Noticia Análisis de Nvidia Shield: un buen punto de partida, pero insuficiente

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Convertir un set-top-box en una consola de nueva generación, de reducidas dimensiones y compatible con el 4K: Nvidia Shield es la propuesta de la compañía para el salón. Polivalente y atractiva, su mayor fallo es su catálogo limitado de videojuegos y su modelo de suscripción.Nvidia quiere conquistar el salón en mitad de la transición del modelo generacional de consolas a las renovaciones de hardware incrementales, que están siguiendo de las compañías líderes del mercado. Pero lo hace con un dispositivo a medio camino entre la consola tradicional -con matices-, y el ya clásico set-top-box para colocar junto al televisor.

La propuesta quiere adelantarse a las futuras generaciones de consolas basadas en el streaming only. Basar su propuesta de mercado en el hardware de precio reducido y complementarlo con servicios, servicios de juegos y contenidos en streaming que se alejen del formato físico con una nueva propuesta de valor.

El problema es que el caso de Nvidia, para un dispositivo enfocado a los servicios en streaming de suscripción, el precio de hardware no acompaña del todo. Por 199 euros, lo que ofrece la compañía es un set-top-box de reducidas dimensiones y diseño bastante atractivo con Android TV, cargado de servicios de juegos complementarios marca de la casa: por un lado, un servicio de juego en streaming basado en la nube con los títulos más recientes. Por otro, apostar por el streaming desde el PC, en sentido contrario a los movimientos de Sony y Microsoft.

Sobre el papel que juega Android TV, poco que comentar. El aparato de Nvidia es lo suficientemente potente para mover el sistema con una velocidad más que rápida, y además tiene disponible todas las funciones, como búsqueda por voz, integrada de forma nativa. Tanto el mando de la TV -que se vende por separado- como el control de juego, tienen micrófono para dar órdenes al aparato, y funciona más o menos de forma aceptable.

Además, la compatibilidad con las aplicaciones de Android TV también es un plus para dotar de mayor tecnología a la TV, pero a día de hoy, es casi el sistema por defecto de muchas de la grandes compañías de Smart TVs del mercado, como Sony, por lo que tampoco es un asunto que sobresalga. No obstante, la potencia extra de la Nvidia Shield permite ejecutar aplicaciones y juego de Android con gran rendimiento, e incluso la compañía ha destacado algunos de los más potentes dentro de la plataforma de Google que tienen compatibilidad especial con la consola, y que demuestran todo su potencial.

De esta forma, aunque Android TV es un acierto sobre la implementación de este tipo de dispositivos, no está del todo claro que utilizar Nvidia Shield de forma exclusiva como set-top-box sea una buena idea, al menos si nos fijamos en términos comparativos con el precio medio de estos dispositivos de la competencia.

Ahora bien, el aparato de Nvidia tiene algunas características, dentro de este segmento, muy por encima del resto. La compatibilidad con el 4K y HDR, algo que todavía no tienen las consolas de sobremesa (aunque a Xbox llegará próximamente con la One S) es un acierto para sacar todo el provecho al aparato. Eso sí, todo esto depende del contenido, y aunque podamos copiar lo que queramos a la Nvidia Shield a través de su ranura MicroSD, lo cierto es que está enfocado, como digo, a los servicios.



Netflix tiene un lugar privilegiado, como no podía ser de otra forma, en la Nvidia Shield. En nuestras pruebas, el contenido de Netflix en 4K como Marco Polo, que es nativo, ha funcionado de forma ejemplar, y en ningún momento hemos sufrido parones o buffers fuera de los parámetros que se consideran normales. Un tap y reproducir: este es uno de los valores de Nvidia Shield para el contenido más exigente, lo mueve increíblemente bien y con soltura, por lo que si estás buscando un streamer de contenidos compatible con el 4K y el HDR puede ser un buen punto de partida. Sobre este tema, la Nvidia Shield también tiene apps disponibles para reproducir nuestro propio contenido en 4K, tanto vídeos como fotos, y es totalmente compatible con el streaming desde nuestro dispositivo móvil a través de Google Cast.

