Si tu conexión va a trompicones, las webs cargan a paso de tortuga y las videollamadas se cortan, puede que no sea solo cosa de tu operadora. A veces hay invitados no deseados consumiendo tu ancho de banda. Desde el móvil es perfectamente posible detectar quién está usando tu WiFi sin permiso, averiguar qué dispositivos están conectados y, si hace falta, echarlos de tu red.
Te explicamos cómo hacerlo de forma práctica y sin rodeos: apps para Android y otras plataformas, acceso al router para ver y bloquear equipos, medidas de seguridad (WPA2/WPA3, contraseñas robustas, WPS, filtrado MAC), señales de alerta que te chivan que algo va mal y hasta el marco legal en España si alguien usa tu red para actividades ilícitas. Además, incluimos trucos para la zona WiFi del móvil (tethering) y consejos de colocación y mantenimiento del router.
Señales claras de que alguien usa tu WiFi sin permiso
Hay pistas sencillas que conviene comprobar antes de ponerse en modo técnico. Una de las más evidentes es una pérdida notable de velocidad sin explicación: páginas que tardan en cargar, streaming a baja calidad o cortes aleatorios.
Otra señal útil es mirar el router: si apagas o desconectas todos tus dispositivos y el LED de actividad sigue parpadeando como si hubiera tráfico, podría haber un equipo ajeno usando tu red. Ojo, algunos dispositivos IoT (cámaras, altavoces, bombillas) se mantienen conectados, así que repasa qué tienes encendido antes de sacar conclusiones.
Cuando el problema es serio, pueden aparecer microcortes o desconexiones continuas. En un escenario extremo, un intruso con acceso a la gestión del router podría cambiar la contraseña y dejarte fuera, así que conviene actuar rápido si detectas comportamientos extraños.
Para afinar el diagnóstico, lo ideal es ver el listado real de equipos conectados. Puedes hacerlo con apps de análisis desde el móvil o entrando en la interfaz del router (192.168.1.1, 192.168.0.1 o 192.168.1.254 suelen ser las direcciones habituales). Ahí encontrarás secciones como Dispositivos conectados, Clientes DHCP o Estado de la red.
Detectar intrusos con apps en Android
En Android tienes herramientas muy potentes y fáciles de usar. La más popular es Fing, que escanea tu red y muestra todos los dispositivos conectados. Muchos aparecen identificados por marca y modelo, y siempre verás su IP y dirección MAC. Si tu router emite en 2,4 GHz y 5 GHz, conéctate a cada banda para escanear ambas y no dejar flecos.
Otra app interesante es RedBox – Network Scanner. Funciona con una lista blanca: marcas tus propios móviles, ordenadores, TV y domótica, y si aparece un dispositivo fuera de esa lista, te manda una alerta. Incluso permite programar escaneos periódicos para «cazar» intrusos en cuanto se conectan.
También existen opciones como Who’s on My WiFi o el verificador de F-Secure, que facilitan un listado por IP/MAC y, a veces, por fabricante; si dudas, puedes comprobar la seguridad. En algunas herramientas verás equipos como Unknown; no te alarmes de primeras, confirma antes si puede ser una bombilla, un Chromecast o una impresora de tu casa. Fing, por ejemplo, no requiere cuenta para el escaneo básico.
Hay apps como WiFi Inspector o incluso utilidades de tu operadora (Movistar, Vodafone, Orange, etc.) que muestran un «mapa» de equipos conectados y te dejan pausar o bloquear dispositivos desde el móvil. Es una forma rápida de tomar control si detectas algo raro.
Herramientas recomendadas por plataforma
Además de Android, hay utilidades para casi cualquier sistema que te ayudan a auditar la red con más profundidad.
- Windows: Wireshark para capturar y analizar tráfico, Nmap para descubrir hosts y puertos, Wireless Network Watcher y Advanced IP Scanner para listados rápidos con IP/MAC y fabricante.
- macOS: Who Is On My WiFi para avisos de nuevos equipos, LanScan para escaneos de red local, KisMAC como herramienta open source de análisis WiFi y Network Radar para inventario detallado.
- iOS: Network Analyzer e iNet ofrecen exploraciones completas, diagnóstico y datos del entorno WiFi con inventario de dispositivos conectados.
