Como podéis ver en la tabla, las diferencias son mínimas. El nuevo HTC tiene algo menos de pantalla que sus rivales más directos, comparte procesador de gama alta, y tenemos 4 GB de memoria RAM en la mayoría. Parece que las microSD también han vuelto para quedarse, y que los fabricantes han abandonado la carrera de los megapíxeles para mejorar la calidad de las cámaras.
El HTC U 11 también comparte números en la batería, el peso y la versión de Android. También resiste a los chapuzones, también se carga a través de un USB de tipo C. Y, respecto a precio, se coloca justo entre medias de los nuevos Samsung Galaxy S8 y LG G6. Es obvio que no pretende rivalizar con los móviles chinos en precio, pero tiene una etiqueta de precio convincente en comparación a estos dispositivos.
Funciones adicionales, el alma del HTC U 11
Sin embargo, la verdadera alma del HTC U 11 está en los detalles. Las características exclusivas que lleva, como los sensores de presión en el marco, son la muestra de que HTC ha querido innovar con este nuevo dispositivo. Y todos estos detalles le van valor sobre sus rivales.
Para ser exactos, tenemos los sensores de presión, tenemos la presencia de cuatro micrófonos para grabación, y tenemos la posibilidad de usar los asistentes de voz con la pantalla apagada. HTC quiere convencernos de hacernos con uno con todos esos detalles.
Y tiene todo el sentido del mundo esta apuesta por los detalles y la innovación. Los smartphones son cada vez más y más parecidos, es difícil innovar por completo en un teléfono. Estos detalles hacen posible crear una seña diferenciadora, e intentar llevar la balanza de un lado a otro. La pregunta del millón es si HTC ha dado con la tecla en este HTC U 11.
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