Hay anuncios que te sacuden como un chispazo eléctrico, y Marvel Tokon: Fighting Souls fue exactamente eso. No todos los días se te alinean los astros para que una de las licencias más potentes del planeta caiga en manos de un estudio que ha demostrado, una y otra vez, que dominan el lenguaje y la pasión de los juegos de lucha. Que lo llevan a la vanguardia. Por eso, que los responsables de Guilty Gear y Dragon Ball FighterZ se atrevan a reinterpretar el universo Marvel desde la óptica del fighting game es, sencillamente, un sueño tan loco que no entraba ni en mis propias fantasías.
¿Lo que más me entusiasma? ¡No sabría ni por dónde empezar! Sin embargo, en base a mis sensaciones al jugar te confieso que su mezcla de filosofías juega completamente su favor. Arc System Works domina la estilización extrema, la expresividad visual y la precisión técnica. Se notan las lecciones aprendidas al haber trabajado en FighterZ y retienen el ritmo, la espectacularidad y la accesibilidad sin sacrificar profundidad. Juntar esas sensibilidades con personajes como Spider‑Man, Storm, Magneto o Ms. Marvel es como pedirle a un chef con estrella Michelin que reinvente tu plato favorito: sabes que va a ser familiar, pero también sabes que va a ser mejor.
Y no te lo voy a negar: Marvel siempre ha tenido una relación especial con los juegos de lucha. Desde X-Men: Children of the Atom hasta el brutal recopilatorio de Marvel vs. Capcom, la marca ha demostrado que sus héroes funcionan de maravilla en las batallas arcade. Pero esta vez no hablamos de nostalgia, sino de una reinterpretación moderna, con una estética intencionadamente manganime y un equipo que ha elevado el género en la última década. Eso, para mí, es gasolina pura.
Y pese a que Arc System Works sabe retener muchas de las lecciones aprendidas y la dirección encauzada por Capcom, también me emociona la posibilidad de ver cómo se reserva el empleo de los superpoderes y habilidades únicas (e icónicas) de Marvel para integrarlas en las mecánicas de juego. Me explico mejor: no es lo mismo lanzar un Kamehameha que manipular el clima, alterar la realidad o invocar armas místicas. La creatividad que puede surgir de ahí es enorme, y si alguien sabe convertir habilidades imposibles en sistemas jugables coherentes, son ellos.
Ahora bien, como ya comenté, no se puede pasar de puntillas por ese nuevo estilo visual que puede marcar época. Si Dragon Ball FighterZ ya nos dejó con la boca abierta al replicar el anime en tiempo real, ¿qué no podrán hacer con la estética Marvel? Viñetas vivas, poses imposibles, colores saturados, dramatismo puro... Encontrando ese punto intermedio entre el cómic americano y la estética del anime y el manga japonés. De modo que, pese a que no se ha anunciado un modo historia, solo imaginar que puede haber uno ya me sube las pulsaciones.
Qué hace único a Marvel Tokon: Fighting Souls en plena edad dorada del género
Jamás me cansaré de decirlo: vivimos una nueva edad dorada para los juegos de lucha. Street Fighter 6, Tekken 8, Fatal Fury: City of the Wolves, Granblue Fantasy Versus Rising, DNF Duel… la lista es larga y variada. Pero Marvel Tokon: Fighting Souls tiene algo que lo separa del resto: una identidad dual que combina el espectáculo en pantalla, una jugabilidad adaptada a todo el mundo y el legado de héroes universales de una forma que pocos muy títulos pueden permitirse. Una ventaja que puede derivar en una gran diferencia.
Para empezar, su propuesta parece apostar por un sistema de combate que mezcla la agresividad de Guilty Gear Strive con la claridad visual de FighterZ. Esto no es solo una cuestión estética: significa que cada golpe, cada cancel, cada super, tendrá una intención clara y un impacto contundente. En un mercado saturado, la legibilidad es oro, y este juego apunta a ser un referente. Y su sistema de lucha por equipos de Cuatro vs. Cuatro irradia montones de buenas ideas.
