
No podemos negar lo evidente, pues esta vez Geoff Keighley nos dejó un regusto demasiado amargo con su Summer Game Fest 2025. El presentador y organizador de eventos mostró videojuegos de todo tipo y condición, pero el mayor pelotazo se lo reservó para el final con la inesperada aparición de un Resident Evil Requiem que pinta espectacular. Sin embargo, no puede ser que no hubiese más títulos rescatables.
Como amante y defensor de las demos, dirigí la mirada hacia la prueba que la desarrolladora Douze Dixièmes habilitó para MIO: Memories in Orbit. Tras un primer proyecto en 2020, la apuesta parece subir para el estudio francés y me lancé sin ningún tipo de expectativa sobre lo que me podría encontrar; ese fue mi primer acierto.
Un mundo en penumbra
A pesar de sus fallos y sus tropiezos, lo cierto es que Número 9 se ha convertido en una película de culto con el paso de los años. El proyecto dirigido por Shane Acker y apadrinado por Tim Burton ya cuenta con 16 años a sus espaldas y nos mostraba un mundo posapocalíptico. La humanidad había desaparecido por completo y tan solo quedaban como vestigios de la misma las máquinas que lo arrasaron todo, junto a unos diminutos muñecos que cuentan con conciencia propia.
Me ha sido inevitable realizar cierto paralelismo entre aquella producción y MIO: Memories in Orbit, pues todo comienza cuando pasamos a controlar a un pequeño robot con habilidades extraordinarias. La trama se desarrolla poco a poco y a lo largo de la demo no es que averigüemos demasiado, pero nos encontramos en el Buque, una nave espacial a la deriva en el espacio. Semejante estación espacial hace tiempo que no ve a los Viajeros en su interior, por lo que poco a poco la energía ha desaparecido.
Se desconode el propósito de tal lugar, pero todo se ha convertido en un paraje tecnológico repleto de vegetación, ruinas, hielo y máquinas que han perdido cualquier atisbo de una programación sensata. Las Perlas, la inteligencia artificial que protege al Buque, han dejado de funcionar, por lo que tocará ponerse manos a la obra para arreglar un desaguisado tremendo. No estamos hablando de un robot de muchas palabras, por no decir que no pronuncia ninguna, por lo que son el resto de seres mecánicos los encargados de ofrecer contexto y apoyo durante el viaje. Ya sea recolectando información en forma de documentos o leyendo sus conversaciones, el argumento da nuevas pistas sobre qué podría haber sucedido.

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Así pues, toca lanzarse a la aventura por una serie de ecosistemas, bestiarios y arquitecturas totalmente diferentes. El apartado visual de MIO: Memories in Orbit recuerda al de un cómic con sus trazos singulares en los fondos y ofrece un toque muy agradable para la vista, incluso en entornos realmente oscuros. La preponderancia de los colores pastel ofrece viveza allá por donde avancemos y lo haremos con una agilidad y soltura pasmosas. Independientemente de la habilidad que posea el protagonista, es todo un placer desplazarse por el mapa.
Sientes en todo momento que estás bajo el control de MIO y cualquier error solo se puede achacar a que has fallado con tus dedos a la hora de ejecutar correctamente la acción. Dobles saltos, deslizamientos a toda velocidad y enganches en soportes aéreos conforman una delicia de movimientos que, para una demo, se sienten muy fluidos. Está claro que en la versión final se incluirán más variantes al repertorio, pero no puede haber sino aplausos para este apartado.
Fans del metroidvania, preparaos
¿Y qué es lo que se va a topar MIO entre tanto desastre? Pues robots guardianes, de seguridad o de cualquier otra función que han perdido el rumbo. Existirán más de 30 enemigos y 15 jefes guardianes para cuando se produzca el lanzamiento y lo visto hasta ahora presenta a enemigos similares a mosquitos que te persiguen, contrincantes cuerpo a cuerpo con forma de araña, otros que blanden mazas peligrosas y aquellos que disparan a lo lejos. Cada uno de ellos otorga una serie de orbes que cumplen con una función realmente interesante.
Y es que si morimos ante las arremetidas, todos los orbes irán destinados a rehabilitar la red central y suministrarle energía, pero no podremos recuperarlos para nuestro uso personal. En cambio, podemos toparnos con máquinas especiales a lo largo de la aventura que son capaces de cristalizar cierta cantidad de orbes para que, a pesar de nuestra muerte, podamos conservarlos en el inventario. De esta forma es cuando podemos mejorar las prestaciones de MIO.
Y es que podemos acudir a una suerte de chatarrero que regenta una tienda donde se pueden adquirir nuevas habilidades, tanto pasivas como activas. Para integrarlas en el sistema de MIO, es necesario descansar en unos robots que funcionan de una manera equivalente a una hoguera. Allí veremos que contamos con varios espacios para incrustar módulos como ver la salud del enemigo, hacer más daño con el combo final o ver nuestro propio HUD. Sin embargo, el problema radica en que cada uno de ellos posee un coste y nuestra capacidad es limitada, por lo que toca escoger muy bien qué clase de prestaciones queremos.

Así resultará mucho más sencillo estar preparado ante amenazas que aguardan a la vuelta de la esquina, como combates bastante duros en espacios cerrados contra pequeños jefes. Ponen a prueba la velocidad de reacción y son desafíos interesantes que surgen por el camino, el cual es difícil de averiguar cuál es el correcto. Quizás en la versión final de MIO: Memories in Orbit se obtenga la capacidad de ver el mapa pausando la partida, pero en la demo no ha sido posible, lo cual es un pequeño engorro.
En cualquier caso, ha servido para potenciar una exploración fabulosa que impulsa sacarle partido a un plataformeo que, como ya he comentado, se siente fresco. Lo que ha sido una catarata de sorpresas ha escalado todavía más con una banda sonora única y dinámica, con ritmos lo-fi y melodías corales que no me esperaba para nada. Quizás no le pega demasiado al contexto del Buque, pero desde luego que entra como anillo al dedo durante los instantes de mayor tensión. Otro apartado fabuloso para apuntar a la lista.
Evidentemente, el apartado metroidvania está más que presente, pues pude conseguir un puñado de habilidades necesarias para poder avanzar, así como objetos imprescindibles. Muchos caminos quedaron sin recorrer antes de llegar a una gigantesca ciudadela regentada por una enorme estatua y ese fue el gran problema. La demo terminó, aunque desde Douze Dixièmes animan mucho a superar el récord de tiempo del propio estudio. Lo que sí que se me va a hacer largo va a ser esperar hasta su llegada.
Fecha de lanzamiento de MIO: Memories In Orbit
MIO: Memories In Orbit tiene previsto su lanzamiento para PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One, Nintendo Switch, Steam y Microsoft Store para algún momento del 2025.
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La noticia Creí que Resident Evil fue lo único potable del Summer Game Fest, pero este metroidvania me ha cerrado la boca fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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