XChat, el nuevo servicio de mensajería ligado a X (la antigua Twitter), se ha convertido en la última gran apuesta de Elon Musk para plantar cara a WhatsApp, Telegram, Signal y al resto de apps que usamos a diario para chatear. No se trata solo de otro chat más: forma parte del plan del magnate para transformar X en una superapp capaz de concentrar en un único sitio mensajes, publicaciones, pagos, llamadas, IA y hasta servicios financieros.
La idea de Musk es que XChat marque un “nuevo estándar” en comunicación digital, combinando cifrado avanzado, mensajes que desaparecen, videollamadas y funciones de pago integradas, y todo ello sin necesidad de asociar un número de teléfono. Sobre el papel suena espectacular… pero también levanta dudas serias sobre privacidad real, seguridad, posible descentralización “al estilo Bitcoin” y, sobre todo, sobre si tiene opciones reales de desbancar a WhatsApp.
¿Qué es XChat y dónde encaja dentro de X?
XChat es el nuevo sistema de mensajería instantánea integrado en la plataforma X, pensado para sustituir progresivamente a los antiguos mensajes directos (DMs) y acercarse al modelo de apps como WhatsApp o Telegram. Desde esta función se pueden enviar textos, imágenes, GIF, notas de voz, hacer llamadas de voz y videollamadas, compartir archivos y crear chats grupales, todo sin salir de X.
La herramienta está diseñada como una pieza central del proyecto de superapp, similar a lo que WeChat representa en China: un espacio donde puedes publicar, chatear, comprar, pagar o interactuar con marcas desde la misma interfaz. Musk no quiere que pienses en XChat como un añadido, sino como el bloque que unifica la parte de mensajería dentro de un ecosistema mucho más ambicioso.
En cuanto a disponibilidad, XChat se está desplegando primero en la app móvil de X y, en algunos casos, aparece como un botón específico de “Chat” en iPhone y en la versión web, mientras que en Android el despliegue va más lento. Inicialmente se lanza a un grupo limitado de usuarios, pero la promesa de Musk es que llegará tanto a suscriptores de pago como a usuarios gratuitos, con funciones extra reservadas para X Premium.
Una versión del plan de Musk apunta a que XChat estará disponible primero dentro de X para quienes pagan la suscripción y, más adelante, se convertiría en una aplicación independiente que funcionaría por separado. En otras informaciones se matiza que, al menos en una primera fase, la lógica será mantenerlo como función interna de X para reforzar la estrategia de superapp, al estilo de WeChat.
Las funciones principales de XChat, el chat de Elon Musk
Si miramos las funcionalidades, XChat mezcla lo mejor de varias aplicaciones conocidas: mensajería al estilo WhatsApp, chats efímeros tipo Snapchat o Telegram, y un enfoque de privacidad inspirada en Signal, pero con el toque cripto que Musk no deja de reivindicar. Todo ello, envuelto en una arquitectura nueva construida sobre el lenguaje Rust.
Entre las funciones básicas, XChat permite enviar mensajes de texto, notas de voz, fotos, vídeos, GIF y prácticamente cualquier tipo de archivo, superando las limitaciones de los mensajes directos clásicos de X, que se quedaban en texto, imágenes y poco más. Esta capacidad de adjuntar archivos grandes lo acerca al uso profesional, al intercambio de documentos o materiales de trabajo.
También se incluyen llamadas de audio y videollamadas integradas, que pueden realizarse sin vincular un número de teléfono, algo que Musk presenta como una gran diferencia respecto a WhatsApp. Aquí la identidad se vincula a tu cuenta de X, no a tu línea móvil, lo que en teoría facilita el anonimato y el uso multi-dispositivo.
Otro conjunto de herramientas clave son las funciones “de control”: posibilidad de editar o borrar mensajes enviados, marcar conversaciones como no leídas y responder mediante reacciones con emojis sin necesidad de escribir. Con esto, XChat se coloca al nivel de cualquier mensajería moderna en cuanto a comodidad en el día a día.