Hablemos ahora de lo importante. Nvidia Shield también se presenta como un videoconsolas basada en el modelo en streaming para el salón. Y lo hace a través de tres patas: streaming desde la nube con su propio servicios, streaming desde el PC y juegos Android -de modelo similar a los del Apple TV-. El primer servicio, y el punto central de la Shield es de suscripción de pago: 9 euros al mes para acceder a una biblioteca de juegos de nueva generación que a día de hoy se compone de unos 100 títulos. Eso sí, lo más recientes solo están disponibles bajo la modalidad de comprar y jugar, y la mayoría de los que están incluidos en la suscripción llegan directamente de la generación anterior.



El servicio funciona de la siguiente forma: entramos, elegimos un juego y listo. En función de nuestra calidad de red, el servicio va adaptando la resolución y lo frames del mismo en cada momento, indicando en la pantalla el estado general y las características de reproducción. ¿Y qué tal funciona? de maravilla. En todo los casos, y contando con que he probado con Fibra de 300 por cable, el servicio se ha mantenido en 1080p de resolución, y apenas ha tardado en todos los casos unos pocos segundos para arrancar el juego.

Como digo, funciona bastante bien, aunque he decir que si sois jugadores habituales, veréis que el catálogo se queda corto rápidamente tanto en cantidad como en títulos recientes, por lo que tendremos que esperar a que la compañía lo solucione. Cuestión aparte es el control. Para ser un centro de juegos tenemos que decir que el control es bastante grande e incómodo. Parte del diseño del mando de Xbox One, pero se ve mucho más débil y sobre todo mucho más tosco. Es complicado llegar a algunos de los botones y los sticks no responden con la precisión que se espera para algunos títulos.

Los materiales no son todo lo buenos que nos hubiera gustado, y eso se siente nada más sujetar el control en la mano. Lo cierto es que sería interesante poder usar un control de Xbox One o PS4, más sabiendo que este mando, incluido en la caja, dispara su precio hasta los 50 euros, por lo que si vamos a jugar varias personas en casa, es un desembolso demasiado grande para un mando que pide calidad por los cuatro costados.

El resto de características de la Shield lo componen un servicio de streaming desde el PC, en sentido inverso al presentado por Microsoft con Xbox One y Sony con PS4, provisto para sacar todo el partido a las gráficas de la compañía, sobre todo a los modelos presentados recientemente, la posibilidad de jugar a juegos básicos de Android con varios jugadores combinando mando y teléfono móvil, por ejemplo, y funciones básicas pero muy acertadas de control por voz a través del mando de juegos o del mando de TV (que por cierto se vende por separado).

7.5La propuesta de Nvidia llega en el momento justo para subirse al carro del 4K en las consolas, al menos para el vídeo. Su diseño elegante y de reducidas dimensiones chocha con la poca ergonomía del mando que le acompañan y de la calidad sus materiales, pero sin duda es un producto muy interesante por la polivalencia de servicios para el salón que auna en un solo dispositivo.

Ideal para el consumidor de contenido en 4K y HDR y para el jugador ocasional dispuesto a pagar un plan de suscripción para jugar a juegos relativamente recientes. La Nvidia Shield, aunque lleve el apellido de consola, no compite todavía con la generación actual pero, tanto por concepto como por plataforma, es sin duda un primer paso en el plan de Nvidia para conquistar el salón.- Diseño de reducidas dimensiones y elegante. - Android TV. Gran variedad de apps y juegos. - Salida en 4K y HDR. - El juego en streaming funciona de maravilla.- El catálogo de videojuegos de nueva generación es muy limitado. - Los materiales del mando - La ergonomía del contorlador para juegos muy exigentes deja mucho que desear.

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