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Un día de sencillez y vertiginoso desenfreno en el que se nos pone ante la mecánica más simple que podamos encontrarnos. Hoy mismo ya estuve comentando anteriormente como eso básico y humilde puede conseguir que no pares ni a pestañear mientras intentas idear cómo sortear esos obstáculos que no son nada más que unas murallas. Se podrían contar con los dedos de la mano aquellos videojuegos que desde su simpleza han servido de inspiración a otros cientos sino miles, tal como este. Desde tiempos inmemorables del Spectrum, Amstrad o Atari, casi se ha ido mapeando las categorías que a día de hoy contamos en el mundo del gaming.
Uno que se podría sumar a esa simpleza, sencillez y humildad es High Rises. Un videojuego que en el momento de instalarlo uno se pregunta la razón para que tengas tantas descargas y tan buena puntuación, para que, en el momento que empieza a subir por esos infinitos pisos, comience a descubrir que hay mucho más lo que esconde este videojuego. Y es que, aparte de subir en plan vertical hacia los cielos a través de una torre infinita, de repente, sin quererlo, te obligan a saltar de forma lateral al descubrir que hay unas obras de construcción por donde pensabas cruzas. Un videojuego que se vale de la originalidad y de los saltos para que, tal como anuncio en el encabezado de la reseña, te robe el alma para que no puedas ni jugarle.
La simpleza es el gran tesoro de High Risers
Quizás me pase en engalanar las virtudes y bondades de este videojuego pequeño en el sentido del diseño, pero muy grande en lo que esconde en su interior, su jugabilidad. Y es que la verdad es que tiene una mezcla bastante inaudita de un pequeño toque de genialidad, una pizca de originalidad y un gran aporte de aire fresco al machacado tema de los saltos, las plataformas y los endless runner.
Un juego que se puede colocar perfectamente en la memoria interna de tu smartphone para que ni pienses en desinstalarlo por meses, ya que es uno perfecto para lo casual y esas partidas que podemos echar de cuanto en tanto.
Casi se podría decir que, si el mítico Donkey Kong se cambiara a un endless runner y se cambiara al prota principal por un ejecutivo, tendríamos a High Risers pululando y dando mucho vicio para repartir. Es el protagonista principal el que tiene que bien rápido dando saltos de un piso a otro para que tengamos el cuidado de que no se abalance sobre alguno de los laterales en los que no hay muros, ya que son estos los que conseguirán que cambie de sentido y nos permitan alcanzar otras alturas y mejorar nuestras puntuaciones.
Salta, salta y salta
Lo más curioso de este videojuego es que, en vez de quedarse en un formato vertical, que seguiría enganchando de la misma forma, se ha arriesgado para proporcionar un gameplay lateral con el que da mayor diversidad a la experiencia de juego. Esto significa que, en algún momento de esa escalada por la torre infinita, podremos encontrar huecos vacíos o zonas de construcción que nos obligarán a saltar hacia los lados hasta que consigamos poner el pie en la torre lateral.
Al igual que otros juegos casuales, se sirve de la personalización de los personajes y los entornos a desbloquear para que encuentres más motivación para así batir tu propio récord. Simple y divertido son los dos adjetivos que mejor califican a este videojuego que llega con grandes dotes para convertirse en uno de los mejores casuales del año.
Lo tienes de forma gratuita desde la Play Store con los típicos micropagos.
Calidad técnica
Destacable su realización técnica y esos gráficos pixelados a los que no le faltan las gráciles animaciones de los saltos que le dan su punto para convertirse en un videojuego especial que, tal como he dicho, lo tendrás instalado durante bastante tiempo en tu smartphone.
Opinión del editor
Pros
Contras
Descarga Aplicación
WP-Appbox: High Risers (Free+, Google Play) →
El artículo Cuando un videojuego se apodera de tu alma para que no pares de jugar: High Risers ha sido originalmente publicado en Androidsis.
