Noticia Apple construyó su imperio sobre la privacidad frente a Google y Meta. Ahora tiene un problema: le contamos todo a ChatGPT porque ya no nos sentimos v

Apple construyó su imperio sobre la privacidad frente a Google y Meta. Ahora tiene un problema: le contamos todo a ChatGPT porque ya no nos sentimos vigilados


He sido usuario de Apple toda la vida. Me gusta el ecosistema, cómo funciona todo: el diseño, la experiencia de usuario. Y sí, también valoro la privacidad. Y no solo la valoro yo: muchos, si no la mayoría de usuarios, también lo hacen. Ahora bien, algo raro está pasando: esa misma privacidad que Apple lleva años defendiendo como bandera se está diluyendo, y lo curioso es que no es por culpa de Apple. Somos muchos de nosotros quienes estamos abriendo la puerta de par en par a ChatGPT y otros chatbots, contándoles cosas que jamás compartiríamos en Instagram o Facebook.


Esta reflexión me vino tras escuchar a Javier Lacort en Loop Infinito, su podcast diario en Xataka, donde verbaliza algo que llevaba tiempo rondándome la cabeza sin terminar de cuajar. Te recomiendo también escucharlo, porque cada minuto es oro.

La privacidad era importante... hasta que apareció algo más útil​


Durante años aprendimos a desconfiar: revisar permisos de apps, sospechar de emails raros, molestarnos cuando Facebook nos mostraba un anuncio demasiado acertado sobre algo personal. Apple supo leer ese malestar y convirtió la privacidad en parte de su identidad. Medidas de seguridad en Safari, controles integrados en iOS, herramientas como el relay privado de iCloud. Todo para que nadie sepa más de la cuenta sobre nosotros.


Pero en 2022 llegó ChatGPT, y con el tiempo algo cambió. Al principio íbamos con cautela, preguntándole cosas genéricas. Pero poco a poco empezamos a confiar más, a compartir más. Y cuando llegaron las memorias expandidas, los proyectos personalizados y la capacidad de los chatbots de recordar cosas sobre nosotros... ahí cruzamos una línea invisible.


Ahora le contamos a ChatGPT cosas íntimas: problemas de pareja, inseguridades laborales, temas de salud, documentos financieros. Y no solo eso: nos frustramos cuando no nos recuerda bien, como si fuera un amigo despistado. Queremos que nos conozca mejor, más rápido y dude menos.

Chatgpt


¿Qué ha cambiado realmente? La sensación de utilidad. Cuando entregas datos a una red social, a cambio recibes... anuncios que no pediste. Sabes que están monetizando tu información, pero tú no ves beneficio directo. Con la IA es distinto: le das información y, a cambio, obtienes respuestas personalizadas, soluciones adaptadas a tu caso concreto, ayuda real. Se siente recíproco, casi justo. Ya no parece que te vigilen, sino que te comprenden.


Y quizá el mejor ejemplo de este cambio sea lo que ocurre con la Generación Z. Los adolescentes y jóvenes ya usan la IA para mucho más que productividad: la emplean como entrenador social y confidente. Según los últimos estudios, uno de cada tres utiliza la inteligencia artificial para practicar conversaciones y mejorar su interacción con otras personas. Un 12 % le cuenta cosas que jamás revelaría a sus amigos. Para muchos, la IA no es solo una herramienta de ayuda: es el espacio seguro y disponible donde expresar emociones y secretos sin sentirse juzgados.

Gemini Live
No solo es con ChatGPT: con Gemini Live podemos mostrar en directo lo que estamos viendo para pedir todo tipo de consejos y ayuda

La fatiga de protegerse y un problema de fondo: ¿quién controla realmente esto?​


Defender la privacidad en 2025 es agotador. Tienes que leer políticas interminables, configurar permisos, usar VPN, renunciar a comodidades. Es como mantener un jardín en el desierto: requiere un esfuerzo constante para un beneficio cada vez menos evidente.

Y entonces llega la IA y te dice: dame toda tu información y te simplifico la vida. No tendrás que repetirte, yo lo recordaré todo. Es una oferta difícil de rechazar.

Pero aquí llega la pregunta incómoda: ¿qué pasa con toda esa información que compartimos? OpenAI, Google, Microsoft nos aseguran que está protegida, que no la usarán sin consentimiento. Probablemente sea cierto. Pero ¿qué pasa si sus modelos de negocio cambian? ¿Si son compradas? ¿Si dentro de cinco años estos sistemas son tan indispensables que ya no podamos vivir sin ellos? Cuando algo se vuelve necesario, pierdes capacidad de negociar.

No se trata de renunciar, sino de exigir alternativas. Y Apple tiene su última oportunidad​


Hasta ahora, hemos puesto a prueba nuestra privacidad por pura comodidad y utilidad. Pero ¿seguimos entregando datos a sistemas o exigimos algo diferente?
Ahí es donde Apple puede marcar la diferencia, y lo sabe. Apple Intelligence se procesa en nuestros propios dispositivos, sobre todo en cosas tan importantes como el texto. El resto se gestiona en un servidor privado de Apple (Private Cloud Compute), que está auditado externamente para garantizar cero filtraciones o traspaso de datos.

Apple Intelligence Y Siri


El siguiente paso es que Siri evolucione hacia un asistente conversacional, capaz de aprender y recordar sin salir del iPhone ni de la nube de Apple. Los últimos rumores indican que se convertirá en un chatbot, pero primero deberíamos ver esa Siri mejorada en iOS 26.4, en la próxima primavera.


Es una oportunidad única: si de verdad la próxima Siri y su IA trabajan localmente, cifran todo y te dejan saber lo que ocurre con tus datos, Apple podría recuperar su posición de liderazgo en privacidad y utilidad a la vez. Si no, puede quedarse descolgada frente a los grandes chatbots que seguimos usando sin dudar.


En Applesfera | Nuevo iOS 27 - todo lo que creemos saber sobre el futuro sistema operativo para el iPhone

En Applesfera | Nueva Siri: novedades, dispositivos compatibles y todo lo que sabemos sobre ella


-
La noticia Apple construyó su imperio sobre la privacidad frente a Google y Meta. Ahora tiene un problema: le contamos todo a ChatGPT porque ya no nos sentimos vigilados fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

Continúar leyendo...