Quizás me llamó la atención porque su nombre me recordaba a ese placer culpable que siento al ver "Hackers" (Iain Softley, 1995). Una película algo distópica y extravagante con la que quisieron hacer cool la seguridad informática - cuando en realidad es una sucesión monótona de comandos sin vida en un terminal. Aquella peli contaba además con una jovencísima Angelina Jolie y de alguna forma, llevaba al extremo el elegante mundo de Tron (Steven Lisberger, 1982), otra de mis pelis de culto.
No miré mucho más. "Piratas de Silicon Valley" me parecía un nombre horrible incluso para una película de sobremesa, pero la alquilé pensando que quizás simplemente fuera entretenida sin más pretensiones. La reservé para la cena, un bocadillo normalito - quizás a la altura de mis expectativas con lo que iba a ver. Mientras daba los primeros bocados, la primera escena. La miré de reojo, sin mucho interés, tenía hambre.
Steve Jobs, sin avisar. Y después el rodaje con Ridley Scott del anuncio de la Superbowl de Apple donde anunciaron el Macintosh en 1984. ¿¡Cómo!? ¿¡Qué es esto!? Dejé de cenar inmediatamente, busqué en Internet. Y entonces vi un pequeño fragmento de la MacWorld de 1999 donde Jobs invitó al protagonista a hacerse pasar por él en una keynote. Volví a la película como un resorte. Creo que olvidé el bocadillo. Las siguientes escenas me dejaron impresionado de muchas formas, como quien descubre un tesoro sin buscarlo. Al final no cené, y aquella película acabó convirtiéndose en algo sobre lo que sigo escribiendo casi veintitrés años después de aquel día.
Hubo dos películas que quisieron aprovechar el momento y no la historia
Es probable que ninguna película sobre Apple nos guste nunca. No sólo porque la historia de la compañía es amplia y compleja, también porque todos nos consideramos parte de su historia en cierto modo. Muchos hemos crecido viendo keynotes, disfrutando de los lanzamientos o esperando un último One More Thing de Steve Jobs - por lo que sentimos esa cercanía hacia la marca.
La manía por meter con calzador al actor de moda en las superproducciones empeoró las dos películas - que preferían aprovechar el momento después del fallecimiento de Jobs, a la historia que estaban contando
Poco tiempo después del fallecimiento de Steve Jobs, se presentaron dos proyectos en forma de sendas películas que explorarían la vida del genio. Aquí hubo tres cosas que me mosquearon. La primera de ellas, es no conocer nada de estos proyectos que parecían aprovechar la muerte de Jobs. La segunda, que ambas exploraban exactamente la misma etapa de su vida: la creación de Apple hasta su regreso a finales de los noventa.
La tercera, esa maldita manía de meter con calzador el actor de moda de Hollywood como protagonista. Al menos Kutcher tenía cierta similitud con Jobs y la caracterización hizo un esfuerzo por recordarnos su apariencia. Michael Fassbender, al que considero un actorazo en otros papeles, no encajaba con la apariencia de Jobs y nos desconectaba de la historia. Daba la impresión de ser una caricatura, mas bien.
Ambas películas nos pueden parecer entretenidas por momentos, sobre todo “Jobs” (Michael Stern, 2013) que aunque no trata la historia con fidelidad sus personajes pueden llegar a convencernos por momento. Se nota el esfuerzo de Kutcher por llevar el peso del film.
La segunda, “Steve Jobs” (Danny Boyle, 2015) es directamente un desastre si sois aficionados al mundo Apple. No es una mala película cinematográficamente hablando (se nota la mano de Aaron Sorkin), pero se aleja tanto de la apariencia, personajes y toma tantas concesiones para presentar la historia en tres tramas artificialmente forzadas que sólo la disfrutaremos si nos olvidamos que habla sobre Apple.
Piratas de Silicon Valley, la sorpresa en 1999
Cuando escribí mi crítica sobre “Jobs” en Applesfera, uno de los comentarios me reprochaba que no hubiera mencionado nada sobre “Piratas de Silicon Valley”. Y tenía toda la razón. Cuando pensé en ello, me di cuenta que inconscientemente separé aquella película de estas dos: como si jugara en otra liga, o fuera otra cosa.
En hora y media, "Piratas de Silicon Valley" es capaz de desarrollar los puntos claves de la historia de Apple y engancharnos a un relato que en realidad es complejo y con muchos matices
Y en realidad, como película, tampoco es gran cosa. Mas bien parece una producción para la sobremesa de cualquier fin de semana. Pero tiene algo de la que carecen las otras dos: trata a la historia sin tomársela demasiado en serio, y nos trae a todos los personajes de una forma honesta - con sus sombras pero también con sus luces, no todo vale - de forma que nos los creemos. Nos hace partícipe de la historia, porque pone imágenes y sonido a la historia de conocemos de Apple de una forma muy cercana.
