Si alguna vez has notado que una web tarda en cargar, que ciertas páginas ni siquiera aparecen o te preocupa que tu operadora controle demasiado lo que haces online, es muy probable que te interese cambiar la configuración DNS de tu Android. No hace falta ser ingeniero: con unos pocos toques en los ajustes puedes ganar velocidad, privacidad y algo más de seguridad al navegar.
Además, muchos bloqueos de páginas por parte de gobiernos u operadores se hacen precisamente a través de los DNS. Al modificar este parámetro en tu móvil o en tu router, puedes esquivar algunos filtros, mejorar la experiencia de navegación e incluso reforzar la protección frente a webs maliciosas, todo ello gratis y en cuestión de minutos.
¿Qué es un DNS y para qué sirve exactamente?
Cuando escribes una dirección como «xatakandroid.com» o «google.com» en el navegador, en realidad tu móvil no entiende de nombres, sino de números; por debajo necesita una IP del tipo 216.58.211.142. Ahí es donde entra el Sistema de Nombres de Dominio o DNS, que actúa como una agenda o guía telefónica de Internet, traduciendo esos nombres fáciles de recordar en direcciones IP que entienden los dispositivos.
El encargado de hacer esa traducción es el servidor DNS: tu teléfono le pregunta «¿dónde está esta web?» y este responde con la IP correcta. Lo normal es que uses de forma automática los DNS de tu operador, configurados a través del router o del propio móvil, pero no todos los servidores DNS funcionan igual de rápido, seguro o privado, y por eso tiene sentido cambiarlos.
Además de traducir dominios a IP, muchos servidores DNS modernos guardan en caché respuestas recientes para acelerar las siguientes consultas. Es decir, si visitas a menudo una misma web, el DNS recordará durante un tiempo su IP y podrá responder mucho más rápido, reduciendo unos milisegundos en cada carga de página.
¿Qué es un servidor DNS y qué tipos puedes usar?
Entre los más conocidos, destacan los siguientes proveedores, que puedes usar tanto en Android como en otros dispositivos:
- DNS de Google: 8.8.8.8 y 8.8.4.4 para IPv4, 2001:4860:4860::8888 y 2001:4860:4860::8844 para IPv6. Son gratuitos, muy utilizados y suelen ser rápidos y estables.
- Cloudflare (1.1.1.1): 1.1.1.1 y 1.0.0.1 para IPv4. Cloudflare se centra mucho en la privacidad e indica que no vende tus datos y purga los registros en 24 horas, además de ser uno de los DNS más veloces.
- OpenDNS (Cisco): otros DNS públicos que añaden funciones como filtros de contenido y protección frente a webs maliciosas, útiles sobre todo para empresas, centros educativos o control parental.
- Quad9 y otros resolvers de seguridad: se especializan en bloquear dominios vinculados a malware, phishing o botnets, lo que aporta una capa extra de protección al navegar.
En muchos casos puedes mezclar proveedores, por ejemplo, usar Cloudflare como DNS principal y Google como secundario, de forma que si uno falla el otro sigue resolviendo dominios y mantienes el acceso a Internet.
¿Por qué merece la pena cambiar los DNS de tu Android?
Modificar el DNS de tu smartphone o tablet no es solo un capricho de frikis. Hay varios motivos de peso por los que puede compensar hacerlo, y la mayoría de ellos impactan directamente en cómo de cómoda y libre es tu navegación diaria, ya que afecta tanto a la velocidad como a la privacidad y a los bloqueos que sufres.
Por un lado, están los aspectos de rendimiento: si el DNS responde más rápido cuando pides la IP de una web, las páginas empiezan a cargar antes. No esperes milagros de pasar de Internet lento a ultra rápido, pero sí ganar un extra de agilidad y reducir algo de latencia, especialmente si entras a muchos dominios distintos, juegas online o haces streaming.
En segundo lugar, están los temas de seguridad. Los servidores DNS pueden sufrir ataques de envenenamiento de caché, donde un atacante manipula las respuestas para redirigirte a webs falsas. Algunos proveedores públicos incluyen listas negras de dominios peligrosos para bloquear automáticamente webs de phishing, malware o campañas de ataques DDoS, lo que ayuda a evitar sorpresas desagradables.
