En el tercer trimestre del pasado año DJI hizo un lanzamiento especial. Sacó al mercado a un nuevo miembro de la familia Mavic, el Mavic Mini, un dron versátil y, casi se podría decir, de bolsillo.
El DJI Mavic Mini es una propuesta para acercar la fotografía aérea a todo el mundo y en cualquier lugar. Aunque en principio se trata de un dispositivo destinado al gran público existen algunas características, como su portabilidad, que resultan aprovechables en el segmento profesional, especialmente para trabajos sencillos, que no requieran de gran exigencia en fotografía y vídeo.
En Todrone hemos probado a fondo el Mavic Mini y te enumeramos sus cuatro principales puntos fuertes.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que su peso es muy reducido, 249 gramos incluida la batería. Este peso hace que tenga menos restricciones a nivel legislativo que sus hermanos mayores. Es posible volarlo en situaciones y lugares que las versiones anteriores no podían afrontar sin los debidos permisos.
Además, transportarlo es muy fácil por su reducido tamaño. Tiene unas dimensiones de 140 × 82 × 57 mm cuando está plegado. Mientras que desplegado mide 160 × 202 × 55 mm y con las hélices abiertas alcanza los 245 × 290 × 55. Se puede guardar fácilmente ya que su tamaño es parecido a un smartphone.
En segundo lugar cuenta con una cámara con gimbal de tres ejes y estabilizador, con grabación de vídeos a 2,7K a 30 frames por segundo y 1.080p a 60 fps. Las fotografías las hace a 12 megapíxeles, en JPG sin RAW.
El tercer punto fuerte es la batería, que supone un paso adelante en cuanto a autonomía en lo que a drones tan pequeños se refiere. Son 30 minutos, según afirman desde DJI lo que dura la batería de éste pequeño Mavic Mini. Sin duda es un gran progreso en cuanto a autonomía para un dron tan pequeño y con un peso tan reducido.
En cuarto lugar: la distancia de vuelo máxima es de 2000 metros en horizontal y de 3000 metros en vertical. Estos rangos son sólo a modo informativo ya que la normativa Española prohíbe volar a más de 120 metros de altura y siempre dentro del rango visual del piloto. Pero podemos hacernos una idea de la distancia que ofrece la señal.
Hasta aquí sus características más diferenciales respecto a otros modelos.
Como comentábamos al inicio nosotros hemos podido probarlo y las sensaciones que nos ha transmitido han sido muy buenas.
Tenemos ante nosotros un dron fácil de transportar, que en menos de cinco minutos está ya en pleno vuelo. El mando es pequeño pero muy cómodo y responde perfectamente a nuestros movimientos. Podemos usarlo sin conectar nuestro smartphone pero si quieres sacarle todo el potencial es mejor conectarlo ya que desde ahí se accede a todas las opciones de vuelo y grabación.
Ya en el aire el manejo nos recuerda al Mavic 2 Pro, el modelo tope de gama. Se notan las diferencias, claro está, pero desde luego te deja una sensación de volar un dron sólido.
Está claro que debido a su reducido tamaño y peso no es tan estable con viento como drones de mayor tamaño pero nos sorprendió su aguante pese a todo.
En cuanto a los vídeos y fotografías nos ha parecido que se comporta muy bien en diferentes situaciones de luz, y con el gimbal vamos a notar una grabación muy estable y fluida. Esto resulta estratégico para DJI ya que el Mavic Mini está destinado a el dron de cabecera del gran público.
También hay que comentar que solo tiene sensores de colisión inferiores. Así que hay que estar atentos y tenerlo siempre controlado, tanto en vuelo como en el despegue.
Nosotros hemos probado la versión Fly More Combo. Su precio es de 499 euros e incluye el dron,el mando, tres baterías, cargador múltiple de baterías, hélices de repuesto, protectores de las hélices y un pequeño maletín para transportarlo.
La versión básica la tenemos por 399 euros e incluye el dron, el mando y una única batería aparte del cargador y los cables.
Hasta aquí nuestra valoración de este nuevo modelo de DJI. Tiene los mimbres para ser todo un éxito en el mercado masivo. El producto es un dron pequeño, fácil de manejar, con bastante autonomía de vuelo y que hace unas fotos y vídeos de buena calidad, con un peso que permite volarlo sin las restricciones a las que está sujeto dron que pese más de 250 gramos.
