¿A la tercera va la vencida? Ryu, Ken y hasta el mismísimo M. Bison regresan a los cines, y su propuesta no tiene nada que ver con el entrañable despropósito capitaneado por Van Damme o la decepcionante precuela de Legend of Chun-Li: el primer avance de la nueva película de Street Fighter es un disparate de dimensiones tan grandes que ni siquiera parece una superproducción de Hollywood. De hecho, lo mostrado me recuerda un poquito a esos tráilers de la WWE y las películas de artes marciales que podías encontrar casi escondidas en los videoclubs de los 90s. Precísamente por eso ya me ha conquistado.
El adelanto fue mostrado en los Game Awards 2025 y compartido en el canal oficial de Street Fighter, pero incluso en esas un buen amigo de la infancia me preguntó por Whatsapp si se trataba de una de esas ideas locas generadas a través de la Inteligencia Artificial. Siendo justos, el hecho de que 50 Cent haga de Balrog y Jason Momoa interprete a Blanka se presta a que pensemos en ello.
Ahora bien, que se dedicase cada segundo de metraje ofrecido de Street Fighter La Película a mostrar las mismas poses de combate, los icónicos movimientos especiales de cada luchador y hasta una maldita fase de bonus no solo suma puntos adicionales, sino que refleja todo lo que las otras adaptaciones hicieron mal. Y esta, sin las mismas pretensiones, ya lo está bordando.
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Dicho esto, hubo consenso entre aquellos que vivimos el fenómeno de los World Warriors en las mismas recreativas de Málaga. Esas a las que les metía casi todas las monedas de 25 ptas. que caían en mis manos: "¡Habrá que verla!". De hecho, compartieron mi reacción: el impulso irracional de necesitar averiguar un poquito más de esta nueva película. De concretar la fecha de su estreno. Y, por mi parte, de despejar el 16 de octubre de 2026 del calendario con casi un año de antelación. Si sacan un palomitero especial, te aseguro que acabará en casa.
Y es que como dijo con todo el acierto del mundo un amigo de mi infancia (un saludo, Ale) que también compartió el fenómeno, a lo mostrado solo faltaba Raul Julia. Yo le respondí, que no descartaba que Kylie Minogue, la Cammy original, hiciese un cameo. Podría hacerte un monográfico solo de la cantante australiana, pero en esta ocasión me baso en el culto al detalle que pasaba desapercibido entre tanta tollina. De modo que la gran duda se plantea sola: ¿Será una buena adaptación del videojuego... o no lo necesita?
Street Fighter, La película quizás no necesita ser un "modo historia"... sino espíritu arcade
Hay franquicias que, por más que intenten reinventarse, nunca logran desprenderse de su aura de exceso. De hecho, sería un enorme error y, en base a lo que se ha podido ver, queda bastante claro que esta producción, dirigida por Kitao Sakurai y escrita por Dalan Musson, no pretende ser una adaptación solemne o apostar por la acción al estilo de Michael Bay o de Marvel Studios: el gran plan es darle al espectador un espectáculo desbordado de energía, color y combates imposibles. Es más: ¡Guile ejecuta una Patada Flash y hace que su rival atraviese la pared!
Que conste que Street Fighter, La película tiene una trama. Una aparentemente más elaborada que las rencillas de los combates de lucha libre que se emitían las mañanas de los findes de semana. Y ojo, que el primer golpe da justo donde nos duele a los nostálgicos: el filme se ambienta en el año 1993 y su la trama sigue a Ryu (Andrew Koji) y Ken (Noah Centineo), reclutados por Chun-Li (Callina Liang) para participar en el mítico World Warrior Tournament. Es más, si prestamos atención a los decorados podemos ver detalles al respecto de este súper evento a escala internacional promovido por una organización perversa.
Y es que, para sorpresa de absolutamente nadie que haya jugado a cualquier juego de lucha, lo que parece un torneo de artes marciales se convierte en una conspiración letal que obliga a los luchadores a enfrentarse entre sí y a sus propios demonios. De hecho, lo último es completamente literal dado que el luchador profesional Roman Reigns hará de Akuma / Gouki. Y, en el proceso, veremos escenarios como el callejón de la portadilla del Street Fighter II de SNES o la mítica fase de convertir en chatarra un coche casi nuevecito. Puro fanservice.
Ahora bien, tu, yo y Paramount Pictures saben que para conquistar a los fans necesitas más que disfraces y tramas que pueden o no tomarse en serio. El primer tráiler muestra peleas coreografiadas con un tono "over the top", un ritmo que evoca al material original y un reparto que, además de un parecido sensacional, parece sacado directamente de las recreativas y que reúne a actores y especialistas que han trabajado en proyectos tan diferentes como un David Dastmalchian como M. Bison y el wrestler Cody Rhodes como Guile.
Y, entre tú y yo, pese a que esta vez Mike Tyson no hará un cosplay de sí mismo, hay que reconocer que a 50 Cent le queda el personaje de Balrog hecho a medida. Sobre todo cuando el conjunto abraza una estética que no teme al exceso y que, precisamente por eso, resulta más honesta con la esencia del juego.
