
Quienes se cuestionen si las innovaciones tecnológicas van a modificar el mundo tal y como lo conocemos, ya pueden dejar de hacerlo. Las muestras de que ese cambio ya ha llegado las encontrábamos en los champiñones modificados genéticamente en EEUU, y ahora también en el mundo de las flores mediante la intervención de la ingeniería genética.
Y es que la ingeniería genética está permitiendo lograr la creación al gusto de elementos que no son fáciles de encontrar en la naturaleza. La última muestra de esta idea es un crisantemo azul sintético, que según cuentan en Engadget, científicos han logrado crear gracias a la unión de los genes de otras dos flores naturales...
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