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Un día de sencillez y vertiginoso desenfreno en el que se nos pone ante la mecánica más simple que podamos encontrarnos. Hoy mismo ya estuve comentando anteriormente como eso básico y humilde puede conseguir que no pares ni a pestañear mientras intentas idear cómo sortear esos obstáculos que no son nada más que unas murallas. Se podrían contar con los dedos de la mano aquellos videojuegos que desde su simpleza han servido de inspiración a otros cientos sino miles, tal como este. Desde tiempos inmemorables del Spectrum, Amstrad o Atari, casi se ha ido mapeando las categorías que a día de hoy contamos en el mundo del gaming.
Uno que se podría sumar a esa simpleza, sencillez y humildad es High Rises. Un videojuego que en el momento de instalarlo uno se pregunta la razón para que tengas tantas descargas y tan buena puntuación, para que, en el momento que empieza a subir por esos infinitos pisos, comience a descubrir que hay mucho más lo que esconde este videojuego. Y es que, aparte de subir en plan vertical hacia los cielos a través de una torre infinita, de repente, sin quererlo, te obligan a saltar de forma lateral al descubrir que hay unas obras de construcción por donde pensabas cruzas. Un videojuego que se vale de la originalidad y de los saltos para que, tal como anuncio en el encabezado de la reseña, te robe el alma para que no puedas ni jugarle.
La simpleza es el gran tesoro de High Risers
Quizás me pase en engalanar las virtudes y bondades de este videojuego pequeño en el sentido del diseño, pero muy grande en lo que esconde en su interior, su jugabilidad. Y es que la verdad es que tiene una mezcla bastante inaudita de un pequeño toque de genialidad, una pizca de originalidad y un gran aporte de aire fresco al machacado tema de los saltos, las plataformas y los endless runner.
Un juego que se puede colocar perfectamente en la memoria interna de tu smartphone para que ni pienses en desinstalarlo por meses, ya que es uno perfecto para lo casual y esas partidas que podemos echar de cuanto en tanto.
Casi se podría decir que, si el mítico Donkey Kong se cambiara a un endless runner y se cambiara al prota principal por un ejecutivo, tendríamos a High Risers pululando y dando mucho vicio para repartir. Es el protagonista principal el que tiene que bien rápido dando saltos de un piso a otro para que tengamos el cuidado de que no se abalance sobre alguno de los laterales en los que no hay muros, ya que son estos los que conseguirán que cambie de sentido y nos permitan alcanzar otras alturas y mejorar nuestras puntuaciones.
Salta, salta y salta
Lo más curioso de este videojuego es que, en vez de quedarse en un formato vertical, que seguiría enganchando de la misma forma, se ha arriesgado para proporcionar un gameplay lateral con el que da mayor diversidad a la experiencia de juego. Esto significa que, en algún momento de esa escalada por la torre infinita, podremos encontrar huecos vacíos o zonas de construcción que nos obligarán a saltar hacia los lados hasta que consigamos poner el pie en la torre lateral.
Al igual que otros juegos casuales, se sirve de la personalización de los personajes y los entornos a desbloquear para que encuentres más motivación para así batir tu propio récord. Simple y divertido son los dos adjetivos que mejor califican a este videojuego que llega con grandes dotes para convertirse en uno de los mejores casuales del año.
Lo tienes de forma gratuita desde la Play Store con los típicos micropagos.
Calidad técnica
Destacable su realización técnica y esos gráficos pixelados a los que no le faltan las gráciles animaciones de los saltos que le dan su punto para convertirse en un videojuego especial que, tal como he dicho, lo tendrás instalado durante bastante tiempo en tu smartphone.
Opinión del editor
Pros
- Su originalidad
- Engancha como ninguno
- Diversidad en las mecánicas
Contras
- Que no haya más juegos con tanta originalidad
Descarga Aplicación
WP-Appbox: High Risers (Free+, Google Play) →
El artículo Cuando un videojuego se apodera de tu alma para que no pares de jugar: High Risers ha sido originalmente publicado en Androidsis.
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