
Mientras lees estas palabras tanto Sony como Microsoft están trabajando en sus ya anunciadas próximas consolas de videojuegos. No solo en su tecnología, lo cual condicionará su precio y el aspecto de lo que ocurra en pantalla, sino también en las prestaciones que deberán definir la nueva experiencia de juego. O, si lo prefieres, el salto generacional. Con Nintendo Switch 2 ya disponible, es hora dejar claro qué se debe pedir y aquello que ha de dejarse atrás.
Te confieso que me da un poco igual si alguna de las próximas PlayStation o Xbox acaba teniendo forma de pelota -aunque sería muy curioso-, pero hoy lo que realmente me preocupa es que el reclamo sea jugar exactamente a las mismas cosas que hay o se están haciendo, pero un poquito mejor. Ante ese panorama, la pregunta se hace sola: ¿cómo deberá ser la décima generación de consolas?
Vaya por delante que en VidaExtra ya nos hicimos la misma pregunta en marzo de 2019 y, ojo a esto, prácticamente acertamos en todo: la novena generación asentó la retrocompatibilidad, el juego cruzado o una gran remodelación de los servicios de videojuegos. No es que sea adivino, sino que se trataba de necesidades que hoy están plenamente integradas en nuestras vidas. Para nosotros como jugadores, por supuesto, pero también para los fabricantes: ¿qué hubiese pasado si PS5 no ofreciese retrocompatibilidad?
Que no se me malinterprete: a diferencia de entonces, PS5 y Xbox Series X/S no están todavía en su ocaso. A nivel comercial todavía hay una luz de faro llamada GTA VI que, por cierto, está llamado a exprimir lo que cada sistema puede dar frente al otro. Y pese a ello, no podemos perder la perspectiva: por muchas características que tenga una consola, solo Rockstar es capaz de aprovechar la diferencia de PS5 Pro o sacarle mejor partido a funciones como el Quick Resume o el poder jugar online a nuestros propios juegos de Xbox.
Con eso establecido, y dando por sentado que no se perderán pasos al frente como la retrocompatibilidad, te hemos elaborado un listado con diez cosas - todas ellas verdaderamente razonables- que espero encontrar en la próxima generación de consolas.
Índice de Contenidos (7)
- Hablemos de los mandos, de su batería y... ¿del efecto Hall?
- Lo de elegir entre calidad y fluidez ya no tiene gracia: deberíamos tener 8K y sin límites de FPS
- ¿Comprarla por partes? ¡No, gracias! Ni siquiera la base
- Siete funciones que ya existen y supondrán un salto generacional
- No te olvides del formato físico (aunque tenga los días contados)
- Si hay saltos inter-generacionales, que valgan la pena
Hablemos de los mandos, de su batería y... ¿del efecto Hall?
Empiezo con un duro golpe sobre la mesa: quiero recuperar la sensación de estrenar un mando premium nada más sacarlo de la caja de la consola en lugar de tener que comprarlo aparte y, además, una garantía de que sus novedades van a usarse durante toda la generación. No es algo imposible: eso mismo lo vivimos generaciones enteras al estrenar la Nintendo 64 o Dreamcast.
Que no se me malinterprete: el DualSense de PS5 fue una potente evolución, pero toca recordar que durante tres generaciones Sony se dedicó a actualizar el DualShock. Otro tema aparte es si los sticks simétricos son más una cuestión de marca o se hace por los fans. Sin embargo, de cara a lo básico no todo va en función de la ergonomía o diseño: no es una locura plantear que los mandos tengan una autonomía decente y que blindar sus sticks del efecto Drift. Por ejemplo, a través del efecto Hall.
Que conste que prefiero cambiar las pilas y cambiarlas cada semana y media (juego mucho) a tener que enchufar el mando todos los días y cada vez más y de manera progresiva con el tiempo. Sin embargo, el último punto clave aquí sería ofrecer mandos versátiles más allá de las consolas: que sean fáciles de adaptar a diferentes dispositivos vía conexión wifi como el mando de Amazon Luna agilizará que podamos continuar nuestras partidas en móviles o en otros dispositivos. Ya llegaremos a ese punto.
Lo de elegir entre calidad y fluidez ya no tiene gracia: deberíamos tener 8K y sin límites de FPS
La razón de ser de PS5 Pro es que el jugador no se vea en la tesitura de tener que escoger entre juego a resolución 4K y una fluidez en las acciones a 60 FPS. La otra realidad es que esa doble pretensión se cumple en muchos juegos, pero sería decepcionante que Sony y Microsoft prometiesen lo mismo tres generaciones seguidas y que las desarrolladoras se topen, más de diez años después de PS4 y Xbox One, con que no están preparadas para darlo.
