Con la llegada de ARMS, Nintendo habrá continuado su búsqueda de nuevas caras, de nuevos rostros que hagan rejuvenecer a una compañía con más de cien años de historia.
Tras décadas viviendo de las rentas que dejaban Mario, Link o Kirby, parece que la compañía se ha puesto las pilas y ha visto no solo que se pueden obtener grandes beneficios con videojuegos que no sean de franquicias muy conocidas, si no con esquemas de juego distintos, diferentes, originales y que lleven el sello Nintendo.
Así se han creado dos nuevas sagas que llegan para quedarse: ARMS y Splatoon.
Analizamos qué las hace especiales y qué se puede tomar de ellas para futuros proyectos de Nintendo.
Splatoon: La tinta que lleva al éxito
Durante toda su historia, se podría decir que Nintendo ha visitado prácticamente todos los géneros de videojuegos posibles, con variantes y elementos especiales que han hecho que sus creaciones destaquen sobre el resto. Los plataformas son su especialidad, pero no por ello han fallado al crear excepcionales proyectos de estrategia como Pikmin, FPS como Metroid Prime o de lucha como Super Smash Bros.
En la era de los smartphones, del internet de las cosas y de la cultura pop, llegó en 2015 Splatoon para revolucionar los juegos de shooters multijugador con una propuesta que, a priori, puede parecer una verdadera locura, pero que una vez te metes en su peculiar mundo todo encaja.
A pesar de un curioso modo para un jugador, Splatoon tiene su base en los juegos multijugador online por equipos (cuatro contendientes contra otros cuatro) así como en el juego tradicional más competitivo. En él, y al contrario que en muchos otros juegos multijugador que se ven en el mercado, no hay que eliminar a los otros jugadores con nuestras armas. Ya sea pintar el escenario, llevar un objeto a zona enemiga o conquistar territorios, el objetivo de las partidas no es directamente violento y aquí la marca Nintendo es muy fuerte, aunque para conseguir el objetivo se pueda o deba recurrir a la violencia.
En cualquier caso, es violencia de animación y es un juego enfocado a todos los públicos, con humor, personalidad y ese algo característico que tienen todas las franquicias de Nintendo.
En este caso se tratan de los inkling, calamares evolucionados con forma humanoide y con la capacidad para volver a transformarse en calamares. Además, crean su propia tinta, pueden esparcirla por su alrededor y nadar en ella como si de agua se tratase. Usan diferentes armas para controlarla y canalizar su poder, así como lanzarla más lejos.
Estos personajes tan complejos han dado lugar a un esquema de juego divertidísimo que muchos usuarios disfrutaron como enanos en Wii U, y que muchas más personas harán lo propio en Nintendo Switch, y es que este juego abrió la veda en Nintendo de los videojuegos como deportes electrónicos. Splatoon 2 es uno de los primeros juegos de Nintendo enfocados como un eSport, y es que aunque títulos como Super Smash Bros han tenido y mucho recorrido en este aspecto, en el año 1999 no se pensó como tal.
El tráiler de presentación de Nintendo Switch ya nos presagió por dónde irían los tiros, y el estadio a reventar con los jugadores profesionales de Splatoon en el centro era una referencia a parte del futuro de los videojuegos.
ARMS: El eterno golpe final
Y seguimos con la presentación de Nintendo Switch, aunque en esta ocasión la que tuvo lugar en enero de 2017. Se mostraron nuevos juegos como Xenoblade 2, Super Mario Oddisey o The Legend Of Zelda: Breath Of The Wild, y entre tanta epicidad Nintendo tuvo las ganas de presentar ARMS, la nueva propiedad intelectual de la compañía que, aunque a priori no tenga mucha relación con Splatoon, pronto veremos que las claves de su popularidad son las mismas.
Está claro que el apartado gráfico y artístico influye en como un videojuego nos entra por los ojos, y los desarrolladores y diseñadores de ARMS han tomado la estética anime que podemos encontrar en Splatoon o el último videojuego de Zelda y le han dado volumen para crear su nuevo proyecto.
ARMS es como alargar indefinídamente el momento del último gran puñetazo lanzado en series de animación japonesas. Ese impulso épico e hipotético que hace a los héroes ganar el combate, y que en la realidad no existe.
Puede que el género de la lucha esté algo estancado, y es que, si vemos títulos como Tekken o Street Figther, no han cambiado nada desde sus comienzos (salvo una adaptación a los tiempos y máquinas actuales). ARMS rompe con esto ofreciendo un control por movimiento veraz, preciso y de inmediata respuesta, ofreciendo combates muy técnicos y poniéndonos a practicar boxeo en el salón de casa… o donde queramos.
Claramente enfocado a los eSports, el control por movimiento ofrece algunas ventajas que no tiene el control por botones, como más libertad de movimiento o un valor determinado de inclinación de giro al lanzar los golpes mucho más facil de determinar que con un stick analógico.
Además, la intuitividad que aporta el control por movimiento al juego, al igual que sucede en Splatoon, es uno de los aciertos que dan personalidad y lo hacen más ágil y divertido.
El primer juego de Spring Man y compañía no ha llegado al mercado, pero la expectación que se ha generado en torno a ARMS es enorme, debido a su particular estilo de juego, su propuesta, sus carismáticos personajes y sus pruebas online globales gratuitas, que pusieron a gran parte de usuarios de Switch a probar esta nueva IP.
Nuevos y antiguos héroes
Nintendo está evolucionando en muchos sentidos: aplicaciones móviles, parques temáticos, expansión de la marca a productos de todo tipo… y se han dado cuenta de la fuerza que tienen sus propiedades intelectuales, y con tanto genio en la empresa están decididos a crear nuevos filones.
Splatoon ha vuelto loco a medio mundo en una plataforma con escaso éxito, llevando conciertos holográficos por varios puntos de la geografía mundial y haciendo que los nipones enloquezcan a cada nuevo producto que aparece de la franquicia. ARMS puede que tenga menos recorrido (o no, quién sabe), pero la fórmula que la compañía usó para crear ambos juegos es la misma; ADN Nintendo en un género algo estancando para hacer algo diferente y rompedor, con personajes algo más adultos que siguen la forma y figura de su universo.
Nintendo pasa ahora a afianzar sus IP clásicas y crear otras nuevas, pensadas al milímetro, muy ambiciosas y con un objetivo claro, y con ello parece que tiene parte de su futuro asegurado…
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