Muchos, simplemente, los ignoran sin recaer en ellos, como un automatismo creado tras horas y horas de ‘patearse’ la web. Otros les dan unos décimas de segundo para comprobar si el contenido es de su agrado pero rápidamente devuelven la vista a otras esquinas de las webs. Cada vez los internautas están más familiarizados con los ‘banners‘ y demás formas de anunciarse en internet. Desde hace unos años, el debate ha estado servido: ¿es demasiada invasiva la publicidad? ¿cómo aumentar la efectividad sin molestar a los usuarios? ¿y sin publicidad, cómo podrían sobrevivir miles de medio en internet para seguir publicando información de calidad?
Google Contributor, unos dólares por no tener anuncios
Pensando en esto, Google, uno de los reyes de la publicidad en la red, lanzó una idea peregrina el pasado mes de noviembre que pasó algo desapercibida para algunos sectores. Se trata del programa ‘Contributor’ (contribuyente), que básicamente consiste en que el usuario podría colaborar mensualmente con una cuota variable para tener menos publicidad a la hora de navegar en internet.
El dinero recaudado se reparte en parte entre las arcas de Google y los sitios afiliados al programa. Como si de una campaña de ‘crowdfunding‘, salvando las diferencias, se aporta a la viabilidad de un proyecto a cambio de un beneficio. Este programa, al que la empresa responsable del buscador más utilizado del mundo asegura que se han unido ya miles de sitios webs, no está todavía abierto al público general, funciona de momento solo por invitación previa -puedes pedirla aquí- y navegando con Chrome.
Elegir qué ver en lugar de los anuncios
También cabe destacar que, a día de hoy, ninguna de las contribuciones quita completamente todo los anuncios pero el usuario puede, dependiendo lo que pague, experimentar una reducción entre el 5% y el 50% en la cantidad de reclamos publicitarios que se encontrará en la web. Además, por si fuese poco, deja escoger al usuario lo que quiere ver en esos espacios y ahí quien dejan volar la imaginación.
De esta manera, la cuota mensual varías desde un dólar hasta los quince dólares de máximo. El funcionamiento es sencillo. Cuánto más se paga, menos publicidad se ve. A pesar de disponer de un rango libre, Google Contributor sugiere tres packs de dos, cinco y quince dólares.
Tras pasar por ‘caja’, el contribuyente tendrá acceso a un ‘centro de control’. Desde ahí, como si de la casilla de la renta se tratase, podrá modificar que página recibe su dinero o lo que desembolsa mes a mes. Desde ese apartado, también se podrá conocer el número de anuncios donde podrá llevar la cuenta de los anuncios que ha dejado de ver, la cuota aportada y el o las páginas que reciben su dinero.
Y vosotros, ¿pagaríais por tener menos publicidad en internet? ¿Qué cantidad? ¿Qué pondríais en el espacio reservado para la publicidad?
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