La firma asiática Realme sigue apostando por ofrecer productos que cuentan con una buena relación calidad-precio, acercándose peligrosamente a la fórmula del éxito de Xiaomi, incluso en algunos casos superando sus propuestas en función de la gama y el producto determinado, no obstante, Realme sigue muy centrada en la telefonía móvil como su principal atractivo.
Tenemos en nuestras manos el nuevo Realme 8 y lo analizamos en profundidad para contarte cuál ha sido nuestra experiencia de uso completa. Descubre con nosotros este nuevo dispositivo de gama media que viene a competir en un mercado cada vez más ajustado y con menos alternativas interesantes.
Realme siempre ha sabido, al menos hasta el momento, apostar por diseños que «no son lo que parecen», por así decirlo. A pesar de que sus estandartes de fabricación están basados en el plástico, la verdad es que hay que tenerlos en la mano para darte cuenta de ello. Eso mismo ha vuelto a suceder ahora con el Realme 8, un terminal que invita a pensar en una construcción premium pero que aboga finalmente por el plástico. Así es como han encontrado la correcta estabilidad entre un peso y un tamaño comedidos.
Por su parte el terminal cuenta con un puerto USB-C centrado en la parte inferior, junto al que encontraremos un casi extinto puerto Jack de 3,5mm que suele agradecerse a pesar de que los auriculares con cable son un objeto ya casi de culto y el dispositivo no cuenta con aptX. La parte superior completamente diáfana y en el lateral derecho es donde quedarán los botones de volumen y power. El terminal se adapta bien a las manos aunque en su versión de color negro (tenemos blanco brillante y negro brillante) tiene un problema serio con la retención de huellas. No obstante, la funda viene incluida en el paquete.
En cuanto al corazón del dispositivo, en esta ocasión Realme ha decidido apostar por MediaTek, el archiconocido G95 de gama media acompañado de tres versiones de memoria RAM de 4, 6 y hasta 8GB, esta capacidad máxima es precisamente la que hemos analizado durante dos semanas. Por su parte el almacenamiento único del Realme 8 es de 128GB, algo que nos ha parecido más que suficiente, si bien es cierto que no cuenta con ningún tipo de sistema de archivos o hardware específico que mejore el rendimiento de la tasa de escritura y lectura.
Nos encontramos pocos detalles más llamativos, apuesta por WiFi 6 y 4G LTE a nivel de conectividad inalámbrica, que nos ha ofrecido un buen rendimiento en redes de 5GHz como habéis podido comprobar en el vídeo. Bluetooth 5.0 para el resto de funcionalidades. Todo ello se ejecutará bajo Realme UI 2.0, la capa que viene por encima de Android 11 y de la que hablaremos a más adelante. Sobre el papel, según hemos podido ver, a este Realme no le falta gran cosa, aunque evidentemente teniendo en cuenta su panel AMOLED, la firma ha decidido apostar por un sistema de lector de huellas dactilares en pantalla que funciona bastante bien teniendo en cuenta el rango de precio.
Empezamos por lo más grande, su batería, tenemos 5.000 mAh con una carga «rápida» de algo más de una hora. Incluye el paquete un cargador de 30W y un cable USB-C, pero no dispondremos de auriculares a pesar de contar con el Jack de 3,5mm. Carece, por razones evidentes, de carga inalámbrica, aunque es algo que muchos usuarios siguen sin echar en falta en muchos de estos terminales, así como el chip NFC. La batería nos da para más de un día de uso estándar, a pesar de que pueda calentarse ligeramente con los videojuegos.
Realme UI 2.0 me ha dejado un sabor de boca agridulce, en su momento Realme llegó a España con la limpieza de su Sistema Operativo por bandera y así era. Mientras que a nivel de diseño Realme UI 2.0 se siente ágil y bonita con sus tonos pastel y diseños planos, se empaña por completo la experiencia con una serie de «bloatware» en forma de accesos directos ocultos en forma de aplicación, otras tantas que desconocemos por qué vienen instaladas como Facebook o Tiktok.
