Noticia Análisis del iPad mini 3: ahora, "más pequeño" significa "peor"

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Hemos probado el iPad mini 3. Básicamente, un iPad mini 2 con Touch ID. Así que no teníamos mucho nuevo que probar, sino más bien descubrir qué implicaciones tiene este lanzamiento en Apple y en el mercado de las tablets.Cuando estaba casi confirmado que Apple iba a presentar dos iPhone de 4.7 y 5.5 pulgadas, comencé a pensar en cómo lo harían. Pensé que tenían dos posibilidades. La primera, anunciar dos modelos idénticos en hardware salvo por el tamaño de la pantalla. La segunda, que el modelo de 5.5 iba a ser el verdadero high-end de este año, mientras que el de 4.7 iba a estar algo descafeinado.

Felizmente, se cumplió lo primero. Apple entendió que la diferencia en el tamaño no debe implicar diferencia en cuanto a rendimiento o especificaciones. Ahora viene la otra parte: los iPad. Sorprendentemente, Apple ha tomado el camino opuesto con los iPad de 2014. Y eso no es una buena noticia.

Hasta hace unas semanas, escoger entre iPad Air y iPad mini era escoger entre dos tamaños: 7.9 o 9.7 pulgadas. El resto era homogéneo casi en su totalidad. Este año no. Este año, el iPad Air 2 es la opción premium, mientras que el iPad mini 3 no sólo es la opción pequeño, sino la que no es tan buena. Para colmo, la inclusión de Touch ID y ninguna otra novedad no justifican los 100 euros / dólares de más en el precio.

Escoger la opción pequeña no debe implicar comprometer rendimiento y calidad. Apple lo estaba cumpliendo genial. Con este iPad, se rompe una bonita costumbre.

Hasta los fabricantes de smartphones Android se van dando cuenta del camino a seguir. Sony lanzó su Xperia Z3 Compact con las mismas especificaciones que el Xperia Z3, salvo por resolución (perdonable, ya que también baja el tamaño) y batería, también por motivos obvios de dimensiones.

Sony también hizo lo propio con sus tablets. El resto cada vez están haciendo sus “mini” más parejos a sus hermanos mayores. Por otro lado, no sólo tenemos que el iPad mini 3 es menor en especificaciones y rendimiento que el iPad Air 2. Es que es idéntico al iPad mini 2… salvo por Touch ID.

En diseño, en calidad de pantalla, en batería, en cámaras… en todo salvo en ese Touch ID, y en precio. Magical.Creo que Touch ID vale 100 dólares más en un iPhone, pero no lo vale en una tablet. Un iPhone lo tenemos todo el día, en todas partes, con nosotros. Lo metemos y sacamos del bolsillo sin parar, lo bloqueamos y desbloqueamos decenas y decenas de veces. Es más susceptible de ser olvidado o robado. Nos acompaña a todos lados y lo usamos constantemente.

Un iPad, en los casos más intensivos, es algo que usamos durante más tiempo en el momento en que lo usamos. No está expuesto a demasiadas consultas rápidas, mientras que un iPhone sí. Además, en muchos casos es un dispositivo doméstico, sobre todo para quien se hace con uno sin LTE. No es tan molesto desbloquearlo mediante código o tenerlo sin protección como sí lo es en un iPhone cuando nos hemos acostumbrado a Touch ID.

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Otro apunte aquí: una tablet, al contrario que un smartphone, es un dispositivo que fácilmente puede compartir una pareja, o una familia. ¿No sería Touch ID una oportunidad de oro para introducir un multiusuario increíblemente fácil de cambiar? Tampoco Apple se ha metido aquí.

Ok, ¿y qué tal es?


Cualquier cosa que se pueda decir del iPad mini 3 está en lo que dijimos del iPad mini anterior. Para lo bueno, que es mucho, y para lo malo, que se acentúa cuando ha pasado un año. La pantalla del iPad Air 2 ha evolucionado respecto a la del Air, especialmente al aumentar el brillo y bajar la reflectancia, como explicaba Félix Palazuelos hace unos días.

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La pantalla del iPad mini 3, en cambio, continúa estática. Ninguna de esas mejoras, quizás leves pero no imperceptibles y mucho menos irrelevantes, ha llegado a él. Sigue siendo una excelente pantalla a la que difícilmente nadie salvo el público profesional (y hablo sobre todo de fotógrafos) podrá sacarle pegas. Pero en estos doce meses, la competencia se ha movido. Samsung, por ejemplo, presentó la Galaxy Tab S con su descomunal pantalla.

