Noticia Impresión 3D para rescatar viejos inventos patentados

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Abogado de Nueva York hace modelos sobre impresión 3D sobre las patentes olvidadas en la oficina de patentes de Estados Unidos; todo con el objetivo de revivir inventos.


Seguramente las oficinas de patentes del mundo están llenas de inventos que alguien decidió registrar pero que nunca lograron ver la luz del día. El caso es que estos registros tienen una vigencia y, después de mucho tiempo de no haberlas renovado, se liberan de toda responsabilidad para poder volverse a registrar o ser utilizadas por cualquier mortal. Este es el caso que está ocurriendo en la oficina de patentes de Estados Unidos donde un abogado de Nueva York está tomando las patentes olvidadas para reproducir sus modelos con impresión 3D y dejarlas disponibles en la web. Interesante, ¿no?

Su nombre es Martin Galese y está llevando un registro de todos los inventos a los que ha decidido darle vida mediante la impresión 3D en una cuenta de Tumblr llamada Patent-able. Aquí podrás ver todos los modelos registrados, muchos de los bocetos están hechos a mano. Resulta que de los 8 millones de patentes que hay registradas en las oficinas de Estados Unidos, más de 6 millones ya son de dominio público. Muchas de las patentes que Galese ha convertido en modelos de impresión 3D pueden llegar a ser graciosos o terriblemente ingeniosos; puedes encontrar desde un cepillo para mantener el sombrero en su lugar o un aparato para aprender a usar palillos chinos.

Además de la cuenta en Tumblr, este personaje fanático de los inventos, también tiene una cuenta en Thingverse. Dentro de esta comunidad puedes descargar los modelos de impresión 3D para cargarlos en tu propia impresora y volverlos realidad. Imagina tener en tus manos un pedacito de visión de otro siglo que podría convertirse en algo totalmente funcional para el siglo XXI.

Martin Galese no sólo está haciendo justicia a los inventos olvidados convirtiéndolos en modelos para impresión 3D. Sino que también le sirve para adquirir más experiencia en su trabajo dedicado a las patentes de software. Incluso comenta en una entrevista en el New York Times que odia las guerras de patentes, pero la oficina de patentes le parece una buena fuente de información con respecto a las mentes del siglo XIX y planea seguir explorando ese inmenso mundo de inventos no concretados.

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