Hace pocos días Adrian Vovk, creador de la distribución carbonOS y colaborador en proyectos de systemd, presento una iniciativa en la cual propone transformar GNOME OS, inicialmente concebido como una herramienta para desarrolladores y probadores de GNOME, en una distribución apta para el uso diario de usuarios finales.
Con base en su experiencia (con carbonOS y GNOME OS), Adrian menciona en su publicación las propiedades esenciales que debe tener un sistema operativo diseñado para usuarios comunes y sobre todo una visión clara sobre cómo debería estructurarse un sistema operativo enfocado en usuarios finales.
- Entorno GNOME sin modificaciones:
Se prioriza ofrecer el entorno de escritorio GNOME tal como lo conciben sus desarrolladores, sin alteraciones ni personalizaciones. Esto asegura consistencia y alineación con las decisiones de diseño originales del equipo de GNOME, acompañado de un conjunto estándar de aplicaciones del ecosistema. - Instalación de aplicaciones en formato Flatpak:
Se enfatiza que Flatpak debe ser la base para la distribución de aplicaciones debido a sus múltiples ventajas, ya que permite que las aplicaciones funcionen sin problemas en distintas distribuciones, además de que integra aplicaciones de diversas comunidades como GNOME y KDE, además de que protege al usuario y sus datos frente a amenazas. - Resistencia a fallos y capacidad de recuperación:
Se propone un sistema resistente a errores provocados por el usuario o por actualizaciones fallidas, con la posibilidad de restaurar el estado anterior del sistema de manera rápida y sencilla. - Inmutabilidad del entorno base:
El entorno principal del sistema operativo es inmutable, asegurando consistencia en todos los dispositivos y confiabilidad en el diagnóstico de problemas. Las actualizaciones se realizan de forma atómica, reemplazando toda la imagen del sistema para simplificar su mantenimiento. - Seguridad avanzada:
El sistema operativo está diseñado con una sólida base de seguridad, implementando características como el cifrado de datos del usuario, arranque verificado y tecnologías avanzadas como systemd-homed, que mejora la gestión y portabilidad de los perfiles de usuario. - Pila de software moderna:
Se incluyen componentes tecnológicos avanzados como Wayland, PipeWire y portales XDG, optimizando la experiencia multimedia, la gestión de ventanas y la interoperabilidad entre aplicaciones. - Adaptabilidad para múltiples dispositivos:
La plataforma está diseñada para ser flexible y adaptable, soportando distintos factores de forma como PC, portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes. Esto permite la creación de variantes optimizadas para hardware específico. - Simplificación de decisiones para el usuario:
Se busca liberar al usuario de decisiones innecesarias, como la selección del formato de paquete para aplicaciones, priorizando una experiencia libre de complejidad técnica.
Adrian también confirmó el cese del desarrollo de carbonOS como un proyecto independiente con su propia base de paquetes. Sin embargo, el proyecto no desaparecerá, sino que se integrará al ecosistema de GNOME.
En definitiva, las distintas distribuciones se dirigen a distintos públicos y necesidades del mercado. Creo que un sistema operativo GNOME como el que he descrito aquí puede abrir nuevos frentes a nuevos usuarios que actualmente no están cubiertos por el escritorio Linux. Y dado que este sería un proyecto de GNOME, la inversión en este ámbito (como la inversión del Sovereign Tech Fund en directorios personales cifrados y rutas de arranque seguras) crea tecnologías que están disponibles para que todos los proveedores las utilicen y desarrollen, gracias al poder del software libre y nuestro amplio ecosistema.
En adelante, carbonOS se desarrollará como parte de GNOME OS o como una rama de este, redirigiendo recursos y esfuerzos al avance de GNOME OS. Ambos proyectos comparten conceptos similares sobre cómo estructurar un sistema operativo y emplean tecnologías afines. La diferencia principal radica en que carbonOS buscaba ser un sistema operativo para usuarios comunes, mientras que GNOME OS se centraba en ser una plataforma para pruebas y desarrollo.
Como recordatorio, todas estas son mis opiniones. No hablo en nombre de nadie más en la comunidad ni de la Fundación. Mi objetivo es iniciar una conversación con todos.
Finalmente, cabe mencionar que Adrian concluye que aunque la transición y construcción del nuevo sistema no será fácil, ve un potencial significativo en hacer de GNOME OS un sistema operativo que atraiga a más usuarios hacia el ecosistema Linux.
Si estás interesado en poder conocer más al respecto, puedes consultar los detalles en el siguiente enlace.
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