Hay videojuegos que me intrigan cosa mala con solo leer su título. Juegos como John Carpenter's Toxic Commando. La versión corta es que estamos ante uno de tantos hijos de Left 4 Dead. Uno con el nada despreciable reclamo de venir apadrinado por el director de 1997: rescate en Nueva York, Golpe en la Pequeña China o La cosa. No se basa en ninguna película en específico, que conste, pero hay denominadores en común con estas cintas y muchas otras repartidos por aquí y por allá. Eso sí, esto no es un peli-juego y al final lo que prima es lo que debe ser: la acción visceral en primera persona.
¿No te suena de nada el nombre de John Carpenter? Más allá de ser una leyenda sin pelos en la lengua, el cineasta es un confeso apasionado de los videojuegos. Lo mismo te habla de lo mucho que le gusta Borderlands que te toca la banda sonora de Halloween, que él mismo compuso, en Nintendo Labo. Dicho esto, el propio cineasta siempre ha sido franco a la hora de explicar su mayor implicación en el proyecto: pese a que por ahí cuenta que básicamente extendió la mano y aparecía un cheque, lo cierto es que participó en el diseño de la historia y la música lleva su firma. Y ambas cosas se notan.
Elementos que hacen que lo que Toxic Commando pone sobre la mesa no pase desapercibido para ningún hijo de la década de los 80s. Que capte el interés de aquellos que hemos llegado a tener un videoclub al lado del portal de casa y, con el paso de los años, nos seguimos quedando pegados frente a la tele al pasar por canales como SyFy, Dark o el antiguo Showtime que ahora se llama XTRM. Ahora bien, la cuestión en torno a este juego jamás giró en torno a su fórmula, sino en algo más delicado: ¿el resultado se apega las mejores películas de Carpenter... o a las otras?
¿Cuánto hay de Carpenter en Toxic Commando?
En Vida Extra
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Durante los últimos días he podido probar los compases iniciales del juego en una versión más actualizada y estable a la que tuvimos acceso en agosto de 2025. La ocasión era especial, dado que durante los Game Awards se fijó el lanzamiento de Toxic Commando para marzo de 2026 y ya te adelanto que las ideas están todavía más claras. Dicho esto, te resumo la idea general en una frase: salvar a la tierra de las hordas de una deidad monstruosa a balazos con otros tres amigos. Un detalle extra: como evoca el nombre, todo el equipo ya está infestado.
La premisa es tan delirante como irresistible: un experimento para extraer energía del núcleo terrestre sale mal y convierte el planeta en un lodazal de inmundicia y zombis. La solución, por supuesto, no es científica por nuestra parte, sino más del tipo logístico: formar comandos de mercenarios que, armados hasta los dientes, se enfrentan a hordas de criaturas en escenarios semiabiertos. El resultado es un juego que no pretende reinventar la rueda, pero sí recupera el espíritu de las películas de serie B de los 80, con explosiones, pinceladas de humor negro y litros de la misma sangre que se emplea en esa industria paralela a la Hollywood de los grandes presupuestos. Y en ese terreno, Carpenter sabe moverse como nadie.
Desarrollado por Saber Interactive y publicado por Focus Entertainment, Toxic Commando se presenta como una carta de amor y libre interpretación al cine de John Carpenter. Y esto no es algo que se haya plasmado de manera superficial o se manifieste en la desagradable estética de nuestros enemigos, que conste. La clave para entender este juego es que no se busca la sofisticación narrativa ni la innovación mecánica, sino recuperar esa sensación de espectáculo desbordado, de acción sin freno y de monstruos que parecen sacados de un póster pintado a mano.
De hecho, lo que los protagonistas puedan quitarse el exoesqueleto tan hortera que llevan se da automáticamente por descartado. Sin ellos serían irremediablemente consumidos por la infección que ha desolado un futuro no tan lejano. Por suerte, cada uno de estos habilita que mejoremos y accedamos a habilidades especiales que desbloquearemos entre fases y misiones. Algo que se agradece cuando estamos en mitad de un salvaje festival de balas, vísceras y explosiones con triple extra de carne podrida. Porque Toxic Commando es más o menos eso. Para lo bueno... Y lo no tan bueno.
Toxic Commando vs. otros shooters cooperativos de zombis
Vamos a ser sinceros: los shooters cooperativos de zombis abundan. Lo suficiente como para que enumerar los que salen cada año no tenga sentido. Toxic Commando apuesta por diferenciarse con elementos que, aunque no revolucionan el género, sí lo dotan de una personalidad propia. Ahora bien, el referente más inmediato a sus sensaciones al jugar es el modo Zombies de Call of Duty.
Frente a él, Toxic Commando ofrece un enfoque más desenfadado y vehicular, con misiones estructuradas y un tono menos serio. No alcanza la profundidad ni la variedad de Call of Duty, pero compite en el terreno del caos cooperativo y la diversión inmediata. Casualidad o no, el Zombies de COD: Black Ops 7 introduce una camioneta para recorrer su escenario más grande, pero en el juego de Saber todos los escenarios que he jugado son de una escala diseñada tanto para el transporte como para el combate vehicular.
