Noticia Paraísos fiscales a todo color

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Los paraísos fiscales como estrategia diseñada para beneficiar a las grandes corporaciones y confundir al ciudadano medio. Los fotógrafos Paolo Woods y Gabriele Galimberti exponen el injusto y absurdo sistema económico mundial a través de sus imágenes.


El público general tiene la equivocada percepción de que los paraísos fiscales constituyen un delito en sí mismos. Es cierto que muchas de sus acciones pueden ser ilegales, pero la gran mayoría de operaciones financieras relacionadas con ellos son totalmente legales. Eso sí, aquí la legalidad se enfrenta a la moralidad.

El propósito de estos dos fotógrafos era adentrarse en la vida diaria de las personas que dirigen y controlan este tipo de sociedades. No trataron con gánsters ni capos de la mafia, sino con empresarios cuyas actividades son legales sobre papel, a pesar de la mala prensa de lo que ellos denominan “industria de la optimización fiscal”. Evidentemente, se trata de un sistema levantado por las grandes multinacionales para defender sus propios intereses, pero los activistas han demostrado que este sistema favorece el desarrollo de operaciones ilegales, dictaduras corruptas y crimen organizado gracias a su opacidad. Al fin y al cabo, la falta de transparencia siempre atrae el delito.

Su primer viaje les llevó a George Town, en las Islas Caimán. El lugar no era como habían imaginado. Las grandes mansiones eran en realidad aburridos barrios de oficinas que no invitaban a la fotografía. Por ello, desde el principio decidieron evitaron el clásico enfoque humanista de los fotorreportajes y optaron por mostrar las cosas tal y como se deseaba que se mostraran: un mundo brillante, hermoso y sonriente, lleno de riquezas. Por contra, si uno acudiese a cualquiera de estos centros de negocios donde trabajan miles de personas para instituciones financieras, realmente no sabría lo que están produciendo. No hay dinero físico. Simplemente pasa por las Islas Caimán, las Bermudas o las Islas Vírgenes Británicas, pero no se detiene allí.


Por la noche, muchos de los apartamentos en los rascacielos de Panamá están a oscuras porque están sin ocupar. Es el resultado de la burbuja inmobilaria generada en parte por el dinero de la droga procedente de Colombia y Venezuela, blanqueado en sociedades panameñas. Fuente: GabrieleGalimberti


En una ocasión, Woods y Galimberti visitaron el Singapur Freeport, cuyas cámaras guardan y protegen enormes fortunas generadas a miles de kilómetros de distancia. ¿Es legal? Sí. Es una simple cuestión de poner todo el dinero que se desee y no declararlo. El proyecto fue una prueba para comprobar si los clichés sobre los paraísos fiscales se cumplían o no Pero dinero en formas muy diversas, porque en sus cámaras se alojan más obras de arte millonarias que en cualquier gran museo del mundo. Espacios subterráneos sin ventanas que guardan tesoros que nadie ve. Una buena metáfora para describir la opacidad y el secreto de los paraísos fiscales. Y al final, la experiencia se alargó durante varios años en los que fotografiaron un mundo de lujo que discurre casi paralelo al nuestro, ajeno a lo mundano, cuyo único punto de contacto resultan ser estas maravillosas fotografías. Sólo hay que coger un mapa del Caribe y rendirse ante las evidencia: Haiti e Islas Caimán, la isla más pobre de América, a tan sólo una hora de las más ricas.

Ante todo, esta serie pretendía ser una prueba para ver qué se podía fotografiar y para averiguar si todos los clichés y estereotipos que se tiene sobre los paraísos fiscales se cumplían o no. El resultado son imágenes de gran formato, de vivos colores y composiciones bien estudiadas. Algunas de ellas protagonizadas por los máximos responsables de la pervivencia del sistema. Un proyecto resultado del esfuerzo e involucración de dos profesionales que enviaron decenas de cartas y realizaron cientos de llamadas sin caer en el desánimo para poder acceder a este ecosistema del poder. Fotografiaron, investigaron, viajaron e incluso diseñaron el libro juntos bajo el título The Heavens: Annual Report (Los Cielos: Informe Anual).


El centro financiero de las Islas Caimán es el cuarto más rico de toda América por PIB per cápita. Sin embargo, un alto porcentaje de la población nativa vive en la pobreza y el 55% de la población activa son extranjeros. Fuente: GabrieleGalimberti


A veces la fotografía puede ser la mejor herramienta para revelar cuestiones tan complejas como esta. Con frecuencia, la fotografía se utiliza de un modo demasiado tradicional, simplemente apuntado el objetivo a las desgracias del mundo y apelando a la emotividad. Un trabajo bello e imaginativo también puede reforzar la comprensión de los males que azotan nuestra sociedad. Podéis adquirir el libro que recoge este proyecto a través de Amazon. Paraísos fiscales a todo color:


El jetpack es el deporte acuático de moda en las Islas Caimán. Un motor de 2.000 cc de agua propulsa a los clientes por encima del agua. Su precio: 359 dólares por una sesión de 30 minutos. Fuente: GabrieleGalimberti


Fiona Woolf, Lord Mayor de la City de Londres. El área financiera londinense alberga a más 500 bancos de todo el mundo. Con una población residente de 8.000 personas, en la City trabajan casi 400.000.


M. Smith, Secretario de Finanzas de las Islas Vírgenes, fotografiado en su despacho. En este país hay registradas 800.000 empresas para un territorio de 28.000 habitantes


Calle de George Town, capital de Gran Caimán, la isla más grande de las Islas Caimán.

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