Por último, está la cuestión de la censura y los bloqueos. Muchos gobiernos y operadoras bloquean el acceso a ciertas webs simplemente impidiendo que sus DNS resuelvan esos dominios. Si usas un servidor DNS diferente, a menudo esos bloqueos dejan de aplicarse y puedes volver a entrar en páginas que antes parecían «caídas» pero que en realidad estaban filtradas.
Cambio de DNS en Android: conceptos básicos y versiones
En Android, el modo de configurar los DNS depende mucho de la versión del sistema y de la capa del fabricante. Desde Android 9 (Pie) existe una opción llamada DNS privado que permite configurar un proveedor para todo el sistema, tanto para WiFi como para datos móviles, usando DNS-over-TLS para cifrar las consultas.
En cambio, en Android 8 y versiones anteriores no hay un ajuste unificado para toda la conexión; solo puedes cambiar los DNS para cada red WiFi de forma individual. Esto significa que, cada vez que te conectes a una WiFi distinta, tendrás que ajustar manualmente sus DNS si quieres dejar de usar los del router.
También hay que tener en cuenta que algunos fabricantes renombrarán los menús: lo que en un móvil aparece como «Red e Internet» en otro puede verse como «Conexiones» o «Redes y conexiones». En esencia, sin embargo, los pasos y la ubicación de la opción de DNS privado o de los campos DNS1 y DNS2 son muy similares entre marcas.
Cómo configurar el DNS privado en Android 9 y posteriores
Si tu móvil o tablet lleva Android 9 (Pie) o una versión posterior, tienes el camino más cómodo. Este sistema incluye la función DNS privado, que obliga a usar un proveedor concreto para todas las conexiones compatibles y usa DNS-over-TLS. De esta forma, tus consultas de DNS se cifran entre el dispositivo y el servidor, evitando que las vean curiosos en la red.
Para configurar el DNS privado en la mayoría de móviles con Android 9 o superior, los pasos generales son estos:
- Abre la app de Ajustes del sistema en tu dispositivo Android.
- Entra en el apartado Red e Internet (en algunos modelos puede llamarse «Conexiones» > «Ajustes de conexión»).
- Busca la opción DNS privado. A veces está directamente en este menú y otras bajo un submenú tipo «Avanzado».
- Selecciona la opción Nombre de host del proveedor de DNS privado para poder escribir un proveedor personalizado.
- Introduce el nombre del servicio que quieras usar, por ejemplo:
- dns.google para usar el DNS público de Google con DNS-over-TLS.
- one.one.one.one si prefieres el DNS de Cloudflare con cifrado.
- Pulsa en Guardar y espera unos segundos a que se apliquen los cambios.
Si en algún momento quieres volver a la configuración original, solo tienes que abrir de nuevo este menú y elegir la opción Automático. De este modo, el teléfono recupera los DNS que le proporcionan las redes a las que se conecta, tal y como venían de serie.
Conviene saber que, en ciertas combinaciones de Android 9 y algunas VPN antiguas, el DNS privado puede verse desactivado o ignorado. Esto es porque algunas apps de VPN o cambiadores de DNS de terceros toman el control de las consultas y dejan de enviar tráfico DNS-over-TLS al proveedor que hayas puesto. En Android 10 y versiones más recientes, Google corrigió gran parte de estos problemas, pero si usas VPN, merece la pena verificar qué DNS está usando realmente tu conexión.
Cómo cambiar el DNS en Android 8 y versiones anteriores (WiFi)
Si tu dispositivo funciona con Android 8 o una versión más antigua, no dispondrás del ajuste de DNS privado para todo el sistema. En este caso, solo puedes configurar un DNS personalizado en cada red WiFi a la que te conectes. Aun así, sigue siendo una buena forma de sortear los bloqueos y ganar algo de privacidad cuando navegas por WiFi.
El procedimiento típico para ajustar los DNS de una red WiFi en Android 8 o anteriores es el siguiente:
- Conecta tu dispositivo a la red WiFi en la que quieras cambiar los DNS.
- Abre la aplicación de Ajustes y entra en el apartado «Red e Internet» o «WiFi» según la capa de tu fabricante.
- Toca en WiFi para ver la lista de redes disponibles y localiza aquella a la que estás conectado.
- Mantén pulsada la red conectada hasta que aparezca un menú emergente y elige Modificar red o Administrar ajustes de red.
