
¿Qué tienen en común Dragon Ball, Óliver y Benji (Captain Tsubasa) o Ranma 1/2? Además de ser mangas y animes con un éxito que ha traspasado generaciones, los videojuegos en los que debutaron sí llegaron a salir de Japón, aunque perdiendo la licencia por el camino. En el caso de las aventuras de Goku -sin él- tuvimos Dragon Power en NES y con los Supercampeones pasó lo mismo con Tecmo Cup Soccer. Por desgracia, lo que se hizo con la obra de Rumiko Takahashi tiene delito.
El debut de Ranma, Akane, Shampoo y compañía en consolas fue a través de un Ranma 1/2: Chonai Gekitohen para SNES que no ocultaba sus similitudes con Street Fighter II, ni tampoco lo pretendía. A fin de cuentas, la pasión por las artes marciales y cómo se insufla la comedia a través de ellas es uno de los motores de la obra y parte del secreto de su éxito. Por desgracia, la traducción de su título, algo así como Combate Vecinal, es de lo poquito que no se perdió del todo en la traducción y localización del mismo juego a Estados Unidos.
Irem se hizo con la licencia del primer juego de Ranma 1/2 jamás hecho y lo lanzó en las SNES americanas en 1993. Hasta ahí bien. No obstante tenía un problema: pese a que en Europa la obra de Takahashi ya era muy reconocida, ni el manga ni la serie de televisión habían cruzado el Pacífico, con lo que aquellos personajes tan pintorescos no tenían ningún tipo de atractivo para los jugadores. Y eso, se mire como se mire, era un problema gigantesco. Sobre todo en los tiempos en los que la producción y distribución de cartuchos, en especial los de Nintendo, era carísima.
Un drama llamado Street Combat
Ante esa disyuntiva, Irem tomó una decisión valiente y decidió redibujarlo todo. El problema, y a diferencia de lo que pasó con Dragon Ball y Captain Tsubasa, es que el resultado fue desastroso. El primer gran cambio pasa por el nombre del juego y la estética. De un "Ranma 1/2 Combate Vecinal" el juego pasa a llamarse un más que genérico Street Combat en el territorio americano.
En el proceso, la estética de jóvenes artistas marciales de instituto se cambia a superhéroes excesivamente típicos, en según que caso ridículos, eliminando todas las imágenes originales y redibujando encima de cada sprite. Eso sí, manteniendo la jugabilidad original. Lo cual ya te digo que no era su máximo reclamo ni en la versión japonesa ni tampoco en la nueva versión para los Estados Unidos.

De este modo, el personaje de Ranma Saotome pasa a llamarse Steven, a secas, y en lugar de transformarse al contacto con el agua en Street Combat lucha con su armadura especial (la versión masculina) o sin ella (Ranma chica). Pero es que luego nos topamos con que los hermanos Tatewaki y Kodachi Kuno pasan de ser dos estudiantes japoneses especializados en el Kendo y la gimnasia rítmica respectivamente a un militar rubiales llamado G.I. Jim y un payaso que responde al nombre de Dozo y da extra de grima.
Quizás estés pensando en que todo lo anterior son apreciaciones personales, pero creo que llegados a este punto podemos comparar cómo era el videojuego original de Ranma 1/2 y la chapuza que llegó a las SNES americanas.
¿Y qué pasa con las versiones europeas? Técnicamente nos quedamos sin ninguno de los dos. Sin embargo, pese a que Ranma 1/2: Chonai Gekitohen fue el primer juego basado en la obra de Rumiko Takahashi, no tardó en tener secuelas y gracias a Ocean, tendríamos en España y territorio PAL el Ranma 1/2: Hard Battle (renombrado sencillamente Ranma 1/2 aquí) con una propuesta de juego muy similar, varias mejoras, nuevos personajes y, no lo vamos a negar, una portada que puedes ver como nuestra imagen principal y que, más de 30 años después, nos devuelve de un salto a aquella época.
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La noticia El primer videojuego de Ranma 1/2 sí salió de Japón, pero lo que se hizo con él fue un despropósito imperdonable fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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