
La carga inalámbrica enAndroid tiene nuevo punto de partida. Qi2 aterriza con fuerza en la plataforma y, por primera vez, lo hace de la mano de un sistema magnético estandarizado que aspira a poner de acuerdo a todo el ecosistema, incluido el iPhone. No se trata solo de imanes: el salto a 25 W marca un antes y un después en velocidad y eficiencia frente a los 15 W que conocíamos.
Ahora bien, conviene ir con cuidado: no todo lo etiquetado como “Qi2” es idéntico. Hay versiones, subversiones y decisiones de ingeniería que explican por qué unos móviles cargan a 25 W y otros se quedan en 15 W, aunque todos presuman del mismo logo. Incluso hubo un Android con Qi2 antes de que nadie mirase: el olvidado HMD Skyline.
Qi2 en contexto: qué cambia y por qué importa
El objetivo de Qi2 es doble: estandarizar el magnetismo al estilo MagSafe y elevar la potencia práctica de la carga inalámbrica. La alineación con imanes asegura que el móvil quede bien centrado sobre la base, lo que reduce pérdidas por mala colocación y, con ello, el calor. Esta mejora de eficiencia es la que abre la puerta a subir el listón hasta los 25 W de manera controlada.
La gran noticia es que el Wireless Power Consortium (WPC) ya ha dado luz verde a su actualización: Qi v2.2.1, conocida comercialmente como Qi2 25W. Según el consorcio, esta potencia supone aproximadamente un 67% de incremento frente a la generación de 15 W, y llega respaldada por certificación para iOS y “los principales” Android.
Versiones de Qi2: no todas cargan igual
Cuando hablamos de Qi2, en realidad hablamos de varias capas. Las versiones definen magnetismo y velocidad:
- Qi 2.0: integra el anillo magnético. Potencia de 15 W.
- Qi 2.1: añade compatibilidad con fundas/accesorios magnéticos. También 15 W.
- Qi 2.2: habilita la carga de hasta 25 W.
Entre medias han ido apareciendo iteraciones menores (2.0.1, 2.1.1, etc.) que algunos fabricantes han usado antes del despliegue masivo. El HMD Skyline, por ejemplo, montaba Qi 2.0.0, igual que los primeros iPhone con MagSafe. Samsung, por su parte, presume de “Qi2 Ready” en los Galaxy S25, lo que se traduce en compatibilidad con Qi 2.1.0: no hay imanes integrados en el teléfono, así que para aprovechar accesorios magnéticos necesitas una funda con anillo.
Google se suma con la familia Pixel 10, pero con matices. Pixel 10, Pixel 10 Pro y Pixel 10 Fold usan Qi 2.0.1 (15 W), mientras que el Pixel 10 Pro XL estrena Qi 2.2.0 y sube a 25 W. Este detalle explica la diferencia real en velocidad aunque todos luzcan “Qi2” en la ficha técnica.

Google segmenta por calor: por qué solo el Pixel 10 Pro XL llega a 25 W
No es capricho. Un portavoz de Google ha señalado que el calor manda: la carga inalámbrica eleva la temperatura de la batería, y los chasis más grandes gestionan mejor la disipación. Por eso el modelo XL es el único que salta a 25 W, mientras que los demás se quedan en 15 W para mantenerse en una zona térmica más conservadora.
En esa decisión pesa el pasado. Tras los reportes de incidentes de calentamiento en el Pixel 6a durante la carga, la marca prefiere curarse en salud. El magnetismo ayuda a no desperdiciar energía por mala alineación (menos calor residual), pero cuando subes potencia cada vatio cuenta, y el margen térmico extra del XL marca la diferencia.
Pixelsnap: el ecosistema magnético de Google
Junto a Qi2, Google presenta Pixelsnap, su lenguaje de accesorios magnéticos para la familia Pixel 10. La idea es replicar con buen gusto lo que MagSafe consiguió en iPhone: alineación perfecta y accesorios que “se pegan” para ampliar funciones sin complicaciones.
En el arranque llegan cuatro accesorios oficiales y se abre la veda a terceros. Hay fundas Pixelsnap en los mismos colores de los teléfonos, un cargador inalámbrico oficial de hasta 25 W, una variante con soporte para usar el móvil en vertical u horizontal mientras carga y un anillo con soporte (Ring Stand) para mejorar el agarre y apoyar el teléfono cómodamente.
Más allá de la comodidad, el magnetismo mejora la sujeción y la eficiencia: menos desplazamientos durante la noche, menos pérdidas de acoplamiento y, por tanto, menor calor. En el día a día, es justo lo que pedía el usuario de Android que llevaba años mirando con envidia el sistema de Apple.
Qi v2.2.1 (Qi2 25W): qué ha certificado el WPC
El WPC confirma que Qi v2.2.1 está listo para producción y que la primera oleada incluye 14 dispositivos ya certificados. Además, “varios cientos” esperan turno para completar pruebas a gran escala. El salto a 25 W, dicen, responde a la demanda número uno de los usuarios: cargar más rápido sin cables.