- Despliega el apartado Opciones avanzadas. Si no lo ves claro, puede estar dentro de la opción «Ajustes de IP».
- En el apartado de Ajustes de IP, cambia el modo de «DHCP» a Estática. Esto permite que puedas escribir a mano la IP del dispositivo, la puerta de enlace y, sobre todo, los campos DNS.
- Desplázate hasta los campos DNS 1 y DNS 2 e introduce tus servidores preferidos. Por ejemplo:
- Google DNS: 8.8.8.8 en DNS 1 y 8.8.4.4 en DNS 2.
- Cloudflare: 1.1.1.1 en DNS 1 y 1.0.0.1 en DNS 2.
- Guarda los cambios con el botón de Guardar o «Aceptar» y espera a que la red se reconecte.
En cuanto la WiFi vuelva a estar conectada, las consultas de nombres de esa red pasarán por los DNS que hayas escrito, lo que te permitirá evitar parte de la censura, ganar rapidez y usar filtros de seguridad adicionales. Si en algún momento la red empieza a comportarse mal o quieres regresar a la configuración original, puedes volver a poner el modo de IP en «DHCP» y se restaurarán los DNS del router.
DNS privado en Android: activarlo, desactivarlo y advertencias
En muchos móviles recientes con Android 10, 11, 12 o superior, el DNS privado viene activado en modo automático. Eso significa que el sistema tratará de usar DNS-over-TLS con el servidor que le proporcione la red, y si no lo soporta, volverá al comportamiento tradicional sin cifrar sin que el usuario tenga que hacer nada.
Si quieres forzar un proveedor concreto porque confías más en él o necesitas saltarte filtros, tienes que elegir el modo de Nombre de host del proveedor de DNS privado e introducir el dominio del servicio (dns.google, one.one.one.one, etc.). Esta configuración afectará a todas las redes que puedan usar DNS privado, tanto WiFi como datos móviles, y es la forma más sencilla de unificar el comportamiento del DNS en todo tu Android.
Sin embargo, conviene no olvidar un par de detalles prácticos. Primero, si escribes un nombre de host mal o el servicio de DNS privado deja de responder, puede que te quedes sin resolución de nombres y te parezca que Internet ha muerto, aunque sigas teniendo conexión. En ese caso, basta con volver a los ajustes de DNS privado y elegir «Automático» o «Desactivado» para recuperar la navegación.
Segundo, y muy importante para usuarios avanzados, el DNS privado solo protege las consultas de DNS; el resto del tráfico (web, apps, etc.) no está cifrado por el mero hecho de usar DNS-over-TLS. Si quieres anonimato real o proteger todo el contenido de tu conexión, necesitas complementarlo con una VPN de confianza que mantenga tu tráfico encapsulado y cifrado punto a punto.
DNS en otros dispositivos: Windows, macOS, Linux, iOS, ChromeOS y routers
Aunque el foco de este artículo es Android, en la práctica lo ideal es que todos los equipos de tu red usen un DNS coherente, ya sea configurándolo uno por uno o directamente en el router. Así, te aseguras de que móviles, ordenadores, tablets, consolas y smart TV compartan los mismos beneficios en cuanto a velocidad, privacidad y desbloqueo de páginas.
En Windows 10 y 11 puedes cambiar los DNS desde la configuración de red del adaptador: entras en «Configuración» > «Red e Internet» > «Propiedades de la red», o en el «Centro de redes y recursos compartidos» del Panel de control, y en las propiedades de IPv4/IPv6 eliges «Usar las siguientes direcciones de servidor DNS». Ahí escribes, por ejemplo, 8.8.8.8 y 8.8.4.4 o las IPs que quieras, y con eso todo el tráfico de ese equipo pasará a resolver dominios con el servidor que hayas puesto.
En macOS, el ajuste está en «Preferencias del sistema» > «Red». Seleccionas tu interfaz (WiFi o Ethernet), pulsas en «Avanzado» y dentro de la pestaña «DNS» puedes añadir servidores con el botón de + y quitar los que ya no quieras con el botón de –. Ordenándolos, puedes determinar qué DNS se usa primero y cuál actúa como reserva.