Ahora bien, mientras más jugamos más se hace palpable lo que se toma prestado de propuestas como Left 4 Dead o World War Z, aunque con un toque más desenfadado. ¿Qué lo hace distinto dentro de un género saturado? Bueno, la mayoría de respuestas las encontrarás en esta tabla.
| John Carpenter’s Toxic Commando | Call of Duty – Modo Zombies | Left 4 Dead / Left 4 Dead 2 | World War Z | Back 4 Blood | |
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| Año de lanzamiento | 2026 | 2008 (World at War) en adelante | 2008 / 2009 | 2019 | 2021 |
| Estilo de juego | Shooter cooperativo con vehículos y mapas semiabiertos | Oleadas en mapas cerrados, progresión por rondas. Mapa abierto con vehículo en Black Ops 7 | Campañas lineales cooperativas | Shooter cooperativo con hordas masivas | Heredero espiritual de Left 4 Dead |
| Identidad estética | Cine ochentero, humor negro, estética VHS | Estética variada según entrega, de lo militar a lo sobrenatural | Estética realista, tono de supervivencia | Inspirado en la película y el libro, tono apocalíptico | Estética moderna, tono survival |
| Puntos fuertes | Acción y humor negro sin complejos, música de Carpenter, accesible y divertido en grupo | Complejidad creciente, montones de secretos modos múltiples, gran base de jugadores | Ritmo frenético, diseño de IA Director, gran rejugabilidad | Escenarios globales, enjambres espectaculares, progresión de clases | Sistema de cartas, variedad de enemigos |
| Limitaciones | Menor profundidad narrativa, apegado al espíritu de las pelis de Carpenter | Puede resultar demasiado abrumador y exigente para jugadores casuales | Falta de evolución en mecánicas modernas, ausencia de vehículos | Menos carisma estético, narrativa limitada | Recepción mixta, falta de identidad propia frente a L4D |
Pese a que la dinámica de las partidas es, en mayor o menor medida compartida, empleando el sistema de Mesa de Guerra a la hora de elegir nuestras misiones desde la sala de espera (con minijuegos), para entender qué ofrece Toxic Commando toca establecer qué se aporta frente al resto de competidores con claridad. Así:
- Frente a COD Zombies, gana en accesibilidad y humor, con mapas semiabiertos, pero pierde en profundidad y variedad de modos.
- Comparado con Left 4 Dead, aporta vehículos, usados tanto para transporte como para arrasar enjambres de enemigos, y entornos más amplios, aunque carece del refinado sistema de IA.
- Contra World War Z, ofrece más personalidad estética, aunque menos espectacularidad técnica en las hordas.
- En relación a Back 4 Blood, se posiciona como alternativa más ligera y nostálgica, con un sello autoral gracias a Carpenter
Con todo, el modelo de juego es muy parecido al de casi todos los anteriores: la diferencia entre la edición estándar y la Blood Edition está en el contenido adicional en forma de Pase de Temporada y elementos cosméticos. Y ahí es dónde se la jugará Toxic Commando de cara a la rejugabilidad de todos los niveles que me quedaron arrasar y poner patas arriba.
¿Todavía hay hueco para más juegos de zombis?
Recojo la duda que dejé al principio y te la despejo: pese a que el nombre del cineasta prácticamente eclipsa propio el logotipo de Toxic Commando, no es un "juego de autor" en el sentido estricto, como podría ser un proyecto de Hideo Kojima, pero sí un título que se beneficia enormemente del toque Carpenter. Su nombre aporta credibilidad y nostalgia, y su estilo impregna la atmósfera, aunque el diseño jugable recae en Saber Interactive.
De modo que a la gran pregunta de si Toxic Commando es un juego "de Carpenter" o simplemente "con Carpenter" te respondo que, hasta lo que he jugado, mi sensación es que se ha encontrado un punto en el que está justificado: Carpenter aporta y enriquece con guiños a sus clásicos y un tono general muy apegado a su legado en la gran pantalla. Se percibe más en la atmósfera y el humor negro que en la mecánica. Pero, claro, hasta que no complete la campaña del juego entero y experimente el viaje completo de los cuatro protagonistas no te podré decir el porcentaje exacto que pertenece legítimamente al cineasta.
Y pese a que John Carpenter's Toxic Commando no es un juego zombis con pretensiones revolucionarias, sí acierta de pleno en algo: sirve homenaje tanto al cine de terror y acción de los ochenta y principios de los noventa. Siendo ese juego perfecto para quienes simplemente desean reír, disparar y atropellar zombis con un 4x4, más que para quienes buscan una experiencia de tiroteos competitiva o una narrativa compleja. Y en ese terreno, el equipo de desafortunados protagonistas que nos propone Carpenter ya cumple con creces.
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La noticia Acción visceral y espíritu de videoclub: todo lo que John Carpenter's Toxic Commando añade a la fórmula de Left 4 Dead fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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