Noticia Las aerolíneas condenan a muerte a los comparadores con su nueva medida

Iberia.jpg



Iberia, British y otras tantas aerolíneas cobrarán un recargo a los billetes que no se compren por sus canales de venta, lo que supone la muerte de los comparadores.


Las aerolíneas quieren quitarse de en medio a los intermediarios, al menos, en lo que la venta de billetes se refiere. Actualmente, una de las bondades de las webs de reservas de vuelos online reside en que los precios suelen ser idénticos en las webs de las aerolíneas y, además, ofrecen servicios de valor añadido como comparar precios o adquirir servicios adicionales; al igual que las agencias de viaje que también funcionan como canal de venta.

No obstante, parece que las aerolíneas quieren eliminar a estas webs de la ecuación y acercarse aún más al pasajero en lo que a la venta de billetes se refiere. Por un lado, el total del precio del billete, si se compra directamente a la aerolínea, va a las cuentas de estas, sumado a la parte de comisión (y de ingresos por publicidad) del intermediario, pues no olvidemos que de ahí procede de la comisión que reciben de las aerolíneas por cada venta.


Hasta ahora, el modelo de negocio era un win-win: por un lado, los comparadores y agencias reciben ingresos por la venta de billetes que en muchas ocasiones recibía un precio especial por reservas anticipadas y pago inmediato y, por el otro lado, las aerolíneas sumaban un canal de venta adicional sin necesidad de desplegar infraestructura propia y, en los principios de la venta online, incertidumbre de por medio: estaban menos expuestas a realizar grandes inversiones cuando el retorno del canal era muy limitado.

Ahora, las cosas han cambiado y la mayoría de los pasajeros ya compran sus billetes online. El camino, hasta ahora allanado por las agencias y las webs de venta online, puede considerarse una barrera desde el momento en el que el consumidor ha adquirido la costumbre de comprar los billetes online. Las aerolíneas ya tienen su infraestructura desplegada, tanto en web como en móvil, y además ofrecen servicios adicionales de hotel, alquiler de coches o paquetes vacacionales en destino que era uno de los valores añadido de los comparadores y agencias.

Además, las aerolíneas tienen más información respecto al comportamiento del consumidor, inteligencia en tiempo real y mayor información para planificar su estrategia operativa en términos de tráfico. Es por ello que el cambio de paradigma será el que vaya a sacudir un modelo de negocio que ha experimentando una concentración de servicios en manos de los que tienen mayor nivel de negociación, las aerolíneas.


Un recargo para todos los billetes vendidos por canales diferentes a los propios de las aerolíneas

Llegados a este punto, las agencias y los comparadores se han convertido en una barrera frente a su necesidad operante no hace muchos años. Ahora, las aerolíneas quieren pasar, con toda lógica, a concentrar el poder y los servicios adicionales a la vez que aumentan la incertidumbre frente al futuro de estos comparadores. Las primeras que han anunciado el primer paso para librarse de los comparadores y agencias han sido las de IAG: Iberia y British Airways cobrarán a partir de noviembre un recargo a los pasajes que no se reserven a través de sus canales tal, como recoge El País. Y no es la única: Ryanair ya anunció lo propio.

En un mercado de costes como el de las aerolíneas, el recargo para todo lo que no sea la compra a través de su canal significa la muerte para los intermediarios y la concentración del poder de negociación hacia los que tienen la sartén por el mango: las aerolíneas. Y es que la moraleja del asunto es más sencilla de lo que parece: los comparadores y agencias necesitan, sí o sí, a las aerolíneas pero no viceversa. Y puestos a contar inversiones multimillonarias y optimización de costes, es justo que el César quiera comerse toda la tarta.

Continúar leyendo...