Otro elemento diferenciador es el potencial de su plantilla. Marvel no es solo una colección de personajes famosos: es un catálogo de arquetipos jugables. Desde grapplers con un toque muy original como Kamala Khan hasta zoners como y Iron Man, pasando por esos rushdowns que tan bien saben plasmar los de Osaka y tricksters como el Doctor Doom. La variedad está garantizada, pero lo importante es cómo se integrará en un sistema cohesionado y competitivo.
Además, Marvel Tokon tiene la oportunidad de recuperar algo que se ha perdido en muchos juegos modernos: la sensación de evento. Algo que aparece en cada juego asociado a la casa de las Ideas como Marvel Rivals o Marvel Snap. Y es que Marvel mueve masas, y si el juego sabe aprovechar esa energía, con contenidos temáticos, crossovers internos, modos narrativos o eventos comunitarios, puede convertirse en un fenómeno cultural más allá del nicho del fighting.
Lo que sí tengo claro, y ya poniendo de nuevo los pies sobre la tierra, es que Marvel Tokon también destaca por su potencial para unir comunidades. Los fans de Marvel, los jugadores de anime fighters, los veteranos de Marvel vs. Capcom, los recién llegados que solo quieren ver a su héroe favorito repartir golpes… todos pueden encontrar un punto de entrada. Esa transversalidad es rarísima en el género de la lucha, y si se gestiona bien, puede ser una revolución del mismo impacto de Dragon Ball FighterZ. Incluso mayor.
Pero es que, incluso dejando aparcados los dos últimos factores, estamos ante una apuesta segura: Arc System Works ha demostrado que pueden crear netcodes sólidos, sistemas de entrenamiento robustos y modos online que fomentan la longevidad. ¡Todos sus juegos recientes siguen teniendo vida propia y un calado muy profundo! En una era donde el online es tan importante como el gameplay, esto puede ser decisivo.
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Las esperanzas que deposito en este juego para su lanzamiento y más allá
Pasamos a la sección de deseos e ilusiones, así que ponte cómodo y no te tomes en serio lo que te cuento: lo que más deseo es que Marvel Tokon: Fighting Souls sea un juego que respire cariño por la licencia. No quiero un simple desfile de personajes: quiero reinterpretaciones cuidadas, animaciones que cuenten historias, supers que parezcan arrancados de un cómic. Quiero sentir que cada héroe y villano ha sido tratado con respeto y creatividad.
También espero que el juego apueste por una comunidad sana y duradera. Un buen netcode, un sistema de ligas claro, herramientas para aprender y mejorar, eventos regulares… todo eso puede convertirlo en un hogar para jugadores de todos los niveles. Si algo ha demostrado Dragon Ball FighterZ es que un juego bien cuidado puede mantenerse vivo durante años.
Sueño, y no soy el único, con un modo historia que no sea un simple trámite. Marvel tiene un universo riquísimo, y un juego de lucha puede aprovecharlo para contar historias intensas, estilizadas y memorables. No pido un RPG, pero sí algo que capture la esencia de los cómics y la emoción de los crossovers imposibles.
A largo plazo, me encantaría ver expansiones que exploren rincones menos obvios del universo Marvel. Personajes secundarios, villanos olvidados, equipos alternativos, versiones multiversales… este juego podría ser una puerta abierta a la experimentación, y eso me parece apasionante.
Y, sobre todo, deposito en Marvel Tokon: Fighting Souls la esperanza de que vuelva a unir a la comunidad de los juegos de lucha en torno a un título que sea accesible, profundo, espectacular y divertido. Un juego que recuerde por qué nos enamoramos de este género, que reviva esas mismas sensaciones que toda una generación en torno al fenómeno de Street Fighter II en los 90s y que, al mismo tiempo, marque un nuevo camino para el futuro.
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La noticia Por qué me emociona que los creadores de Dragon Ball FighterZ y Guilty Gear se lancen a por Marvel fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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