Cuando hace casi diez años se anunció que Forza, Halo, Gears of War y el resto de grandes sagas de Xbox llegarían a PC hubo una fuerte división de opiniones: unos consideraron que Xbox One había sido un fracaso tan grande que Microsoft abandonaría las consolas mientras que otros celebraron la llegada de las máximas exclusividades de la compañía a nuevos sistemas. El tiempo pasó y quedó claro que aquello no fue un tiro en el pie, sino parte de un proyecto mayor. Lo que nadie se atrevió a decir en voz alta es que esos mismos juegos podrían jugarse en PlayStation. El primero, de hecho, no tardará en llegar a las consolas de Sony.
Podría parecer que esto forma parte de algún tipo de reacción por parte de Microsoft a las ventas de sus consolas o los acuerdos tras la compra de Activision Blizzard, pero lo cierto es que el tema de las exclusividades en 2025 es muy diferente al de los tiempos de SNES y Mega Drive o, yendo todavía más lejos, a la guerra que tuvieron Atari e Intellivision. Porque mucho antes de que los jugadores de PS5 se embarcasen en los mares de Sea of Thieves, en Switch se jugaba a Ori and The Blind Forest y, entre ambos acontecimientos, la saga MLB The Show de PlayStation Studios se lanza cada año en todos los sistemas. En Xbox, de hecho, entra el juego de Sony siempre de lanzamiento al Game Pass.
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Pero no nos dispersemos demasiado: la saga de conducción Forza llega a consolas PS5 y eso, se mire como se mire, es algo histórico. A diferencia de un Call of Duty que apuesta por el multiplataforma, un Hellblade que nació como exclusivo de PlayStation o el último Indiana Jones, cuya licencia pertenece a Disney, estamos hablando de una franquicia totalmente arraigada a la marca Xbox. Tanto como lo fue Crash Bandicoot en su día a Sony, que conste. Y eso hace que los planteemos lo más básico: ¿en qué afecta esto a los jugadores de Xbox y hasta qué punto beneficia a los jugadores de DualSense?
Índice de Contenidos (3)
- 2016, el año en el que Xbox y Nintendo rompieron la baraja
- Microsoft no es una Third Party. Y que lance Forza en PS5 también beneficia a Xbox
- Por qué Nintendo es la única que no ha abandonado ese modelo de negocio
2016, el año en el que Xbox y Nintendo rompieron la baraja
Las sagas de Xbox ponían rumbo a PC en 2016. Un año muy singular, de hecho: Overwatch ganó en premio a juego del año, se lanzó Rainbow Six Siege y No Man's Sky aterrizó en PS4 con demasiadas promesas por cumplir. Entonces no lo sabíamos, pero el paradigma de las cada vez más costosas superproducciones estaba reformándose por dentro. Un detalle más: en esa época el futuro de Nintendo era extremadamente delicado. Tanto que empezó a lanzar sus mejores sagas en móviles. Ya llegaremos a ello.
Pese a que los servicios de suscripción ya existían desde los tiempos de Atari y los juegos como servicio tienen una larga trayectoria, Xbox y Nintendo fueron los primeros fabricantes de consolas en ver el cambio de paradigma: si querían sobrevivir y crecer primero necesitaban expandirse. Y en el caso de Microsoft ya contaban con una ventaja adicional arrolladora: la gran mayoría de juegos de PC se publicaban en Windows. De hecho, el juego en Mac o Linux tampoco ha mejorado demasiado desde entonces. ¿Por qué no unificar ambas plataformas y comunidades?
De manera escalonada, la Microsoft que fracasó estrepitosamente con el Kinect empezó a hacer movimientos singulares y a contracorriente: primero llegó la retrocompatibilidad, luego se apostó por el Xbox Game Pass -que sigue siendo el caballo de batalla de Xbox- y poco a poco ha logrado que el juego cruzado en otros sistemas acabe siendo el nuevo estándar. Recordemos que a PlayStation no le hacía ninguna gracia eso de que sus jugadores de Minecraft jugasen con los de otros sistemas. ¿Qué tienen en común estos pasos? La idea no era vender maquinitas conectadas a la tele, sino expandirse a través del software y los servicios.