Este apartado nos gusta analizarlo con dedicación. Empezamos con un panel de 6,4 pulgadas con tecnología Super AMOLED presumiblemente fabricado por Samsung. En él encontraremos un brillo máximo de 1000 nits, suficientes para la batalla en exteriores. La pantalla es bastante prominente con un diseño plano, sin embargo, contamos con la peca de la parte superior izquierda y un marco inferior que no termino de comprender si tenemos en cuenta la cámara incrustada en la zona superior. En cuanto al sonido, contamos con un único altavoz en la parte inferior bien situado y que ofrece un sonido bastante potente y claro, salvando las diferencias con la gama alta por razones evidentes.
La cámara es donde empezamos a encontrar claramente los primeros escollos, tenemos cuatro sensores, uno de 64 MP principal que incluso de forma digital nos ofrece una estabilización de vídeo agradable. Sufre en contrastes y abusa del HDR cuando lo establecemos de forma automática. Seguimos con una cámara de 8 MP dedicada al Ultra Gran Angular, y dos sensores uno de 2MP macro y otro de 2MP configurada en blanco y negro para mejorar, en teoría, las fotografías en modo retrato. En nuestro vídeo puedes observar el rendimiento de las cámaras en riguroso directo, mientras tanto te dejamos las muestras fotográficas en la parte inferior.
Dicho lo cual, vamos con los puntos fuertes de este Realme 8, el primero es evidentemente su precio, 199 euros es el oficial, aunque puede verse mejorado por ofertas de lanzamiento puntuales. El siguiente es un panel Super AMOLED de 6,4 pulgadas bastante prominente, bien ajustado y con un brillo más que decente. La autonomía por bandera también hará agradable el uso del dispositivo a pesar de que su carga rápida no pueda parecer excesivamente veloz.
Por su parte nos ha dejado un sabor agridulce la forma en que han integrado Realme UI 2.0, así como la excesiva sensación plasticosa del terminal. Evidentemente carecemos de carga inalámbrica o NFC, algo comprensible en su rango de precio.
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Tenemos en nuestras manos el nuevo Realme 8 y lo analizamos en profundidad para contarte cuál ha sido nuestra experiencia de uso completa. Descubre con nosotros este nuevo dispositivo de gama media que viene a competir en un mercado cada vez más ajustado y con menos alternativas interesantes.
Diseño y materiales
Realme siempre ha sabido, al menos hasta el momento, apostar por diseños que «no son lo que parecen», por así decirlo. A pesar de que sus estandartes de fabricación están basados en el plástico, la verdad es que hay que tenerlos en la mano para darte cuenta de ello. Eso mismo ha vuelto a suceder ahora con el Realme 8, un terminal que invita a pensar en una construcción premium pero que aboga finalmente por el plástico. Así es como han encontrado la correcta estabilidad entre un peso y un tamaño comedidos.
- Dimensiones: 160,6 x 73,9 x 7,99 mm
- Peso: 177 gramos
Por su parte el terminal cuenta con un puerto USB-C centrado en la parte inferior, junto al que encontraremos un casi extinto puerto Jack de 3,5mm que suele agradecerse a pesar de que los auriculares con cable son un objeto ya casi de culto y el dispositivo no cuenta con aptX. La parte superior completamente diáfana y en el lateral derecho es donde quedarán los botones de volumen y power. El terminal se adapta bien a las manos aunque en su versión de color negro (tenemos blanco brillante y negro brillante) tiene un problema serio con la retención de huellas. No obstante, la funda viene incluida en el paquete.
Características técnicas
En cuanto al corazón del dispositivo, en esta ocasión Realme ha decidido apostar por MediaTek, el archiconocido G95 de gama media acompañado de tres versiones de memoria RAM de 4, 6 y hasta 8GB, esta capacidad máxima es precisamente la que hemos analizado durante dos semanas. Por su parte el almacenamiento único del Realme 8 es de 128GB, algo que nos ha parecido más que suficiente, si bien es cierto que no cuenta con ningún tipo de sistema de archivos o hardware específico que mejore el rendimiento de la tasa de escritura y lectura.