- Android (extras): además de Fing, puedes usar WiFi Analyzer para estudiar canales/interferencias y, con cautela, utilidades como Netcut, que permiten cortar conexión a equipos en tu LAN; su uso debe ser responsable y solo en tu propia red.
Todas estas herramientas te muestran información clave (IP, MAC, fabricante) y facilitan diferenciar equipos propios de posibles intrusos. Si ves direcciones MAC o nombres que no te suenen de nada, probablemente haya alguien conectado sin tu visto bueno.
Ver, bloquear y reforzar la seguridad desde el router
La gestión desde el router es el «centro de mando». Entra en 192.168.1.1 o 192.168.0.1 desde tu navegador (móvil u ordenador) y autentícate con tus credenciales. Si nunca las cambiaste, pueden ser admin/admin o admin/password; lo verás en la etiqueta del router. Si tienes un sistema Mesh, puede que disponga de app oficial con controles más sencillos.
Busca la sección de dispositivos o clientes conectados para ver el listado en tiempo real. A partir de ahí, tienes varias vías de actuación. La más efectiva: cambiar la contraseña del WiFi (en cada SSID/banda). Al hacerlo, expulsas a todos los equipos conectados y solo quienes tengan la nueva clave volverán a entrar.
Otra opción es el filtrado de direcciones MAC. Puedes crear una lista blanca (solo los autorizados se conectan) o bloquear MAC concretas detectadas por tus escaneos. Recuerda que el filtrado MAC no es infalible (se puede suplantar), pero añade una capa extra, útil combinada con una buena contraseña.
Imprescindible revisar el cifrado: usa WPA2-PSK o WPA3 (mejor si tu router soporta WPA3). Evita WEP o métodos antiguos. De paso, desactiva WPS, ya que puede ser una vía vulnerable de acceso «rápido». Muchos routers permiten además deshabilitar la administración remota, algo recomendable si no la necesitas.
Otras medidas que suman: cambiar el SSID para que no revele el modelo de router u operador, crear una red de invitados con clave propia (para visitas o dispositivos menos de confianza), y mantener el firmware actualizado para recibir parches de seguridad.
Colocación del router, actualizaciones y otros trucos
La ubicación física importa. Coloca el router en una zona central y elevada de la casa, lejos de muros gruesos, espejos y electrodomésticos que causan interferencias. Si vives en varias plantas, el nivel intermedio suele repartir mejor la cobertura.
Revisa periódicamente si hay firmware nuevo disponible e instálalo siguiendo las instrucciones del fabricante (TP-Link, D-Link, Netgear, Huawei, etc.). Estas actualizaciones corrigen fallos y cierran puertas a exploits conocidos.
Si durante días no vas a estar en casa, puedes apagar el router. Evitas consumos innecesarios, reduces exposición y, de paso, nadie podrá conectarse. En el día a día, considera programar reinicios esporádicos si tu modelo lo admite (algunas apps Mesh lo incluyen).
Para vigilar comportamientos extraños, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) ofrece su Servicio AntiBotnet, que ayuda a detectar tráfico malicioso asociado a redes de equipos infectados. También puedes usar el verificador de F‑Secure como comprobación adicional.
Zona WiFi del móvil Android (tethering) sin invitados indeseados
Cuando compartes Internet desde tu móvil Android, en la práctica creas un «router portátil». Entra en Ajustes > Conexiones > Conexión compartida/Compartir Internet y, con la red habilitada, verás el apartado Dispositivos conectados. Si aparece algo que no reconoces, corta acceso en el momento.
Para evitar sustos, usa una contraseña fuerte (mínimo 12 caracteres y combinación de mayúsculas, minúsculas, números y símbolos) y selecciona cifrado WPA2 o superior si el dispositivo lo permite. Apaga la zona WiFi en cuanto dejes de usarla: además de ahorrar batería, eliminas la ventana de exposición.
Si necesitas extra de seguridad y estabilidad, considera compartir por USB con tu portátil. El tethering por cable reduce interferencias y evita que terceros siquiera vean tu red compartida.
Cómo identificar y expulsar intrusos paso a paso
Más allá de las apps, el método clásico funciona siempre: entra al router, comprueba la lista de clientes y actúa. Estas son las ideas clave que no fallan para retomar el control:
- Accede al panel del router (192.168.1.1 / 192.168.0.1 / 192.168.1.254) y localiza Dispositivos conectados, Clientes DHCP o similar.
