La mayoría de todos vosotros coincidiréis conmigo, probablemente, en que WhatsApp es una de las más populares y más utilizadas aplicaciones de mensajería instantánea en los iPhone de Apple y cualquier otro dispositivo Android o Windows Phone, pero últimamente su servicio no para de generar conflictos y controversias judiciales.
De hecho, hace muy poco, el día 31 de Diciembre, un joven de 17 años de la India fue encarcelado por publicar contenidos terroristas, fotografías de armas y promocionar la violencia en un grupo de WhatsApp.
Pero no se trata de una noticia aislada, no, son muchísimos los matrimonios que acaban en divorcio por culpa de WhatsApp (y obviamente culpa de las infidelidades cometidas por la propia persona, sea hombre o mujer). Es más, en Italia, según las estadísticas, hasta en el 40% de los divorcios se han usado conversaciones, como prueba incriminatoria, gracias a dicha app de mensajería.
Por mencionar otro caso, en 2013 un gallego fue condenado a un año y nueve meses por acosar a su ex novia con más de 2.000 mensajes, aunque finalmente no llegó a ingresar en prisión con la única condición de no cometer delitos en el plazo de dos años.
También te puede interesar… Un fallo permite bloquear WhatsApp remotamente.
Pero los conflictos no terminan aquí; bullying, acoso sexual, amenazas de muerte, son cientos y cientos los atenuantes que pueden hacer que podamos acabar en los juzgados con una multa, una sanción, e incluso entre rejas. ¿Lo último? Ahora espiar las conversaciones de WhatsApp de nuestra pareja, amante, compañeros de trabajo o hasta familiares podría llevarnos a prisión.
Acceder a las conversaciones de otros usuarios está constatado como violación de la intimidad y constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos del artículo 197 de la ley orgánica del código penal. Así es. Por lo tanto la próxima vez que dudes de la palabra de tu pareja, amigo o familiar, mucho cuidado con espiar los mensajes de WhatsApp…
El artículo 197 dice así:
1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
¡Hasta cuatro años de prisión! ¿Qué os parece? Si queréis conocer más datos sobre esta ley, os dejamos este enlace para que os informéis bien acerca del tema.
Pero hay otros métodos no físicos para espiar los mensajes y conversaciones de WhatsApp de otros usuarios que tampoco pueden acabar muy bien, tal y como nos informan desde EuropaPress. Hay software y aplicaciones maliciosas que nos ofrecen este acceso ilegal de datos y que en lugar de ello nos podrían hacer subscribirnos a un servicio SMS Premium.
Otro método podría ser instalando una aplicación espía en el smartphone de la víctima, que ofrecería la posibilidad de copiar la base de datos de WhatsApp mediante acceso remoto, una técnica extremadamente complicada pero posible al fin y al cabo.
¿Qué opináis sobre esta noticia? ¿Creéis que es, moralmente, un delito que atenta contra la intimidad de las personas? ¿Habéis espiado alguna vez a vuestra pareja a través de WhatsApp? ¡Podéis comentar de forma anónima!
El artículo Espiar los Mensajes de WhatsApp de tu Pareja Podría Llevarte a la Cárcel fue publicado primero en iPadizate.
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De hecho, hace muy poco, el día 31 de Diciembre, un joven de 17 años de la India fue encarcelado por publicar contenidos terroristas, fotografías de armas y promocionar la violencia en un grupo de WhatsApp.

Pero no se trata de una noticia aislada, no, son muchísimos los matrimonios que acaban en divorcio por culpa de WhatsApp (y obviamente culpa de las infidelidades cometidas por la propia persona, sea hombre o mujer). Es más, en Italia, según las estadísticas, hasta en el 40% de los divorcios se han usado conversaciones, como prueba incriminatoria, gracias a dicha app de mensajería.
Por mencionar otro caso, en 2013 un gallego fue condenado a un año y nueve meses por acosar a su ex novia con más de 2.000 mensajes, aunque finalmente no llegó a ingresar en prisión con la única condición de no cometer delitos en el plazo de dos años.

También te puede interesar… Un fallo permite bloquear WhatsApp remotamente.
Pero los conflictos no terminan aquí; bullying, acoso sexual, amenazas de muerte, son cientos y cientos los atenuantes que pueden hacer que podamos acabar en los juzgados con una multa, una sanción, e incluso entre rejas. ¿Lo último? Ahora espiar las conversaciones de WhatsApp de nuestra pareja, amante, compañeros de trabajo o hasta familiares podría llevarnos a prisión.

Acceder a las conversaciones de otros usuarios está constatado como violación de la intimidad y constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos del artículo 197 de la ley orgánica del código penal. Así es. Por lo tanto la próxima vez que dudes de la palabra de tu pareja, amigo o familiar, mucho cuidado con espiar los mensajes de WhatsApp…
El artículo 197 dice así:
1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
¡Hasta cuatro años de prisión! ¿Qué os parece? Si queréis conocer más datos sobre esta ley, os dejamos este enlace para que os informéis bien acerca del tema.

Pero hay otros métodos no físicos para espiar los mensajes y conversaciones de WhatsApp de otros usuarios que tampoco pueden acabar muy bien, tal y como nos informan desde EuropaPress. Hay software y aplicaciones maliciosas que nos ofrecen este acceso ilegal de datos y que en lugar de ello nos podrían hacer subscribirnos a un servicio SMS Premium.

Otro método podría ser instalando una aplicación espía en el smartphone de la víctima, que ofrecería la posibilidad de copiar la base de datos de WhatsApp mediante acceso remoto, una técnica extremadamente complicada pero posible al fin y al cabo.
¿Qué opináis sobre esta noticia? ¿Creéis que es, moralmente, un delito que atenta contra la intimidad de las personas? ¿Habéis espiado alguna vez a vuestra pareja a través de WhatsApp? ¡Podéis comentar de forma anónima!

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