Para eso había que reinventar la marca Xbox. Y no fue fácil. En 2024 y a través del juego en la nube de Xbox Cloud Gaming ya podías jugar a lo mejor y las novedades de sus estudios sin tener que comprar una consola y dónde quisieras. Desde una pestaña de tu navegador web a un Firestick de Amazon, pasando por jugar directamente desde tu tele y con la app oficial. Con ese despliegue tan enorme se inició una gran campaña que aseguraba que prácticamente cualquier cosa era una Xbox. Una que se lanzó no mucho después de que Sea of Thieves, Grounded o Hi- Fi Rush llegasen a PlayStation. Entonces, ¿PS5 también es una Xbox?
Microsoft no es una Third Party. Y que lance Forza en PS5 también beneficia a Xbox
La gran diferencia entre jugar al mismo juego en Xbox y en PS5 es muy simple y no está en los gráficos o la tecnología del DualSense: si quieres jugar a Indiana Jones, DOOM: The Dark Ages o el último Call of Duty en las consolas de Sony tienes que comprar los juegos por separado. En Xbox también los puedes comprar, que conste, pero se incluyen sin coste adicional en Game Pass y, si hacemos las cuentas, sale mucho más cómodo, rentable y práctico el modo en el que lo ofrece Xbox:
- Cada juego de Microsoft en PS5 está valorado en 79,99 euros, con lo que los tres están en PSN, pero para poder jugarlos hay que gastar 239.97 euros. Más el online para jugar al shooter de Blizzard.
- Mientras que un único mes de Game Pass Ultimate está valorado en 17,99 euros, de modo que si multiplicamos la mensualidad por los 12 meses de un año nos da 215,88 euros. Pero, claro, además te llevas todos los estrenos que salen, los que llegan a EA Play, los de Game Pass de PC...
Podríamos hablar sobre el concepto de la propiedad del juego en formato digital y físico, pero Microsoft sabe que no es lo mismo que un juego simplemente esté en tu tienda a ofrecerlo también a través de en una suscripción, del mismo modo en que no es igual alquilar o comprar una película en Amazon que verla a través de la suscripción de Prime Video. Sony tomó nota de esto con el batacazo de Concord. Y es entonces cuando aparece la gran cuestión: ¿por qué lanzar los juegos de Xbox en PlayStation cuando, en teoría, de no hacerlo se promovería la venta de consolas? De entrada, para Microsoft cerrarse mercados y puertas en pleno 2025 sí que es darse un verdadero tiro en el pie. Y esto también lo saben en Sony.
Hacer superproducciones es carísimo se tarda mucho en ofrecer secuelas o propuestas del mismo calibre e, incluso en esas, no tienes la garantía de recuperar lo invertido. En PlayStation han seguido ese modelo y se han topado con un muro y ya no pueden enrocarse en sus carísimos Triple A. Juegos como The Last of us o God of War duran lo que duran, pero los juegos más exitosos y vendidos como Minecraft, Fortnite, EA Sports FC, Diablo o Call of Duty no solo retienen jugadores, sino que funcionan y generan ingresos de manera constante. Y ojo, que tres de los ejemplos anteriores son de Xbox Game Studios.
El problema de Sony no es la existencia de los juegos como servicio, sino que llega tarde y no tiene muy claro cómo entrar. O, al menos el modo lograr que una iniciativa así despegue. Y eso que se hicieron con Bungie para aprender, pero como dijo el director de Marvel Rivals, no hay una fórmula mágica.
Y en mitad de ese huracán, otra realidad: la saga de automovilismo Gran Turismo ahora comparte garaje y mando con Forza. Para finales de año, de hecho, tendremos un termómetro real de este paso dado al comparar las ventas de la alternativa de Xbox Game Studios a su propuesta de conducción. ¿Es casualidad que Sony lanzase la demo My First Gran Turismo? Eso, posiblemente no lo sepamos.