Mensajes efímeros, autodestrucción y control de capturas
Una de las grandes apuestas de XChat son los mensajes efímeros o que desaparecen, que permiten establecer un tiempo tras el cual el contenido se borra automáticamente de la conversación. Es la misma lógica que ya conocemos de Telegram, Snapchat o los mensajes temporales de WhatsApp.
La plataforma también trabaja con opciones avanzadas como bloqueo o notificación de capturas de pantalla dentro de determinado tipo de chats cifrados, un punto que buscan vender como plus de privacidad comparado con servicios rivales. De esta forma, si alguien intenta guardar la conversación en forma de captura, el sistema puede impedirlo o avisarte.
Además, XChat ofrece la posibilidad de establecer una contraseña de cuatro dígitos para proteger el acceso al chat, creando una capa adicional de seguridad encima del propio bloqueo del teléfono o de la app. Es una solución sencilla, pero útil para quienes comparten dispositivo o simplemente quieren “doblar” el candado de sus conversaciones privadas. Consulta opciones como el bloqueo con PIN para entender diferencias de implementación.
Cifrado, privacidad y la famosa “arquitectura estilo Bitcoin”
Donde más ruido está generando XChat es en el terreno de la seguridad: Musk no ha dejado de repetir que se trata de una mensajería con cifrado de extremo a extremo y arquitectura inspirada en Bitcoin, construida en Rust, y que aspira a ser “el sistema menos inseguro” del mercado. Esa combinación de términos es tan ambiciosa como confusa.
El cifrado de extremo a extremo (E2EE) implica que solo tú y la persona con la que hablas podéis leer los mensajes, de modo que ni X ni terceros podrían acceder al contenido, algo similar a lo que ya hacen WhatsApp o Signal en teoría. X afirma que los textos y archivos viajan por canales cifrados, lo que supone una mejora sustancial frente a los antiguos DMs.
Sin embargo, la propia compañía reconoce —y expertos en ciberseguridad lo subrayan— que la implementación de este cifrado todavía no es madura y que ha habido pausas y reajustes, incluyendo la suspensión temporal del cifrado en el pasado por fallos. Esto indica que el sistema está en plena evolución y que no ha pasado por el mismo nivel de auditorías independiente que otras apps consolidadas.
Por si fuera poco, existe el tema de los metadatos
Aunque el contenido del mensaje esté cifrado, la información sobre quién habla con quién, a qué hora y desde qué dispositivo sigue sin estar completamente protegida. Para la mayoría de usuarios esto quizá no sea crítico, pero para periodistas, activistas o profesionales con alto riesgo puede ser un problema serio.
Elon Musk ha descrito repetidamente el sistema como basado en un modelo criptográfico “similar al de Bitcoin”, lo que ha provocado un buen lío conceptual porque Bitcoin no usa un cifrado de mensajes como tal. En realidad emplea criptografía de clave pública y firmas digitales para verificar transacciones, no para proteger conversaciones.
Arquitectura estilo Bitcoin
Cuando Musk habla de una arquitectura estilo Bitcoin, muchos analistas interpretan que se refiere a una posible estructura descentralizada, con algún tipo de comunicación peer-to-peer o basada en blockchain, sin un servidor central que pueda acceder a los mensajes. Si esto se materializa de forma real, XChat se alejaría del esquema clásico de servidores controlados por una sola empresa.
En ese escenario descentralizado surgen dudas sobre cómo se gestionará la verificación de identidad, la lucha contra bots, cuentas falsas y spam, especialmente si se elimina por completo el requisito de asociar un número de teléfono. Encontrar el equilibrio entre anonimato y seguridad operativa sería uno de los retos clave del sistema.