No se le puede reprochar a los fabricantes aquello que no logran las partes que deberían optimizar los juegos, que conste, pero sí ofrecerles todas las facilidades para que lo logren desde los propios kits de desarrollo. Ahora bien, pese a que por el camino hemos ido añadiendo mejor tecnología, incluyendo trazado de rayos o sonido envolvente, ¿hasta qué punto es pretencioso pedir que se puedan ayudar a mejorar los resultados como en las tarjetas gráficas de PC de hace un par de años? O, como mínimo, poner un énfasis en desbloquear la tasa de FPS.
Porque si quisiese pecar de optimista encontraría lógico que en un par de años el juego en la nube fuese estable, a 4K y con 60FPS para asegurar la experiencia competitiva pero, llegados a este punto, que esas sean las características por defecto de los juegos de la décima generación sería decepcionante. Para las nuevas consolas y todavía más para las actuales.
¿Comprarla por partes? ¡No, gracias! Ni siquiera la base
Puedo entender que si quieres jugar a la Realidad Virtual desde PlayStation te compres PSVR2 aparte, pero todavía no termino de asimilar que las pestañas para poner una consola de pie no se incluyan en la caja. Sobre todo, cuando el precio es cada vez más caro.
Soy consciente de que los que diseñan los contenidos del paquete deben hacer malabarismos absurdos de presupuesto y que, además, desde hace más de 40 años las consolas tienden a venderse con ciertas pérdidas ya que al final se recupera la inversión a través del software (o lo servicios) pero el hecho de no incluir un lector de discos o disponer de menos almacenamiento debería abaratar la sobremesa, no disparar el precio de aquella que lo ofrece.
Dicho de otro modo: ya no se trata de ofrecerme un precio competitivo que me haga early adopter, sino de que tener en cuenta qué va a necesitar el jugador. Y pese a que tanto Xbox como PlayStation ofrecen soluciones diferentes para expandir su memoria interna, el almacenamiento debería dejar de ser un problema. Y tener que gastar mucho más (y hasta usar un destornillador) para combatirlo quizás no sea la mejor solución.
Siete funciones que ya existen y supondrán un salto generacional
A la hora de diseñar una consola no solo tienes que tener en cuenta su hardware, sino cómo sacarle partido. De hecho, como verás, tengo toda una batería de peticiones que deseo que se implementen de cara a las siguientes consolas de Microsoft y Sony.
- Compartir juegos en digital, como se hace Steam y Switch 2
- La evolución del Quick Resume: poder tener varios juegos abiertos, retomar la partida al instante y, además, que llevarmela a otro dispositivo como en Luna
- Que lleguen ya los mods en consolas. No de manera puntual, sino a través de plataformas dedicadas como Steam
- Mis partidas dónde quiera: que llegue la era del Cross-Save. Aunque esto ya depende más de las desarrolladoras (claro) toca recordar que solo Microsoft ofrece guardado en la nube gratis
- Más y mejores herramientas para compartir contenidos: mejores integraciones de Twitch o Sopotify, pero también maneras de llevar vídeos y capturas a otras plataformas
- Dame un espacio compartido y que no lo tenga que buscar fuera. Discord se ha convertido en la red social interna y Fortnite está evolucionando en una especie de metaverso. ¿Es posible aspirar a una plataforma común para grupos de todos los sistemas?
- Que pagar por tu online valga más la pena. Los incentivos de los juegos del mes ahora son de PlayStation y en Xbox tienes acceso al Game Pass Core. Pero, ¿es posible integrar un mejor servicio de fidelización?
No te olvides del formato físico (aunque tenga los días contados)
Los datos están ahí: lo digital se impone poco a poco a los juegos en disco o cartucho. De hecho, no incluir lectores abarata la fabricación de las consolas. Sin embargo, en PlayStation es la única manera de regalar un juego sin tener que recurrir a hacer un desembolso con una tarjeta de prepago.
No es una cuestión de romanticismo hacia el formato físico, que conste. De hecho, los datos en los discos, como cualquier soporte físico, tienen su propia caducidad. Sin embargo, salvo que se implemente un sistema como las tarjetas de juegos de Nintendo Switch 2 o un sistema similar al de préstamo de Steam, son la única manera de poder compartir los juegos. O venderlos de segunda mano.
Si hay saltos inter-generacionales, que valgan la pena
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La noticia Las siete cosas que le pido a la próxima generación de consolas fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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