se apoyará, lo que provocará disputas con los demás e incluso combates contra héroes que anteriormente fueron aliados.
En medio de todo este asunto se encuentra el viajero, el protagonista de este juego que sufre amnesia y no recuerda nada de su pasado. Si bien no ha olvidado la manera de combatir y no ha perdido la capacidad de desenvolverse perfectamente en cualquier encuentro, será necesario ir progresando en la historia para que recuerde de dónde viene y cuál es su verdadero propósito. Mientras tanto, no parará de colaborar con unos ejércitos u otros, pero siempre por una buena causa como es la de acabar con la tiranía que tratan de impartir algunos grupos.
Desde luego, alrededor de nuestro personaje se esconde un gran secreto que poco a poco se va desvelando a base de progresar. Sin embargo, he de decir que no me ha terminado de cautivar lo suficiente y se debe a varios factores, como el hecho de que no habla jamás, siempre tiene la misma cara en todas y cada una de las secuencias y que al final los generales de cada bando son los que resaltan por encima de todo. Si bien de primeras me parecía una buena idea optar por un personaje diferente a los de siempre, no he terminado de conectar con él en ningún momento, ya que me habría gustado que fuese un poco más expresivo y no tuviese siempre el mismo gesto de tipo serio y misterioso.
Eso sí, las cinemáticas son alucinantes con una calidad soberbia, pero tampoco se quedan atrás las escenas más normales en las que aparecen charlando o debatiendo los diferentes personajes principales. Todo ello acompañado por su característico doblaje japonés e inglés, con las mismas voces de siempre, junto con unos subtítulos en castellano, mientras que su banda sonora nos deja con unos buenos temas rockeros durante sus batallas que, como de costumbre, les sienta fantásticamente.
Las feroces batallas con un gran realismo
Entrando en detalles en el apartado más importante de todos, las batallas de este juego son brutales. Son las más intensas y realistas que se ha visto en cualquier otro musou que existe, porque aquí sí que se puede decir que hay miles de soldados en los campos de batalla. No siempre es así y normalmente te enfrentas contra decenas de enemigos al mismo tiempo, pero en los momentos más importantes es cuando realmente sientes que estás en medio de una auténtica guerra entre diferentes ejércitos.
Cuando se aleja la cámara y ves de repente a infinidad de filas de soldados, todos bien colocados en formación, con escudos para bloquear el avance y con catapultas y torretas para disparar, te brinda una emoción descomunal. A esto se suma que la ambientación, la paleta de colores que se utiliza y las animaciones forman un conjunto que logra atraparte más todavía y dejarte constantemente con ganas de librar una batalla tras otra, sobre todo las más relevantes para la trama.
Al repartir estopa de la buena es posible decantarse por unos ataques normales u otros más fuertes y combinar unos con otros para dar rienda suelta a combos de lo más demoledores. Otra opción son las artes, que es lo que viene a ser las habilidades especiales que varían dependiendo del arma que se esté empuñando en ese momento, aunque también hay otras que son idénticas para todas. Tampoco es que se puedan usar constantemente, porque para ello hay que reunir puntos de valentía a base de atacar sin parar y masacrar decenas y decenas de soldados enemigos.
Las artes son desde luego la mejor herramienta para causar estragos, pero el hecho de que previamente mencionara que esto no es un simple machacabotones se debe a que constantemente te estás encontrando con enemigos de tipo élite, por llamarlos de algún modo. En estos casos disponen de una barra de protección que hay que romper para causarles heridas muy graves y siempre teniendo mucho cuidado, sin dejar de prestar atención a sus ataques. Esto se debe a que ellos también son capaces de ejecutar sus propias artes que se pueden bloquear en el momento oportuno para realizar un devastador contraataque o incluso a veces es indispensable esquivarlas.
Asimismo, entre las artes también hay otras que atacan el punto débil de las tropas y las deja neutralizadas brevemente si se usan en el instante adecuado. Mientras tanto, la barra de los ataques musou, los golpes más impresionantes de todos, se va recargando, por lo que al final tienes acceso a una amplia variedad de maneras de salir adelante, lo que no quiere decir que sea coser y cantar. La inmensa mayoría de soldados son monigotes que están ahí para les demos de palos, pero al haber centenares de ellos acaba siendo inevitable estar recibiendo golpes, de ahí que haya que tener cuidado con los adversarios más poderosos para no sufrir en exceso.