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El DJI Mavic Mini es una propuesta para acercar la fotografía aérea a todo el mundo y en cualquier lugar. Aunque en principio se trata de un dispositivo destinado al gran público existen algunas características, como su portabilidad, que resultan aprovechables en el segmento profesional, especialmente para trabajos sencillos, que no requieran de gran exigencia en fotografía y vídeo.
En Todrone hemos probado a fondo el Mavic Mini y te enumeramos sus cuatro principales puntos fuertes.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que su peso es muy reducido, 249 gramos incluida la batería. Este peso hace que tenga menos restricciones a nivel legislativo que sus hermanos mayores. Es posible volarlo en situaciones y lugares que las versiones anteriores no podían afrontar sin los debidos permisos.
Además, transportarlo es muy fácil por su reducido tamaño. Tiene unas dimensiones de 140 × 82 × 57 mm cuando está plegado. Mientras que desplegado mide 160 × 202 × 55 mm y con las hélices abiertas alcanza los 245 × 290 × 55. Se puede guardar fácilmente ya que su tamaño es parecido a un smartphone.
En segundo lugar cuenta con una cámara con gimbal de tres ejes y estabilizador, con grabación de vídeos a 2,7K a 30 frames por segundo y 1.080p a 60 fps. Las fotografías las hace a 12 megapíxeles, en JPG sin RAW.
El tercer punto fuerte es la batería, que supone un paso adelante en cuanto a autonomía en lo que a drones tan pequeños se refiere. Son 30 minutos, según afirman desde DJI lo que dura la batería de éste pequeño Mavic Mini. Sin duda es un gran progreso en cuanto a autonomía para un dron tan pequeño y con un peso tan reducido.
En cuarto lugar: la distancia de vuelo máxima es de 2000 metros en horizontal y de 3000 metros en vertical. Estos rangos son sólo a modo informativo ya que la normativa Española prohíbe volar a más de 120 metros de altura y siempre dentro del rango visual del piloto. Pero podemos hacernos una idea de la distancia que ofrece la señal.
Hasta aquí sus características más diferenciales respecto a otros modelos.
Como comentábamos al inicio nosotros hemos podido probarlo y las sensaciones que nos ha transmitido han sido muy buenas.
Tenemos ante nosotros un dron fácil de transportar, que en menos de cinco minutos está ya en pleno vuelo. El mando es pequeño pero muy cómodo y responde perfectamente a nuestros movimientos. Podemos usarlo sin conectar nuestro smartphone pero si quieres sacarle todo el potencial es mejor conectarlo ya que desde ahí se accede a todas las opciones de vuelo y grabación.
Ya en el aire el manejo nos recuerda al Mavic 2 Pro, el modelo tope de gama. Se notan las diferencias, claro está, pero desde luego te deja una sensación de volar un dron sólido.
Está claro que debido a su reducido tamaño y peso no es tan estable con viento como drones de mayor tamaño pero nos sorprendió su aguante pese a todo.
En cuanto a los vídeos y fotografías nos ha parecido que se comporta muy bien en diferentes situaciones de luz, y con el gimbal vamos a notar una grabación muy estable y fluida. Esto resulta estratégico para DJI ya que el Mavic Mini está destinado a el dron de cabecera del gran público.
También hay que comentar que solo tiene sensores de colisión inferiores. Así que hay que estar atentos y tenerlo siempre controlado, tanto en vuelo como en el despegue.
Nosotros hemos probado la versión Fly More Combo. Su precio es de 499 euros e incluye el dron,el mando, tres baterías, cargador múltiple de baterías, hélices de repuesto, protectores de las hélices y un pequeño maletín para transportarlo.
La versión básica la tenemos por 399 euros e incluye el dron, el mando y una única batería aparte del cargador y los cables.
Hasta aquí nuestra valoración de este nuevo modelo de DJI. Tiene los mimbres para ser todo un éxito en el mercado masivo. El producto es un dron pequeño, fácil de manejar, con bastante autonomía de vuelo y que hace unas fotos y vídeos de buena calidad, con un peso que permite volarlo sin las restricciones a las que está sujeto dron que pese más de 250 gramos.
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