
No había jugado a DayZ hasta ahora. Es uno de esos videojuegos famosos e icónicos que nunca he experimentado porque nuestros caminos sencillamente nunca se han cruzado. Aunque sí recuerdo haber dedicado unas cuantas hora a H1Z1. Y es raro porque me suele encantar todo lo que implica zombies.
Ahora, PlayStation Plus ha tenido a bien incluir la entrega de Bohemia Interactive en los "juegos gratuitos" de agosto. Ya no había excusa posible para al menos dedicarle dos o tres horas después de acumular cientos de horas vía directos en Twitch, vídeos en YouTube y retransmisiones compartidas por amigos en Discord.
Si no sabes lo que es DayZ y quieres entrar en contexto antes de empezar a leer mi experiencia, te recomiendo echar un vistazo a una publicación que hice en 2023 donde conté los orígenes del juego, su polémico desarrollo y por qué entonces estaba teniendo un nuevo pelotazo de jugadores. Lo cierto es que el juego ha conseguido mantenerse popular a lo largo de los años.
Un desastre al que quiero volver... y no ser muy bien por qué
Lo primero que quiero decir es que el control con mando de la versión de DayZ en consolas es tan satisfactorio como limpiarse con un papel de lija después de hacer de vientre. Entiendo que adaptar un juego que requiere tantas teclas no debe ser fácil, pero en este caso creo que no cumple ni con la navegación por los menús de inventario.
Admito que no estás leyendo al más listo de la clase. Durante mi primera vida cogí un par de prendas de ropa del suelo y fui de casa en casa en un pueblecito hasta que me vio un zombie. Morí tras protagonizar en la pelea más lamentable en mi historia de jugador de videojuegos, porque encima tuve la poca vergüenza de intentar huir en vez de quedarme a luchar y morir como un par de joysticks.
El segundo intento fue un poco más relajado. Evité los pueblos y ciudades de primeras, lo que me permitió rapiñar un poco de ropa, comida y equipamiento. Pero no creas que hablo de rifles y pistolas, tenía un martillo y una azada. DayZ ha conseguido algo que no pasaba desde que descubrí Rust: que aprecie un palo con un trozo de metal como si fuese la mismísima BFG de DOOM.


En Vida Extra
Tenía un buen recuerdo de este juego de hace 12 años. Ahora no sé cómo pudo gustarme tal despropósito
Pero uno de los mejores momentos de mi experiencia vino un poquito antes de conseguir mis primeras armas. Estaba registrando un pequeño edificio y escuché pasos subiendo por las escaleras. Me invadió la paranoia y se me activó el modo psicópata.
Esperé al jugador detrás de una puerta y le solté un puñetazo nada más entrar. Retrocedió hasta el baño de la casa, claramente asustado y confundido, y nos quedamos mirando durante uno o dos segundos. Quietos. Sin hacer nada. Entonces entendí que él tenía más miedo que yo y realicé el saludo pacífico internacional: dos sentadillas rápidas y un salto. Entendió el mensaje. Repitió el saludo y siguió a sus cosas. Me sentía muy mal.
Comprendí que debía aprestarme al combate, así que conseguí algunas vendas de algunos cadáveres y me puse a repartir martillazos a caza zombie que me encontraba para practicar. A medida que sumaba protecciones (ropa, casco...), los daños eran menores. Me sentía confiado para adentrarme de nuevo en un núcleo urbano.
Estaba todo saqueado. Casi no quedaban cosas. Los únicos con loot interesante eran los zombies. Justo antes de doblar una esquina escuché un par de disparos, algunos golpes y luego silencio. Asomé la cabeza y vi el cadáver de un jugador. ¡Iba cargado hasta arriba! Mochila, comida, medicinas, una escopeta y una pistola sin munición, casco de moto... Me sentía un poco más seguro.
Tras dos horas de gameplay, los zombies de DayZ no me parecían gran cosa y los jugadores parecían un mito. Estaba disfrutando de la experiencia de supervivencia, pero no tener un objetivo ni saber lo que hacer estaba haciendo que sintiese cada vez más aburrimiento. Y es que empezar en solitario en este juego no es fácil. Al final, la muerte me llegó desde lejos. Dos disparos desde la distancia.

Cerré el juego y lo desinstalé en una mezcla de rabia y aburrimiento. Pero al rato, cuando se me pasó el calentón, quise seguir jugando. A pesar de morir sin poder reaccionar y del aburrimiento de saquear decenas de casas totalmente vacías, el gusanillo de la exploración y supervivencia zombie ha sobrevivido a mi primera experiencia en DayZ.
No he encontrado servidores PVE en consola, pero parece que en PC hay comunidades bastante amigables. Quizás el único ingrediente que me falta para disfrutar es un amigo o saber que no comparto mundo con psicópatas.
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La noticia He jugado por primera vez a DayZ tras sus más de 10 años y ha sido tan desastroso como imaginaba fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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