Es más, en el caso de fallar en algún momento, ya sea porque el protagonista ha sido eliminado o no se ha cumplido con el objetivo principal, el juego te brinda la opción de recrear la batalla. De este modo, puedes observar todo lo que ha sucedido de principio a fin para comprobar en qué momento se ha podido descontrolar la situación y hasta se van estableciendo puntos de guardado, para así empezar desde alguno de ellos y no tener que iniciar la batalla desde el principio. Sin duda, esto último es esencial, porque las misiones principales es fácil que duren entre 15 y 20 minutos por lo general.
De todos modos, no siempre estamos completamente solos, porque en ocasiones se puede contar con la ayuda de un personaje secundario que se suma a la causa y puede ayudar a realizar otro tipo de artes, unos ataques musou más fuertes y hasta se puede tomar su control durante un breve periodo de tiempo. Unos momentos que hay que aprovechar a toda costa porque no os hacéis una idea del poder del que disponen este tipo de héroes en comparación con el protagonista, lo que hace entender por qué no puedes jugar con ellos por lo general, pero eso no quita que se eche en falta algo más de variedad al controlar a este misterioso guerrero como el 99% del tiempo.
Por otro lado, los campos de batalla presumen de unas dimensiones colosales. Me atrevería a decir que son los más grandes que he llegado a ver en un musou, lo que conlleva que el juego no pare de mandar avisos de los movimientos de las tropas para estar pendiente de las bases que están siendo asediadas y hay que proteger o conquistar. Además, el protagonista puede hacer uso de una habilidad, la vista de águila, que le permite examinar la posición de todos los enemigos y hasta si hay entradas secretas, pero tampoco es que se le acabe dando mucho uso a la larga, por lo que se acaba convirtiendo en una capacidad un tanto prescindible.
En Vida Extra
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Y si hay otro motivo que hace que estas batallas se vuelvan tan alucinantes son los combates contra jefes finales, lo que desemboca algunas veces en unos combates de uno contra uno mientras el resto de soldados forman un corrillo del que no puedes escapar. Esto nos deja con una especie de pelea, como la de un juego de lucha, en el que tienes que reducir la barra del adversario antes de que se agote el tiempo y así obtener una ventaja muy suculenta, aunque estas también se pueden conseguir a base de cumplir con determinados objetivos en un tiempo límite para así brindar a los aliados una enorme carga de moral para que arrasen con todo a su paso.
Las armas, las mejores aliadas
Todos los musou suelen contar con elementos de RPG al poder subir de nivel a base de ganar experiencia y así aumentar las estadísticas y desbloquear más funciones. En este título se le ha querido dar un giro a este aspecto, porque aquí las que ganan puntos de experiencia son las armas que se van utilizando, ya sean las espadas, lanzas, puños, bastones, etc. Cuando se ha utilizado demasiado una de ellas subirá de nivel, que es lo que hará que nuestro protagonista suba de rango también, lo que obliga a saber cómo jugar con cada una de ellas.
No bastará con especializarse con una sola, ya que en ese caso no irás a ninguna parte. Al principio de cada batalla puedes escoger la que quieres usar, pero en cualquier momento se puede alternar por otra para que así todas ellas ganen puntos de experiencia al finalizar. Todo ello para que las armas obtengan más combos, artes propias y el protagonista potencie sus estadísticas y otros aspectos, como más puntos de valentía o vaya desbloqueando árboles de talentos con multitud de apartados que se pueden activar a base de jugar o llevar a cabo otras tareas.
Al personalizar al héroe principal también se pueden escoger accesorios, el tipo de caballo con el que se cabalgará de un lado a otro, objetos para usar durante el campo de batalla, escuadrones de asalto para que echen una mano en algunos momentos y hasta se pueden forjar joyas a base de recolectar minerales. Lo malo de ellas es que solo hay cinco en total y no puedes escoger cuál se potenciará, porque el juego dispone de un sistema gacha en el que los minerales se convertirán aleatoriamente en una de estas joyas. Así pues, cuantas más obtengas de un mismo tipo, más valiosas y útiles se volverán, pero para ello hay que conseguir cantidades industriales de estas piedras.
Un mapa en el que la acción no cesa
La idea que se ha tomado para desplazarse por el mapa del mundo me ha parecido muy interactiva y diferente a lo habitual. En este juego se muestra un terreno prácticamente en miniatura de las provincias por las que puedes ir andando libremente para visitar posadas y ciudades con sus respectivas tiendas y para acceder a las batallas relacionadas con la campaña. Para ello se puede optar por ir andando, a lomos del caballo o utilizando el viaje rápido con unas piedras que se pueden activar, aunque diría que no he recurrido a ellas en ningún momento.