El guión utiliza la técnica de “falso documental” a veces, pero no abusa de ella y nos permite guiarnos por la historia con unas certeras voces en off con más detalles que complementan a los planos que vemos en la pantalla. Es además una película que recorre los momentos clave para los aficionados a Apple pero también explora los conflictos entre los personajes, para cualquier entusiasta de la tecnología.
La presentación del Macintosh, los años locos de universidad, la creación de Apple y los momentos duros antes de NeXT también están ahí y cuentan con todos los protagonistas. Uno de los puntos importantes de esta producción es la cantidad de personajes de la historia que nos encontramos en el film: interpretaciones que van desde el mismísimo director Ridley Scott, hasta John Sculley, Daniel Kottke o Paul Allen. Y un magnífico Bill Gates, con gran peso en la historia (como pasó en la vida real).
Entre los protagonistas destaca un Noah Wyle en plena forma que no sólo se parece a Jobs: es que lo vemos a él en pantalla. Sus gestos, su carácter, su mirada… es casi todo lo que esperaríamos encontrar en una interpretación de Jobs en pantalla. De hecho, su actuación llegó hasta el mismísimo Steve Jobs que lo invitó a presentar una keynote real, para trollear a los asistentes: nada más y nada menos que la MacWorld en julio de 1999 en Nueva York. Aquello desató una ovación entre el público y una conversación divertidísima entre el auténtico Jobs (al que le llegó a preguntar si seguía siendo virgen, una frase importante de la película), antes de presentar dispositivos como el primer iBook.
Un viaje por Apple, sin más (ni menos)
En España, no está disponible en ningun servicio de streaming (de momento), pero merece la pena buscarla en DVD. En la hora y media que dura la película, la historia es capaz de ponernos en contexto antes de la creación de la compañía - mostrándonos las motivaciones y las características únicas de cada uno de los personajes. Quizás Joey Slotnick no sea el mejor Wozniak en pantalla pero es una buena replica al Jobs de Wyle - y la historia aún así se mueve más allá de ellos.
También encontraréis momentos míticos como las ferias de informática con el primer Macintosh, los momentos duros de Jobs con Chris Brennan - la madre de su hija Lisa - y su tormentosa relación. Echo en falta ahondar aún más en los equipos de creación del Macintosh y Lisa, que aunque los encontramos en la cinta, parecen meros figurantes. Quizás para ello haría falta más de una película.
La película es mucho más que la suma de las partes: de momento es la que mejor ha sabido transmitir una historia tan compleja y con tantos matices como la de Apple
No es la película perfecta sobre Apple, ni sobre Jobs - no creo que nunca se pueda hacer algo así por la profundidad de la historia - pero sin duda es un guión divertido de ver con guiños al mundillo que quienes aún no hayáis visto, seguro que disfrutáis y os suelta alguna sonrisa cómplice en algún momento. Yo es la única que vuelvo a ver de vez en cuando, precisamente por ello.
El mejor momento sobre Apple en una serie
Actualizo este artículo porque la historia de Apple no sólo se muestra en películas. La compañía ha tocado de forma tan profunda el mundo de la tecnología y nuestra sociedad, que es normal ver como la marca aparece entretejida en otras historias - más cerca o más lejos del tema de la informática.
Cuando me preguntan sobre cual es la mejor serie para entender el mundo Apple, siempre recomiendo la excelente Halt and Catch Fire (estuvo disponible en Filmin durante un tiempo). Esta historia no habla de Apple en primer plano, pero explora el contexto de Silicon Valley en los convulsos años 70 y 80. La serie explora de forma elegante, cruda y valiente todo lo que ocurrió durante aquellos años en el Valle, desde los ojos de una ficticia empresa de tecnología.
El episodio 9 de la primera temporada tiene un final memorable para todos los que somos aficionados al mundo Apple. El protagonista, descubre en una de las ferias de informática de la época el lanzamiento del Macintosh - que se muestra antes del lanzamiento en una habitación de hotel ante un público que literalmente no cree lo que está viendo.
Joe MacMillan (interpretado por un magistral Lee Pace) tiene su propio producto pero al descubrir las capacidades del último modelo de Apple se queda con la boca abierta. Los asistentes están ante un ordenador con interfaz gráfica y un revolucionario interfaz para moverse por la pantalla: el ratón.
La escena está pensada para exaltar lo que sentía quienes veían aquello por primera vez, en aquella época. Flanqueado por unas tenues velas alrededor - como si de una experiencia mística se tratara - aquel Macintosh incluso podía hablar. Esta escena es importante para la serie porque dice mucho de los movimientos de los protagonistas en las siguientes tres temporadas. Si tenéis oportunidad, no os las perdáis.
En Applesfera | Bicicletas para la mente: un nuevo libro imprescindible para conocer a fondo Apple y las increíbles historias de la tecnología
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La noticia Llevo 18 años hablando sobre el mundo Apple. Esta es la única película y la única serie que recomiendo para entenderla fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
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