
El universo de Fallout es cruel, oscuro y muy, muy turbio. Bethesda lo envuelve con música sublime, colores y un humor muy particular, justo la misma estrategia que empleó Vault-Tec para meter a cientos de personas en sus refugios. Existen decenas de historias que relatan las desgracias de los supervivientes de la Gran Guerra, pero pocas son tan crueles como la vida de Harold.
Su historia es larga. Comprende de Fallout de 1997 hasta Fallout 3 de 2008, al menos que sepamos hasta el momento. Fue uno de los tantos niños de familias adineradas que entró en el Refugio 29 en Virginia Occidental, según una cinta de Fallout 76, quizás Colorado. Empezamos mal. Tuvo que engañar a la IA y los robots que protegían el refugio para escapar. Vagó hasta llegar al Sur de California, donde fundó su propia caravana de comerciantes alrededor de los 30 años.

En Vida Extra
Tiene casi 10 años y sigue pareciéndome una de las mejores escenas de acción de la historia de los videojuegos
Pero las cosas no iban bien. Cada vez había más mutantes y criaturas en los caminos, así que organizó una expedición que los llevó hasta una base militar en California del Norte. Allí murió todo el grupo excepto Harold, que se infectó con el VEF o Virus de Evolución Forzada.
Al poco tiempo de despertar en el Yermo, empezó a sentir los primeros síntomas de mutación y finalmente apareció el primer atisbo de lo que sería su ataúd en vida: una rama de árbol creció de su cabeza. No tardó mucho en comprender que ya no era un humano, sino un mutante a medio camino entre Supermutante y Necrófago. ¡Es único!
- Nota importante: transcurren 80 años entre Fallout 1 y 2 y 30 años hasta Fallout 3. Tenlo en cuenta a la hora de calcular el tiempo de Harold.
Ser un mutante le cerró casi todas las puertas y se dedicó a vagar por el mundo contando historias y rumores a cambio de chapas. Pasó un tiempo en una central nuclear, donde lo conocimos en Fallout 2. Llamó Bob al árbol que creía en su cuerpo. Acabó atravesando todo Estados Unidos y su viaje acabó en Columbia, a las afueras de Washington D. C. Se echó a descansar en un lugar apartado y ya nunca más pudo moverse: Bob echó raíces y creció alrededor del cuerpo de Harold. Se fusionó con él y comenzó una agonía eterna.

La zona comenzó a cobrar vida y se convirtió en un precioso bosque verde llamado Oasis. Los humanos que lo encontraron formaron un culto, los Guardárboles, y allí lo conocimos en Fallout 3. Pidió a numerosas personas que acabasen con su sufrimiento, pero el culto acostumbraba a beber su sabia... lo que provocaba daños mentales irreparables. Nuestra labor es determinar si debe vivir o morir, pues de él depende toda la zona verde que ha crecido a su alrededor. Según teorías de jugadores, Harold sigue vivo y atrapado en Oasis, como si se tratase de un castigo divino al estilo de Prometeo o Atlas. Si volveremos a verlo o no es cosa de Bethesda.
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La noticia Qué fue de Harold de Fallout, el desgraciado con peor suerte de todo el Yermo de Estados Unidos fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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