Más que nada porque tampoco es que te tires varios minutos para ir de un lado a otro, pero sobre todo porque por el camino no faltarán las formas de pasar el rato y mantenerte entretenido. Esto se debe a que hay minerales por el suelo que puedes pillar para mejorar las joyas, monedas de plata para intercambiar por recompensas y oficiales de los ejércitos con los que has forjado una amistad que otorgan objetivos secundarios para obtener puntos de habilidad o para potenciar el vínculo que une a ambas partes, lo que sirve para presenciar algunas secuencias especiales.
Pero si hay algo que es lo que hace que en muchas ocasiones dejes la campaña de lado son las Escaramuzas. Este tipo de batallas menores son encuentros que en apenas un par de minutos las has superado, así que es una manera rápida de mejorar las armas y de llevar a cabo las tareas que te proponen los héroes. Quizás la pega es que cuando has participado en decenas de ellas se vuelven excesivamente repetitivas, pero por suerte para eso están las batallas secundarias, que son encuentros a una escala media y no están nada mal para hacer otra cosa que no sea progresar en la historia o cumplir con un objetivo menor.
Y cuando quieras descansar de tanto ajetreo siempre puedes regresar a una posada, donde puedes consultar cartas que te mandan otros compañeros con obsequios, además de comprar y vender armas y objetos o limitarte a echar un vistazo a los registros o a todo lo que ha sucedido hasta el momento, por si te apetece echar un vistazo al pasado o para ponerte al día por si has acabado perdiendo el hilo de todo lo que ha ocurrido hasta ahora.
La opinión de VidaExtra
La sensación que me ha dejado Dynasty Warriors: Origins en general es que echaba mucho de menos una entrega en condiciones tras el regulero Dynasty Warriors 9: Empires. No solo me ha parecido un musou asombroso, sino uno que en ciertos momentos me ha resultado un tanto desafiante y me ha obligado a rejugar más de una batalla para plantear otras estrategias o para esforzarme más todavía al enfrentarme a determinados enemigos tan poderosos.
Algo que me ha fascinado es su trama, porque si bien a grandes rasgos es la de siempre contada de una manera distinta, me ha atrapado de principio a fin y diría que hasta ha sido el capítulo de la serie en el que más atención le he prestado por la relevancia que tiene. Eso no quita que hubiese agradecido un protagonista más expresivo o con el que me hubiesen dado ganas de empatizar más todavía.
Dynasty Warriors: Origins ha sabido cómo pillar la fórmula que lleva tantísimos años usando y cómo otorgarle unas cuantas novedades de lo más interesantes, como la forma de subir de nivel, la intensidad de sus batallas con esos encuentros a gran escala o la forma de desplazarte por el mapa para hacerlo más interactivo. Desde luego, se echaba de menos un capítulo nuevo de la franquicia y no puedo estar más satisfecho de que este haya llegado por la puerta grande con un resultado tan magnífico en líneas generales.
Precio de Dynasty Warriors Origins
A la hora de haceros con Dynasty Warriors: Origins os podéis decantar por varias opciones. Su edición física la tenéis disponible por 74,99 euros en PS5 y en Xbox Series X/S, aunque también podéis optar por haceros con el juego en formato digital, en cuyo caso vale 79,99 euros en PlayStation Store, en la tienda de Xbox y en Steam, donde también tenéis su edición Digital Deluxe por 94,99 euros. En esta última se incluye un libro digital, su banda sonora al completo y el acceso a unas cartas que incluyen artículos que son de gran ayuda durante la aventura.
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Duración de Dynasty Warriors: Origins
Al haber tantas misiones secundarias y que la campaña es realmente extensa, a la hora de calcular la duración dependerá demasiado del tiempo que os queráis entretener cada uno. Prácticamente os llevará entre 30 y 40 horas completar el juego por primera vez, pero a esto hay que sumar el repetir la historia a partir de cierto punto por si queréis descubrir cómo cambia todo al tomar otra serie de decisiones a partir de un punto muy clave.
Dynasty Warriors Origins
Plataformas | PC, PS5 (versión analizada) y Xbox Series X/S |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Omega Force |
Compañía | Koei Tecmo |
Lanzamiento | 17 de enero de 2025 |
Lo mejor
- La acción tan intensa que se vive en cada batalla.
- El realismo que presentan con un rendimiento perfecto.
- Al contrario que la mayoría de musous, no es un simple machacabotones.
Lo peor
- No poder jugar con otro personaje que no sea el protagonista.
- Este mismo resulta un tanto insulso.
- A la larga las escaramuzas se pueden hacer muy repetitivas.
En VidaExtra | Ocho juegos a los que gritarles: ¡queremos un Musou!
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La noticia Acción a cascoporro en uno de los musou más ambiciosos e intensos que existen. Análisis de Dynasty Warriors Origins fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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