Por ahora, no existe una confirmación técnica pública y detallada que garantice que todas las conversaciones en XChat estén cifradas de extremo a extremo de manera sistemática y robusta, con el mismo nivel de garantías que WhatsApp o Signal. Lo que hay son promesas, demos parciales y mucha retórica alrededor de Bitcoin y Rust.
Rust como base tecnológica: promesa de seguridad
Un punto que sí está más claro es que XChat se ha construido sobre Rust, un lenguaje de programación moderno muy valorado por su enfoque en la seguridad y la gestión de memoria. Grandes proyectos de alto rendimiento y bajo nivel están migrando a Rust precisamente para minimizar fallos de seguridad clásicos.
El uso de Rust no garantiza por sí solo que una aplicación sea segura, pero reduce el riesgo de vulnerabilidades típicas asociadas a errores de memoria, como los que han afectado históricamente a software escrito en C o C++. Para una mensajería que aspira a ser “blindada”, esta elección tecnológica tiene bastante lógica.
Integración con pagos, comercio y la visión de superapp
XChat no es solo un chat para mandar memes o coordinar cenas, forma parte de una estrategia mucho más ambiciosa: convertir X en una plataforma donde puedas comunicarte, pagar, comprar, invertir y usar servicios avanzados de inteligencia artificial. Musk aspira a un modelo similar al de WeChat, pero adaptado a Occidente.
Dentro de ese plan, XChat serviría como capa de comunicación sobre la que se montan pagos nativos, transferencias entre usuarios e incluso compras integradas en las conversaciones, sin tener que saltar a otras apps. Imagina chatear con una marca, recibir una oferta y pagar sin salir del hilo, todo dentro del mismo entorno cifrado.
Algunas fuentes apuntan a que las opciones de pago y servicios financieros se integrarán de forma prioritaria en las cuentas Premium, reforzando el modelo de suscripción frente a la publicidad clásica. Musk insiste en que la publicidad deteriora la integridad del sistema y que quiere alejarse de un internet basado en el rastreo masivo.
Para los usuarios preocupados por la explotación de sus datos, la promesa de un chat sin anuncios, sin perfilado publicitario y sin que una IA de terceros escudriñe las conversaciones puede ser muy atractiva. No obstante, a falta de un despliegue completo y transparente, muchas de estas promesas siguen en el terreno de la declaración de intenciones.
¿En qué se diferencia XChat de WhatsApp, Telegram o Signal?
A primera vista, XChat parece “otro WhatsApp más” con un toque Musk, pero si se rasca un poco se aprecian varias diferencias de enfoque importantes respecto a WhatsApp, Telegram y Signal. Algunas juegan a favor del nuevo servicio, otras generan recelo.
La principal diferencia es su integración total en X: mientras WhatsApp y Telegram son aplicaciones independientes, XChat está concebido como una parte orgánica de la red social, compartiendo identidad de usuario, contactos y contexto de uso. Publicar un post, responder a un hilo y mandar un mensaje privado pueden hacerse sin cambiar de plataforma.
Otro punto clave es la posibilidad de usar llamadas de audio y vídeo sin número de teléfono, algo que WhatsApp sigue exigiendo como base de su sistema de identificación. Esto facilita mantener la privacidad de tu número personal y operar solo con tu alias de X.
Telegram y Signal ya ofrecen cifrado avanzado
En el caso de Signal, una filosofía muy estricta respecto a la privacidad, pero ninguna de ellas está tan fuertemente ligada a una red social masiva y a un proyecto de superapp con pagos, IA y comercio incorporado. El valor diferencial de XChat está en esa convergencia “todo en uno”.
En el lado menos favorable, WhatsApp y Signal cuentan con años de auditorías, análisis independientes y una base de usuarios gigantesca —en el caso de WhatsApp, más de 2.000 millones de personas—, algo que XChat aún está lejísimos de igualar. La confianza en la seguridad no se construye solo con promesas, sino con tiempo y transparencia técnica.