Lo que si te puedo decir es que mientras Microsoft se expande hacia todos los sistemas, incluyendo PlayStation, dándoles a los jugadores de Xbox y Game Pass un trato prioritario, en Sony no actúan de manera muy diferente y hoy consideran PC como su segunda plataforma. Y mientras unos ven esto como algo negativo o que eso devalúa la marca o el valor de PS5, el gran plan pasa por expandir el valor de sus franquicias (incluso en la pequeña y gran pantalla) y continuar amortizando unas enormes inversiones. Ya bien sea con relanzamientos o a base de remakes o remasters. Eso es así. ¿Y qué pasa con Nintendo?
Por qué Nintendo es la única que no ha abandonado ese modelo de negocio
A Microsoft le importa la cantidad de consolas Xbox vendidas. Eso es así. Pero su prioridad y su modelo de negocio es diferente y se apoya en la base de usuarios en activo. Algo que, por otro lado, Sony aspira a conseguir con iniciativas propias y futuros proyectos multiplataforma (como Marathon de Bungie). Como dijo Masahiro Sakurai, padre de la saga Smash Bros, la nueva prioridad de los grandes estudios está en la cantidad de tiempo de juego. Y ahí compiten los nuevos lanzamientos, los juegos como servicio, los retrocompatibles, los remakes los clásicos...
Sin embargo, incluso en esas, en PlayStation la cantidad de máquinas y copias vendidas es algo que condiciona enormemente sus planes: de éxito comercial de un juego sirve de base para su secuela o el lanzamiento de nuevas franquicias. El mejor ejemplo de esto es Helldivers 2 y su pronto salto a las salas de cine tras la muy sonada recogida de cable de Concord.
Entonces, ¿la manera de medir el éxito en base a las copias vendidas de un juego o las consolas vendidas ya no funciona? La realidad es que hay una compañía que no es una Third Party y que sigue apostando fuerte por el modelo de negocio tradicional y las exclusividades: Nintendo. Es más, ni siquiera quieren que sus personajes asomen en Fortnite.
¿Qué tiene Nintendo que no funciona con Xbox y PlayStation? Un legado repleto de magia propia y una base de jugadores y fans absolutamente incondicionales. Porque títulos como Ocarina of Time o Super Mario World nunca pasan de moda y si se pusieran a la venta en caja y a precio de novedad lo más probable es que se agotasen las reservas. Y eso es importantísimo: si Microsoft o Sony tuviesen esa capacidad, no necesitarían lanzar sus juegos más allá de sus respectivas consolas.
Dicho de otro modo: si las ventas de Forza o Spider-Man 2 fuesen tan constantes y enormes como las de Mario Kart 8 Deluxe o Animal Crossing New Horizons tendría sentido que fuesen exclusividades de manera indefinida, pero como dijo Phil Spencer, en el caso de Xbox Game Studios antes de dar el paso de llevar sus propios juegos se revisa caso por caso. Y si se puede ampliar la cantidad de corsarios en Sea of Thieves lanzándolo en PS5 o revitalizar la marca de Banjo Kazooie con los clásicos de Switch Online, es una oportunidad que no merece la pena dejar escapar. Es más, Spencer ya tiene planes para Switch 2.
Entonces, ¿tienen sentido las exclusividades en pleno 2025? La buena noticia para todo el mundo es que no hay una respuesta universal y tajante: depende del juego, de la marca, de los planes de futuro de la compañía para con la franquicia o de la capacidad de atraer a nuevos jugadores hacia un título que funciona más y mejor en su multijugador. Pero podemos sacar dos lecturas: la prioridad de Microsoft y Sony es crecer, incluso más allá de sus propias consolas, pero hoy Nintendo está muy bien como está. ¡Y eso que hace diez años tuvo que llevar a Mario a móviles!
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La noticia Qué es una exclusividad en pleno 2025 y por qué Nintendo es la única que no ha abandonado ese modelo de negocio fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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