La organización sostiene que la pérdida de energía se ha reducido gracias a la alineación magnética y a optimizaciones de control, lo que viabiliza subir potencia sin disparar temperaturas. Eso sí, hay un punto por aclarar: la compatibilidad hacia atrás. El WPC asegura que los cargadores Qi 15 W seguirán valiendo con tus móviles actuales, pero no ha despejado del todo el comportamiento cruzado entre nuevos cargadores Qi2 25 W y teléfonos más antiguos, o viceversa.
Android se alinea: OPPO, Samsung y el dilema de la carga inversa
La gran novedad ahora es que los grandes de Android se suben a la ola magnética. OPPO se adelantó con el Find X8, el primer Android en integrar carga magnética Qi2, dejando claro que la unificación era posible. Samsung, por su lado, ha confirmado soporte Qi2 en su serie Galaxy S25 mediante fundas oficiales con anillos magnéticos, una estrategia que evita rediseñar el chasis al principio.
Mirando a futuro, aparece un punto delicado. Según se comenta, los Galaxy S26 tendrían que elegir: integrar imanes internos al estilo completo de Qi2 podría complicar o impedir la carga inalámbrica inversa por razones de espacio, blindaje y disposición de bobinas. El S25 solventa la papeleta con fundas magnéticas; si el S26 integra los imanes, tal vez toque sacrificar la carga inversa o repensarla.
En paralelo, hay rumores de que Apple podría llevar la carga inversa a los iPhone 17. Si sucede, la presión para que Android afine esta función en coexistencia con imanes aumentará. En cualquier caso, la prioridad ahora es la fiabilidad y la velocidad que trae el magnetismo, y ahí Qi2 da el paso correcto.
Más allá del móvil: bases, powerbanks y coche
Qi2 25W no se queda en los smartphones. Bases de escritorio, baterías externas y soportes para coche ya están entrando en certificación, y fabricantes ya demostraron cargas muy rápidas como la carga inalámbrica de 40 W. El WPC habla de “cientos de dispositivos” en cola, lo que anticipa una avalancha de accesorios compatibles en los próximos meses. La gracia de un estándar abierto es que podrás usar la misma base para varios equipos y marcas, sin pelearte con la compatibilidad.
Hay una letra pequeña a vigilar: el precio. Integrar imanes y rediseñar la electrónica de carga tiene coste, y algunos fabricantes podrían trasladarlo al PVP. A cambio, la experiencia mejora de forma tangible: colocar y cargar sin margen de error, con la tranquilidad de estar en el “punto dulce” desde el primer segundo.
El estándar contempla móviles con imanes integrados o sin ellos. Eso da margen a marcas que prefieren iterar con fundas mientras evalúan impacto térmico, grosor o coste, y a otras que quieran apostar ya por la solución completa; si te interesa, aprende a conseguir carga inalámbrica en cualquier móvil.
Pixel 10: filtraciones, colores y la pista de Qi2
El evento “Made by Google” en Nueva York pone foco en la gama Pixel 10. El diseño continúa la línea del Pixel 9, con barra horizontal de cámaras y un acabado Moonstone muy reconocible. Lo jugoso está en los cambios internos y en la carga: los Pixel 10 dan el salto a Qi2, y los accesorios Pixelsnap han dejado entrever bases y pucks magnéticos acoplados al teléfono.
En colores, el modelo base apostaría por negro, azul eléctrico, azul claro y un verde lima llamativo. Los Pro y Pro XL se moverían en tonos sobrios (negro, blanco, verde suave y el mencionado Moonstone). El Pro Fold renunciaría al negro y al blanco y se quedaría con opciones más discretas.
También se habla de peso y grosor ligeramente mayores, algo plausible si hay batería más grande e imanes en juego. Todo encaja con la idea de asegurar la disipación térmica y mantener estable la entrega de potencia, sobre todo si se aspira a los 25 W en el modelo XL.
Tensor G5, IA en primer plano y cámaras
El cerebro de la serie será el Tensor G5, fabricado por TSMC en 3 nm. La expectativa es clara: más potencia, mejor eficiencia y menos calentamiento. Pero el titular no va solo de rendimiento bruto; Google quiere que la IA marque la experiencia cotidiana.
En fotografía, llegan funciones como Sketch-to-Image (convierte bocetos en imágenes realistas) y Speak-to-Tweak (edición por voz), junto a Camera Coach, que te sugiere en tiempo real ajustes de encuadre, ángulo o luz antes de disparar. Todo se apoya en modelos tipo Gemini corriendo, cuando es posible, en el propio dispositivo.
Por hardware, el Pixel 10 “básico” sumaría teleobjetivo y pasaría, por fin, a triple cámara trasera, aunque con sensores principal y ultra gran angular algo más contenidos que en el Pixel 9, una medida para contener costes. Los Pro mantendrían la ventaja en calidad general.