El auténtico espíritu de los videojuegos... Y algo más
Por mucho que haya evolucionado la saga Street Fighter, tanto en los juegos como en los cómics de Udon, su esencia y razón de ser jamás giraron en torno a conspiraciones políticas realistas ni sobre dramas familiares profundos. Si somos justos, todo se reduce a personajes movidos por la ambición, la venganza o una necesidad innata de probar su fuerza contra los mejores artistas marciales de todo el mundo.
Pero, sobre todo, la saga de Capcom fue y sigue siendo un festival de personajes extravagantes, estilos de lucha imposibles y escenarios repletos de espectadores vitoreando. Y todo eso dice presente alto y claro en el filme de Kitao Sakurai.
Elementos que, si somos justos, no se supieron aprovechar en las dos adaptaciones previas de Hollywood. La de 1994 con Jean-Claude Van Damme era un filme bélico flojo en el que los World Warriors le daban un toque de color, y la de 2009 liderada por Kristin Kreuk pecó todavía más de lo mismo: querer encajar la saga en moldes narrativos convencionales, diluyendo la locura visual y la identidad de los personajes.
Como resultado, la primera se convirtió en un pastiche camp involuntario; mientras que la segunda, en un thriller genérico que apenas recordaba al videojuego.
La nueva película, en cambio, abraza el disparate como virtud. Desconocemos qué tipo de guion tendremos, pero nos ha quedado claro que no se busca realismo, sino recrear la atmósfera de los combates callejeros y los torneos imposibles que definieron a Street Fighter II. Porque lo visto en el tráiler recupera esa esencia que toda una generación experimentó en arcades y consolas, con luchadores que parecen caricaturas vivientes, combates que desafían la física y un tono que mezcla las artes marciales y el humor.
Pero es que, además, los pósters oficiales muestran caracterizaciones que parecen calcadas de las piezas de arte originales. Esa fidelidad estética y narrativa es lo que la diferencia: no intenta justificar lo inverosímil, lo celebra.
El Round 3 de Street Fighter en los cines tiene fecha. Y no faltaré a la cita
Si lees VidaExtra a diario sabes perfectamente que disfruto del buen cine, que tengo poquita tolerancia a los Idiot Plots y que, soy un profundo enamorado de la saga Street Fighter de Capcom. Pero también confieso abiertamente cuando me lo paso bomba con una película que no es buena, pero logra golpear en los puntos acertados. Como la nostalgia, como la de ofrecer una acción digna del videojuego y, sobre todo, ante el desafío de ganarse al espectador de manera atrevida y audaz.
¿Eso significa que Street Fighter y la narrativa no pueden funcionar bien juntos? En absoluto: la película de animación de Street Fighter II es el cenit de los juegos de lucha llevados al cine, y la serie web de Street Fighter: Assassin's Fist está hecha con un cuidado excepcional. Pero, siendo justos, pese a que la película de Van Damme sigue generando medio millón de dólares cada año para Capcom, quienes acudimos al cine salimos viendo los mismos pajaritos que tienen los luchadores al quedarse atontados. Eso sí, con el tiempo (y la nostalgia) muchos acabamos atesorando aquel despropósito.
Y es que en un Hollywood obsesionado con darle un nuevo giro a sus franquicias, a veces poniéndolas en las peores manos, resulta refrescante ver una producción que se atreve a ser descaradamente fiel a la cultura arcade. Porque si algo conquistó a millones de jugadores en los noventa fue la sensación de estar participando en un torneo mundial donde todo podía pasar: desde un indio que se teletransportaba haciendo yoga hasta ruso que, tras agarrarte, se elevaba cuatro metros de un salto dando giros para enterrar tu cabeza en el cemento del suelo.
Insisto, una última vez: la nueva película de Street Fighter luce tan, pero tan disparatada... ¡Que me resulta irresistible! Y eso no alivia la espera que tendré por delante: Paramount y Legendary han programado el estreno para el 16 de octubre de 2026. Y pese a que no parece una gran superproducción de Hollywood en el sentido tradicional: eso es exactamente lo que la hace atractiva. Su manera de renunciar a todo lo que la haría merecedora de un Oscar y abrazar el exceso. Un paso que, lo mires como lo mires, acerca el resultado más al espíritu del videojuego que cualquier adaptación previa.
En octubre te diré si los espectadores y los fans somos los vencedores de este tercer round de la saga de Capcom en los cines, pero lo mostrado de Street Fighter ya me ha conquistado. Porque ya tenemos suficientes sagas de acción, pero muy pocas veces hemos tenido un legítimo homenaje a los combates arcade que definieron a toda una generación. Y en ese exceso, en esa fidelidad desvergonzada, está su mayor virtud.
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La noticia La nueva película de Street Fighter luce tan, pero tan disparatada... ¡Que me resulta irresistible! fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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