La cárcel controlada por el narco nubla el panorama de Piedras Negras.
Piedras Negras era considerada como una de las diez ciudades en México con más calidad de vida, según el Insituto Mexicano de la Competitividad. Pero la ciudad tiene un problema mayor: colinda con Eagle Pass (Texas), y como ciudad fronteriza no ha estado exenta de la violencia que azota al país a causa del narcotráfico.
En el estado de Coahuila hay 2.000 reportes de desaparecidos
La coladera se destapó cuando una investigación de la Procuraduría General Justicia del Estado confirmó lo que era un secreto a voces: el centro penitenciario de la ciudad era el centro de control del grupo criminal de Los Zetas.
El colmo era que los presos entraban y salían a su conveniencia y había improvisado formas de desaparecer a los indeseables cremándolos o hundiéndolos en ácido. También desempeñaban actividades como la manufactura de trajes de combate para el cártel y el ajuste de automóviles para llevar cargamento oculto.
Centro de operaciones
Se estima que entre 2008 y 2011 al menos 150 personas fueron asesinadas entre los muros de la prisión y que los restos fueron arrojados al río San Rodrigo. Todo ocurrió bajo la complicidad u omisión de las autoridades quienes calificaron que la prisión tenía “autogoberino”.
El penal tiene una historia de extrema violencia: en 2013 José Antonio Castillo fue asesinado dentro del penal días después de que lo nombraran director.
Actualmente, decenas de mujeres buscan restos humanos a las orillas del río San Rodrigo buscando un indicio de sus desaparecidos. En el estado de Coahuila hay 2.000 reportes de desaparecidos. Las autoridades han anunciado la implementación de un análisis genético para determinar la identidad de los restos encontrados hasta ahora.
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