Nos encontramos pocos detalles más llamativos, apuesta por WiFi 6 y 4G LTE a nivel de conectividad inalámbrica, que nos ha ofrecido un buen rendimiento en redes de 5GHz como habéis podido comprobar en el vídeo. Bluetooth 5.0 para el resto de funcionalidades. Todo ello se ejecutará bajo Realme UI 2.0, la capa que viene por encima de Android 11 y de la que hablaremos a más adelante. Sobre el papel, según hemos podido ver, a este Realme no le falta gran cosa, aunque evidentemente teniendo en cuenta su panel AMOLED, la firma ha decidido apostar por un sistema de lector de huellas dactilares en pantalla que funciona bastante bien teniendo en cuenta el rango de precio.
Autonomía y Realme UI 2.0
Empezamos por lo más grande, su batería, tenemos 5.000 mAh con una carga «rápida» de algo más de una hora. Incluye el paquete un cargador de 30W y un cable USB-C, pero no dispondremos de auriculares a pesar de contar con el Jack de 3,5mm. Carece, por razones evidentes, de carga inalámbrica, aunque es algo que muchos usuarios siguen sin echar en falta en muchos de estos terminales, así como el chip NFC. La batería nos da para más de un día de uso estándar, a pesar de que pueda calentarse ligeramente con los videojuegos.
Realme UI 2.0 me ha dejado un sabor de boca agridulce, en su momento Realme llegó a España con la limpieza de su Sistema Operativo por bandera y así era. Mientras que a nivel de diseño Realme UI 2.0 se siente ágil y bonita con sus tonos pastel y diseños planos, se empaña por completo la experiencia con una serie de «bloatware» en forma de accesos directos ocultos en forma de aplicación, otras tantas que desconocemos por qué vienen instaladas como Facebook o Tiktok.
Experiencia multimedia y prueba de cámaras
Este apartado nos gusta analizarlo con dedicación. Empezamos con un panel de 6,4 pulgadas con tecnología Super AMOLED presumiblemente fabricado por Samsung. En él encontraremos un brillo máximo de 1000 nits, suficientes para la batalla en exteriores. La pantalla es bastante prominente con un diseño plano, sin embargo, contamos con la peca de la parte superior izquierda y un marco inferior que no termino de comprender si tenemos en cuenta la cámara incrustada en la zona superior. En cuanto al sonido, contamos con un único altavoz en la parte inferior bien situado y que ofrece un sonido bastante potente y claro, salvando las diferencias con la gama alta por razones evidentes.
La cámara es donde empezamos a encontrar claramente los primeros escollos, tenemos cuatro sensores, uno de 64 MP principal que incluso de forma digital nos ofrece una estabilización de vídeo agradable. Sufre en contrastes y abusa del HDR cuando lo establecemos de forma automática. Seguimos con una cámara de 8 MP dedicada al Ultra Gran Angular, y dos sensores uno de 2MP macro y otro de 2MP configurada en blanco y negro para mejorar, en teoría, las fotografías en modo retrato. En nuestro vídeo puedes observar el rendimiento de las cámaras en riguroso directo, mientras tanto te dejamos las muestras fotográficas en la parte inferior.
Opinión del Editor
Dicho lo cual, vamos con los puntos fuertes de este Realme 8, el primero es evidentemente su precio, 199 euros es el oficial, aunque puede verse mejorado por ofertas de lanzamiento puntuales. El siguiente es un panel Super AMOLED de 6,4 pulgadas bastante prominente, bien ajustado y con un brillo más que decente. La autonomía por bandera también hará agradable el uso del dispositivo a pesar de que su carga rápida no pueda parecer excesivamente veloz.
Por su parte nos ha dejado un sabor agridulce la forma en que han integrado Realme UI 2.0, así como la excesiva sensación plasticosa del terminal. Evidentemente carecemos de carga inalámbrica o NFC, algo comprensible en su rango de precio.
Pros
- Gran autonomía
- Buena pantalla Super AMOLED
- Un precio muy ajustado
Contras
- A menudo se calienta
- Sin NFC
- Una cámara muy justa
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