¿Pasas de los 20 años y no te sientes adulto? pues no estás solo. Algunos estudios ha revelado que la mayoría de las personas empiezan a percibirse como adultos después de los 29 años y esto es completamente normal.
Nuestros padres dirían que las personas de nuestra generación tienen un complejo de Peter Pan, pues a pesar de tener un empleo estable y varias responsabilidades, muchos de nosotros no terminamos de percibirnos como adultos y aún disfrutamos de cosas que muchos considerarían infantiles, como los videojuegos y las películas animadas. ¿Significa esto que somos inmaduros? ¿Cuál es la edad a la que nos sentimos adultos?
La edad de la adultez
Legalmente en la mayoría de los países se consideran adultos todas las personas que tienen entre 18 a 21 años. Sin embargo, la percepción de la adultez es una experiencia subjetiva que varía en consonancia con la cantidad de responsabilidades o ciertos sucesos importantes o experiencias en la vida del individuo y no con la edad.
Una compañía de seguros londinense hizo una encuesta a 2000 personas mayores de 18 para lograr identificar cuáles son las experiencias que delatan la adultez. Para los británicos el comprar una casa (64%), tener hijos (63%), el matrimonio (52%), decorar tu hogar (22%) y emocionarse por quedarse en casa el fin de semana (21%) son los hechos que te hacen sentir adulto. Por otra parte, esa misma encuesta reveló que hay comportamientos que te hacen sentir como un joven/adolescente: dependencia económica de los padres (42%), vivir en casa de los padres (36%), jugar videojuegos (31%). ver películas o series animadas (30%), entre otras.
Una encuesta hecha en Estados Unidos por investigadores de la Universidad Clark aplicada a individuos de entre 18 a 29 años reveló que sólo el 48,6% de la muestra se sienten completamente adultos, mientras que el 48,6% dicen sentirse adultos en algunas ocasiones y en otras no. Otra encuesta hecha en Melbourne revela más o menos los mismos resultados: después de los 29 años es que una persona comienza a percibirse como un adulto.
No sentirse adulto es normal
Las diferentes etapas de la vida (niñez, adolescencia, adultez y tercera edad) están caracterizadas por una serie de cambios fisiológicos y psicológicos. Si bien es cierto que después de la adolescencia los seres humanos ya hemos alcanzado casi por completo la madurez biológica, la psicológica dependerá de las experiencias particulares de cada individuo, así como también de la cultura y la sociedad. Es un proceso complejo, particular y no está directamente signado por la biología; así que resulta absurdo decir que todas las personas de determinada edad deberían tener tal o cual grado de madurez.
La década de los 20 hasta los 30 años es muy particular, pues es una fase de transición de la adolescencia a la edad adulta que cada individuo asume de forma particular. Hay quienes deciden quedarse en casa de los padres, formándose académicamente, mientras que otros deciden salir a trabajar y formar una familia. Si bien hay indicadores sociales de la adultez, estos se transforman según cada sociedad y cultura, además varían según cada generación. Actualmente es común encontrar personas que han decidido no tener hijos, y no por ello son menos adultas o maduras. La sociedad moderna en cierta medida favorece el retraso de estos signos sociales de adultez, pues es normal que una persona prolongue su experiencia académica, por lo que hay retraso en la incorporación al mundo laboral y las mujeres prefieren retrasar la maternidad, por ejemplo.
Desde esta perspectiva, la adultez no es un fenómeno relacionado con la edad sino con la autopercepción y el estátus social. Es decir, somos adultos en la medida en que las personas con las que te relaciones en todos los niveles te traten como un adulto; y comenzaremos a sentirno adultos cuando nuestra identidad se moldee a este rol.
Según una investigación hecha por Juan de Uriarte Arciniega para la Universidad del País Vasco, en la que hizo una encuesta a 231 personas entre los 19 y 30 años de edad, hay al menos cuatro identidades diferenciadas en esta etapa de la vida:
Los resultados confirman que en la década de los 20 a los 30 años se solapan cuatro formas de percibir la identidad propia: adolescente, adulto, ni adolescente ni adulto, en parte adolescente y en parte adulto, lo cual indica que la construcción de la identidad adulta es un proceso que evoluciona a ritmos diferentes según las personas implicadas.
Resulta interesante las conclusiones que ha arrojado esta investigación, sobre todo en lo referente a los valores que diferencian a los adolescentes de los adultos. En primer lugar afirma que el adolescente se autodefine por las carencias, lo que no tiene y que ganará en la adultez; mientras que el adulto se autodefine por lo que es, tiene y siente. Asimismo, el adolescente es dependiente en todo sentido, mientras que el adulto se percibe como autónomo e independiente; aunque aún no tenga independencia económica y siga viviendo con sus padres. El adolescente vive el momento y huye de las responsabilidades, el adulto las asume y vive proyectándose al futuro.
Probablemente ya conozcas todo esto y que lo hayas vivido en carne propia, sin embargo, es un paso importante reconocer que lo que define tu adultez no es la independencia económica o tus gustos, sino tu autopercepción y la forma en la que asumes tu vida y enfrentas retos y responsabilidades. Así que no importa si te gustan los videojuegos o las películas de Disney y superhéroes a los treinta años, puedes asumirte como adulto o seguir sintiéndote un poco adolescente, es completamente normal y en algún punto tu identidad se ajustará a tus vivencias. No es lo que pareces o como luces, eres adulto por tu actitud ante la vida.
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