Pixel 10 Pro Fold: tercera generación plegable
El plegable de Google apunta alto. Se espera certificación IP68 (primera vez en su línea), resistencia al polvo y al agua, y una pantalla interior OLED de 8 pulgadas a 120 Hz con cubierta exterior de 6,4 pulgadas. El conjunto estaría protegido con Gorilla Glass Victus 2 y una batería que sube hasta unos 5.015 mAh desde los 4.650 mAh del antecesor.
En cámaras, seguiría un trío con sensor principal de 48 MP, ultra gran angular de 10,5 MP y teleobjetivo de 10,8 MP con zoom óptico 5x. Las dos cámaras frontales (interior y exterior) serían de 10 MP. Un salto sólido para competir frente a los plegables de referencia del mercado.
Precios y fechas que se barajan
Las filtraciones sitúan los precios en EE.UU. muy cerca de los del año pasado. Así quedaría la horquilla:
- Pixel 10: desde 799 dólares (128 GB)
- Pixel 10 Pro: desde 999 dólares (128 GB) hasta 1.449 dólares (1 TB)
- Pixel 10 Pro XL: desde 1.199 dólares (256 GB)
- Pixel 10 Pro Fold: desde 1.799 dólares (256 GB) hasta 2.149 dólares (1 TB)
La presentación se espera para el 20 de agosto, con preventa a partir del día 21 y entregas de los tres modelos principales a finales de mes. El Fold y los wearables (Pixel Watch 4 y Buds 2A) llegarían algo después, en octubre, por cuestiones de suministro, según se comenta.
¿Qué pasa con la compatibilidad y los cargadores que ya tienes?
El WPC asegura que los cargadores Qi “antiguos” de 15 W seguirán funcionando como hasta ahora. La duda pendiente es si los nuevos cargadores Qi2 25W escalarán correctamente con móviles más viejos o si los móviles Qi2 negociarán bien con bases previas para sacar todo el jugo posible.
Donde no hay misterio es en la experiencia con imanes. Si tu móvil no integra magnetismo (por ejemplo, un Galaxy S25 sin imanes internos), puedes usar una funda con anillo para conseguir la sujeción y la alineación. Eso sí, la potencia dependerá de la versión Qi2 que soporte el teléfono.
Beneficios prácticos: menos calor, más velocidad y menos líos
De cara al usuario, Qi2 25W aporta tres mensajes claros. Primero, velocidad realista: no es cable, pero el salto del 67% frente a 15 W te quita la sensación de “esto no progresa”. Segundo, eficiencia: la alineación magnética reduce pérdidas, traducidas de siempre en calor. Tercero, unificación: un mismo cargador debería servir para iPhone y Android, fin del baile de marcas y compatibilidades dudosas.
Además, el magnetismo abre un ecosistema de accesorios que afecta a cómo usas el móvil: soportes de coche que no bailan, pucks que no se resbalan en la mesilla y powerbanks que encajan con un click. Parece un detalle menor, pero cambia el hábito diario más de lo que imaginamos.
¿Hay contrapartidas? Costes, grosor y la carga inversa en la cuerda floja
El magnetismo no es gratis. Añade componentes, blindaje y ajustes de diseño que pueden repercutir en el grosor y el precio. Por eso algunas marcas avanzan primero con fundas magnéticas, como Samsung en los S25, y se reservan el salto pleno a futuros modelos.
También está el caso de la carga inalámbrica inversa. Los informes sobre los S26 avisan: si integras imanes completos y reorganizas la bobina, quizá tengas que renunciar a recargar accesorios a espaldas del móvil o rediseñar esa función. Cada fabricante tendrá que decidir su prioridad y, por supuesto, comunicarla con claridad.
¿Qué móviles son los primeros y quién viene detrás?
Hoy por hoy, Pixel 10 inaugura Qi2 “a lo grande” en Android y segmenta velocidades; el Pro XL es el abanderado de los 25 W. OPPO ya ha abierto camino con carga magnética en su Find X8. Samsung es Qi2 Ready en la familia S25 con fundas oficiales y dejará la gran decisión para la siguiente generación. Mientras tanto, el WPC certifica dispositivos a buen ritmo y promete “cientos de equipos” entrando en la cadena.
¿Significa esto que tu base antigua queda obsoleta? No. Seguirá cargando igual. Pero si quieres de verdad notar el salto, toca apostar por bases y pucks certificados Qi2 y, cuando sea posible, por móviles con imanes integrados o fundas compatibles.
Todo apunta a que la carga inalámbrica por fin se pone seria en Android. La combinación de magnetismo estandarizado, 25 W y certificaciones en masa puede cambiar la percepción de una función que, hasta ahora, muchos solo usaban de noche. Con los Pixel 10 como escaparate, un ecosistema creciente de accesorios y Android e iPhone bajo el mismo paraguas, la carga sin cables se convierte en algo realmente práctico, rápido y, por fin, universal. Comparte esta información y más usuarios conocerán el dispositivo.
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