
La Tierra Media de Peter Jackson revolucionó el cine tras el cambio de milenio, pero antes del merecido éxito la trilogía de El Señor de los Anillos estuvo al borde del abismo (y no el de Helm). Tanto que el proyecto casi acaba siendo completamente diferente, y no para mejor, por el simple capricho de un productor. Un tipo con cara de orco... O quizás al revés. Vayamos por partes.
A finales de los años 90, Peter Jackson soñaba con adaptar la obra de J.R.R. Tolkien en tres películas. Una por cada libro, claro. Aquello era una odisea brutal que requeriría un largo rodaje, una producción mastodóntica y hacer evolucionar los efectos especiales sobre la marcha. Jackson podía con todo eso y más. Sin embargo, en el proceso un gran problema que casi tira por tierra ese sueño. Uno con nombre y apellido: Harvey Weinstein. Sí, ese polémico Weinstein.
El entonces poderoso productor de Miramax tenía sus propios planes para aquel proyecto. El más significativo: Weinstein quería condensar los tres libros en una sola película de dos horas y media. ¿Era imposible? Definitivamente no, pero el resultado habría sido muy diferente. Y no era la única idea que tenía en mente, por desgracia.
La película de El Señor de los Anillos que (por suerte) no se hizo
Cuando Jackson se resistió a las condiciones del productor de la Miramax, Weinstein lo amenazó con reemplazarlo por Quentin Tarantino o John Madden. No el emblema de la saga de Fútbol Americano de EA Sports, que conste, sino el director de Shakespeare In Love.
La influencia del productor en la Hollywood de entonces era total y el prestigio y el reconocimiento de ambos directores eclipsaba con amplia diferencia al de Jackson, con lo que absolutamente nadie, ni siquiera los espectadores, cuestionarían su decisión.
Sobra decir que la presión fue brutal y Weinstein sentenció aquello con un ultimátum: le dio solo una semana para encontrar otro estudio dispuesto a financiar el proyecto completo. Si fallaba, la trilogía de El Señor de los Anillos habría sido el enésimo intento de llevar una gran saga literaria a la gran pantalla sin el toque maestro del cineasta neozelandés o con unas condiciones que lo tendrían muy acordonado.
Tal y como reveló muchos años después el actor Elijah Wood, quien interpretó a Frodo Bolsón ( protagonista de la trilogía) el propio Weinstein acordó producir al menos dos películas, pero limitó el presupuesto a 75 millones de dólares, una decisión que, de hecho, ocultó a Jackson. Ante este panorama, el director lo intentó todo: desde un video promocional bastante impresionante a tirar de contactos e incluso filtró el guion para despertar el interés de otros estudios. La situación era drástica.
Por suerte, el proyecto fue retomado por Bob Shaye, fundador de New Line Cinema. Pero Jackson logró lo imposible y en tiempo récord, pero es que no solo se aceptó desarrollar el proyecto, sino que sería una trilogía de películas y, además, se apostaría a lo grande por hacer justicia a la obra y el universo de Tolkien. El resultado, sobra decirlo, fue un fenómeno.
La venganza de Peter Jackson
La historia tuvo final feliz para los fans de Tolkien y las películas y los mundos de fantasía, pero incluso el bonachón de Jackson no olvidó el pésimo trato que recibió del jefazo de la Miramax.
Tal y como Elijah Wood confirmó en el podcast de Armchair Expert, publicado en octubre de 2021, cuando ya se habían destapados muchos de los grotescos escándalo de Harvey Weinstein, Jackson moldeó el rostro de uno de los orcos más horrendos de El Retorno del Rey con los rasgos de Weinstein.
"Había visto estas máscaras de orco. Y una de ellas -y lo recuerdo vívidamente- estaba diseñada para parecerse a Harvey Weinstein , como una especie de "que te follen". Creo que está bien hablar de eso ahora. Ese tipo está encarcelado, joder. Que le den".
Sobra decir que, aquello fue una jugada tan sutil como brillante. Una venganza bien servida y un ejemplo de cómo el tiempo pone a cada uno en su sitio.

La trilogía de Peter Jackson recaudó casi 3 mil millones de dólares, ganó 17 premios Oscar y se convirtió en fenómeno que traspasó los cines. Weinstein, por su parte, acabó en prisión por múltiples delitos sexuales. Y Peter Jackson, sin levantar la voz, dejó su venganza inmortalizada en una máscara de látex y una escena de guerra.
Porque a veces en Hollywood, como en Mordor, las batallas más importantes se sentencian con gestos sutiles.
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La noticia Harvey Weinstein casi destruyó la trilogía de El Señor de los Anillos. La venganza de Peter Jackson fue sublime fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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