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El diseño es, inclusión del color oro al margen, exactamente el mismo. No es una mala noticia, en cualquier caso. En la mano sigue siendo un producto increíblemente fino, ligero, bonito y bien construido. Y mantiene toda la esencia premium e incluso aspiracional.

No puedo quejarme de que sea el mismo diseño, un año después sigue siendo difícilmente superable, no hay quejas sobre él. Mi queja aquí en todo caso iría por la no-mejora de la batería, aunque quizás un año sea un período corto para meter más mAh en el mismo espacio.

iOS, hace falta algo más


Las tablets de Samsung tienen, entre otras formas de aprovechar el tamaño de su pantalla, la opción multiventana. Permiten ejecutar dos aplicaciones de forma simultánea. Incluso dejan cambiar de forma libre el tamaño que ocupa cada una de esas dos aplicaciones.

iOS necesita urgentemente una forma de dar valor añadido a ser usado en 7.9 o 9.7 pulgadas, más allá del tamaño de la propia aplicación. No hace falta irse a la multipantalla como única vía. Por ejemplo, puede incluir en sus guidelines de diseño formas sencillas y útiles de añadir columnas o paneles a las aplicaciones para iPad. Lo podrían utilizar clientes de Twitter, entre otros, y dejar de lado la incomprensible columna única.

En 2010 no tenían sentido las quejas sobre el iPad en torno a "es un iPod Touch grande". La experiencia de un iPad, el cambio de planteamiento sobre la forma de consumir tecnología, es mucho más que eso. Esta vez tampoco tendría sentido una referencia así, pero estaría un poco más cerca de ser algo por pulir.

Hacia la invisibilidad


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Si hay un concepto con el que me gusta ligarme en tecnología es "tecnología invisible". Hace referencia a la tecnología discreta, que funciona pero apenas se siente. Las pulseras cuantificadoras como Nike Fuelband o los relojes como el Moto 360 lo cumplen bastante bien. Unas Google Glass, por ejemplo, son todo lo opuesto a la tecnología invisible.

El iPad mini, al igual que el iPad Air, van cada vez más camino hacia esta invisibilidad. Los bordes cada vez son menores (aunque en el mini se repita diseño), el grosor es cada vez menor. Conforme pasa el tiempo, tenemos cada vez más una única ventana al mundo en forma de pantalla. Los marcos sobran, la mayoría de botones sobran. En la medida en que sustituya a un papel, en vez de a un grueso libro, su éxito será mayor.

Aquí entra algo más en juego: la autonomía. Parte de esa invisibilidad la forma el no tener que cargarlo a menudo. Olvidarse de que hay una batería cuyo porcentaje restante es menor a cada poco. Y esto el iPad mini 3 también lo ha conseguido, mantiene esa gran batería que identifica al iPad, al contrario que (hasta la llegada de 6 y 6 Plus) le ocurría a los iPhone, famosos por su mediocre autonomía.

Con los nuevos iPad, todo se resume en que, de nuevo, más grande es mejor.

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7.5El iPad mini 3 es como mínimo tan buena tablet como el iPad mini de hace un año... pero un año más tarde. Esto implica que si los componentes siguen siendo los mismos, tenemos un producto con un año menos de vida útil en cuanto a actualizaciones de sistema y de aplicaciones.

Sigue siendo un iPad. Sigue teniendo la App Store. Sigue siendo una gran herramienta para el día a día, por descontado. Pero ya estamos en 2014. Una tablet necesita un software que exprima su tamaño. Necesita permitir alojar contenido en ella que no tengamos que borrar en cuanto haya una OTA (sí, hablo de los 16 GB del modelo básico). Necesita un poco más.

En móviles, "mejor" está implicando "más grande" para todos, incluso para Apple. En tablets no era así hasta ahora. Hasta ahora. Si quieres el mejor iPad, ve por el Air 2. El mini 3 es, como el Mac Mini, la opción más barata que no se equipara a los modelos high-end. Una mala noticia para los que preferimos el tamaño compacto en tablets. - Diseño y tamaño. La perfección para una tablet compacta. - Autonomía. Sigue siendo uno de los puntos fuerte. - App Store. Mientras Play Store no tenga la maravillosa comunidad de desarrolladores para las tablets Android que tiene el iPad, siempre va a estar como mínimo un peldaño por debajo.- Bienvenidos a 2013. Con el A7, cuando un iOS deje de ser compatible con el iPad mini de 2013, también dejará de serlo con el de 2014. - Almacenamiento. En un iPhone, 16 GB se hacen algo escasos. En una tablet se debe pasar ya a los 32 GB en el modelo base. - iOS sigue sin adaptarse a las tablets. Su App Store no tiene rival, pero hace falta algo más específico para estos tamaños.

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