Además, tanto WhatsApp como Telegram han ido añadiendo poco a poco funciones de comercio, bots, pagos limitados y herramientas para empresas, por lo que la supuesta ventaja de XChat puede diluirse si la competencia reacciona rápido. Ninguno de estos gigantes se va a quedar quieto viendo cómo X intenta arrebatarles terreno.
Riesgos, dudas y críticas en torno a XChat
Al ser un sistema relativamente nuevo y aún en expansión, XChat llega con varias incógnitas importantes que conviene tener en cuenta antes de usarlo como canal principal de comunicación sensible. La prudencia aquí no sobra.
Una de las primeras dudas tiene que ver con la seguridad real del cifrado, más allá del marketing: hasta que no existan auditorías serias y documentación técnica completa, es difícil evaluar si XChat ofrece la misma robustez que otras soluciones consolidadas. Algunas pausas anteriores del cifrado en X han alimentado el escepticismo.
También pesa el historial de cambios rápidos y a veces caóticos en X desde que Musk tomó el control, con funciones que aparecen y desaparecen, políticas que se modifican de la noche a la mañana y una filosofía de “moverse rápido y romper cosas”. Ese ritmo puede ser emocionante para innovar, pero no siempre es ideal cuando hablamos de seguridad de comunicaciones.
Otro ángulo de crítica es la decisión de reservar ciertas capacidades de protección o funciones avanzadas a los usuarios Premium, lo que podría crear una especie de “privacidad de primera” para quienes pagan y una experiencia más limitada para el resto. La mensajería segura, según algunos expertos, no debería ser un extra de pago.
Y por último, está el tema de la confianza en el propio Musk y su equipo: algunas voces recuerdan que sus declaraciones sobre “arquitectura Bitcoin” o “el sistema menos inseguro” suenan más a eslogan que a documentación técnica. Ese estilo, más propio de un showman tecnológico que de un ingeniero comunicando una especificación, no ayuda precisamente a los más desconfiados.
Para quién puede ser interesante XChat
A pesar de las dudas, XChat abre posibilidades nuevas para distintos tipos de usuarios, especialmente para quienes ya tienen una presencia activa en X y buscan centralizar parte de su comunicación. No todo es blanco o negro en este lanzamiento.
Marcas, negocios, periodistas y creadores de contenido
Si trabajas en alguna de estas comunidades en X, XChat puede convertirse en un canal directo para atención al cliente, consultas privadas, soporte o incluso ventas, sin obligar a la gente a saltar a WhatsApp o Telegram. Tener todo ese flujo dentro de un mismo entorno ahorra fricción.
Usuarios preocupados por no asociar su número de teléfono a cada servicio
La posibilidad de usar mensajería, llamadas y videollamadas solo con la identidad de X es un punto muy atractivo. Especialmente en contextos donde compartir el móvil personal no es seguro o simplemente no apetece.
Público más aficionado a la tecnología y al ecosistema cripto,
La promesa de una mensajería inspirada en la lógica de Bitcoin, sin explotación publicitaria ni centralización total, resulta muy seductora, aunque de momento se quede más en la visión que en la realidad cerrada y estable. Muchos ojos seguirán de cerca cómo evoluciona este experimento.
Con todo este panorama, XChat se presenta como un intento serio de Elon Musk por redefinir la mensajería dentro de su propio ecosistema, combinando cifrado avanzado, mensajes efímeros, llamadas sin número de teléfono e integración con pagos y servicios, pero también arrastrando incertidumbres técnicas, dudas sobre la implementación real del cifrado y la enorme dificultad de competir con un gigante como WhatsApp que domina el mercado.
El potencial es enorme, el riesgo también, y el desenlace dependerá de si X es capaz de pasar de las grandes promesas a un sistema transparente, estable y verdaderamente seguro que los usuarios estén dispuestos a adoptar masivamente. Comparte esta información para que otros usuarios estén al tanto de XChat.
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