- Identifica cada equipo por nombre, IP, MAC y fabricante. Si dudas, apaga temporalmente tus propios dispositivos para ver cuál desaparece del listado.
- Bloquea el dispositivo sospechoso (si tu router lo permite) o activa filtrado MAC para admitir solo tus equipos.
- Cambia la contraseña WiFi y, si puedes, el SSID. Usa WPA2 o WPA3. Desactiva WPS para cortar accesos rápidos vulnerables.
Muchos routers y sistemas Mesh tienen app móvil de gestión que permite bloquear por MAC con un toque, programar horarios o crear perfiles por usuario (ideal para hijos e invitados). Si tu equipo lo soporta, aprovéchalo: la experiencia es más cómoda que una interfaz web espartana.
Ocultar SSID y qué implica
Si quieres una capa extra de «discreción», puedes desactivar la difusión del SSID. La red no aparecerá en el listado de redes visibles, pero ten en cuenta que no es un blindaje real: quien conozca el nombre y la clave podrá conectarse, y herramientas avanzadas pueden descubrir redes ocultas.
Para añadir dispositivos a una red oculta tendrás que escribir el nombre exacto del SSID y la contraseña. En Windows, busca «Red oculta» y completa nombre y clave; en macOS, Wi‑Fi > Otras redes > Otra; en Android, Ajustes > Wi‑Fi > Añadir red; en iPhone/iPad, Ajustes > Wi‑Fi > Otra. Es un paso más, pero reduce la exposición casual.
Contraseñas robustas y buenas prácticas
La mejor defensa es una buena clave. Evita nombres, fechas o patrones fáciles. Usa 12+ caracteres con letras (mayúsculas/minúsculas), números y símbolos. Cambia la contraseña del WiFi periódicamente y no compartas tus claves a la ligera.
Si sueles dar acceso a visitas o vecinos, crea una red de invitados con su propia contraseña y, si el router lo permite, limita esa red (por ejemplo, sin acceso a impresoras o NAS). Así mantienes tus dispositivos principales separados y a salvo.
Revisa que la clave de administración del router no sea la de fábrica; de lo contrario, cualquiera con acceso a tu WiFi podría entrar a la gestión. Y recuerda: si un día tienes dudas serias, cambiar la clave del WiFi es el método más rápido para expulsar a todo el mundo y empezar de cero.
¿Y si no hay intrusos y todo sigue lento?
Si tras revisar equipos conectados y reforzar la seguridad sigues con problemas, quizá sea cuestión de cobertura o de saturación de canales. En ese caso, usa herramientas como WiFi Analyzer para escoger el mejor canal, estudia la colocación del router o valora un sistema Mesh.
También puede que te hayas quedado corto de velocidad o latencia para el uso que haces (juegos online, 4K en varias teles, teletrabajo). Si no detectas intrusos y la red sigue renqueando, plantéate consultar a tu operador o revisar si tu tarifa actual se queda corta para tus necesidades.
Riesgos de seguridad y marco legal en España
Permitir accesos no autorizados no es solo una molestia: te expones a robo de información, malware que se propaga por la red local y, lo más delicado, a que usen tu conexión para actividades ilegales. Legalmente, acceder a una red protegida sin consentimiento puede denunciarse por la vía administrativa según el Código Penal (art. 255 y 256), con sanciones que incluyen multas de 3 a 12 meses.
Si gestionas una pequeña empresa, valora políticas y herramientas de ciberprotección (monitorización, backups, respuesta a incidentes) e incluso seguros específicos de ciberprotección para mitigar pérdidas económicas y reputacionales en caso de ataque o brecha.
Con una combinación de escaneos rápidos desde Android (Fing, RedBox, Who’s on My WiFi), comprobación en el router, claves robustas y cifrado WPA2/WPA3, más buenas prácticas como desactivar WPS, actualizar firmware y revisar la lista de clientes con frecuencia, es perfectamente viable mantener tu WiFi bajo control sin ser ingeniero de redes; y si un día notas algo raro, ya sabes qué mirar y cómo actuar con rapidez.
Continúar leyendo...