En muchas distribuciones de Linux con Network Manager, accedes a las «Conexiones de red» desde el panel de sistema, eliges la conexión y en la configuración de IPv4/IPv6 añades las IP de los DNS deseados en el campo «Servidores DNS». Si no usas Network Manager o estás en un servidor, puedes editar directamente /etc/resolv.conf o la configuración del cliente DHCP, especificando líneas «nameserver» con las direcciones públicas de Google, Cloudflare u otros.
En iPhone y iPad, la operación se hace por WiFi y por red, igual que en Android antiguo: entras en Ajustes > Wi-Fi, pulsas el icono «i» de la red conectada, vas a «Configurar DNS» y eliges «Manual». Desde ahí puedes borrar los DNS que ponga el router y añadir los tuyos, aunque solo se aplicarán a esa WiFi concreta, no a datos móviles.
ChromeOS (Chromebook) también permite cambiar los DNS desde la sección de red de los ajustes: abres «Configuración», entras en la red en uso y en «Servidores de nombres» escoges «Servidores de nombres personalizados» o la opción de «Servidores de nombres de Google». Cualquier valor que pongas ahí lo usarán tanto el navegador como muchas apps de Android o Linux que corran en el propio Chromebook, salvo que ellas mismas los sobreescriban.
Si prefieres no ir dispositivo por dispositivo, la forma más limpia es ajustar el DNS en el router. Accedes desde el navegador a la IP del router (típicamente 192.168.0.1, 192.168.1.1, 192.168.2.1 o similar), entras con usuario y contraseña y buscas el apartado de configuración de Internet, WAN o LAN. En él suelen aparecer los campos de DNS primario y secundario, donde puedes sustituir los de tu operador por los de Google, Cloudflare u otros. Una vez guardes y reinicies, todos los aparatos que obtengan IP por DHCP desde ese router usarán automáticamente esos DNS sin que tengas que tocar nada en cada equipo.
DNS, SmartDNS y VPN: diferencias y cuándo usar cada uno
Al cambiar manualmente el DNS de tu Android o router ya ganas bastante en control sobre tu navegación, pero existen otras herramientas relacionadas que conviene distinguir: SmartDNS y VPN. Un servicio de DNS inteligente suele reemplazar los DNS de tu operador por otros optimizados para saltarse bloqueos geográficos, de modo que ciertas webs piensen que te conectas desde otro lugar, aunque tu IP real no cambie.
El problema de los DNS inteligentes es que, por lo general, no cifran tu conexión ni protegen tus datos. Simplemente modifican la forma en que los servicios detectan tu ubicación. Esto te permite acceder a catálogos de streaming o páginas que estaban bloqueadas, pero tu proveedor, gobiernos o atacantes en la red pueden seguir viendo lo que haces si no tienes ninguna capa extra de protección.
Una VPN (red privada virtual), en cambio, va un paso más allá: crea un túnel cifrado entre tu dispositivo y un servidor remoto, cambiando tu IP de salida y encapsulando todo tu tráfico. Al usar una VPN de calidad, además de ocultar tu IP real, todo el contenido de tu conexión viaja cifrado, y en muchos casos la propia VPN gestiona también el DNS para que no haya fugas ni se filtren consultas al ISP.
Hay proveedores que combinan ambas cosas en un solo producto: por un lado, una VPN completa para máxima seguridad y privacidad, y por otro un servicio SmartDNS para dispositivos en los que no se puede instalar VPN (como algunas smart TV). Gracias a esa combinación, puedes elegir si priorizar velocidad y acceso a contenidos o seguridad fuerte, según lo que te convenga en cada momento.
Si solo quieres algo sencillo y gratuito, configurar un DNS público en tu Android o en tu router es un buen comienzo. Si te preocupa de verdad que nadie pueda rastrear qué haces online, que tus datos estén cifrados y evitar por completo fugas de DNS, entonces tiene sentido dar el salto a una VPN con política estricta de no registro.
El DNS es una pieza clave de cómo llegas a cada web que visitas; controlándolo tú en lugar de dejarlo siempre en manos de tu operador, recuperas parte del control sobre tu velocidad de navegación, tu privacidad y los contenidos a los que puedes acceder, especialmente en Android, que hoy en día es el dispositivo que más usamos para conectarnos a Internet. Comparte este tutorial y más usuarios sabrán todo sobre cómo cambiar el DNS en Android.
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