La magia de la ciencia reside en descubrir los misterios de la vida, incluso a un nivel que no alcanzamos a ver a simple vista. Este es uno de los ejemplos de la inmunofluorescencia, una técnica muy utilizada en biología, que permite diferenciar procesos y estructuras mediante el uso de colorantes específicos. También en el caso de las neuronas, podemos ser capaces de averiguar interesantes cuestiones.
En esta imagen se refleja el resultado de un experimento en el que se quería saber cómo un virus determinado, perteneciente a la familia de los Bornavirus, infectaba neuronas. La pregunta principal se basaba en conocer si el virus atacaba a las neuronas mediante el mismo camino que usa la peligrosa toxina tetánica.
Para ello, los científicos "pintaron" el virus de verde y azul utilizando unas proteínas específicas de su estructura. Además, marcaron el camino que sigue la toxina tetánica de rojo, de forma que al superponer ambas imágenes, podían averiguar los caminos que virus y toxina siguen para atacar a las neuronas.
¿El resultado? Un espectacular colorido sobre una única neurona, que puede proporcionar más información a los investigadores sobre los mecanismos de infección de este tipo de virus. Gracias a la técnica antes mencionada, y a la observación de los resultados mediante la microscopía confocal, la ciencia busca revelar los secretos menos conocidos de nuestras neuronas.
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