
La llegada de Deadpool al UCM convierte al Mercenario Bocazas en una rara excepción dentro de la línea que ha marcado Disney en los últimos años. Si bien no hablamos de un universo sin violencia ni exabruptos, está claro que la compañía no ha querido pasarse de la raya demasiado. Por lo que sea, eso a Gareth Ennis no le importó lo más mínimo.
Durante la publicación de The Punisher #16-17 en 2002, el guionista puso encima de la mesa una historia en la que Frank Castle se creyó que Lobezno estaba detrás de una serie de asesinatos. Dado que su responsabilidad es acabar con cualquier criminal con el que se cruce, comenzó una batalla con él en la que le sacó mucho partido a su clásica escopeta.
Para empezar, le dispara en la cara, lo cual le arranca la piel de cuajo al mutante y deja expuesta su calavera de adamantium y no paran de liarse a golpes. Lejos de sentirse satisfecho, Punisher le empapa en gasolina, pero de repente aparece un grupo mafioso, el cual es el responsable real de los crímenes, por lo que ambos forman equipo.

A pesar de unir fuerzas por una causa común, Castle cree que lo más conveniente es dispararle directamente en los testítulos a Lobezno, dejándolo fuera de combate temporalmente. Si bien consigue acabar con la amenaza a través de una buena lluvia de balas, Punisher cree que el mejor método para mantener a Logan a raya es recurrir a una apisonadora.
Se sube a ella y lo aplasta lentamente, sin importarle escuchar los gritos de dolor de la antigua Arma-X, y así demuestra que posee una frialdad inhumana y una falta total de empatía.
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La noticia Esta batalla entre The Punisher y Lobezno es tan bestia que no existe un UCM en todo el multiverso que la admita fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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