
Si no se producen sorpresas de última hora, el Galaxy S8 aspira a convertirse en el nuevo smartphone estrella de Samsung. La compañía surcoreana no ha pasado su mejor etapa debido a los conocidos problemas con el Galaxy Note 7 y a escándalos de corrupción en su país natal.
Con el estreno de este dispositivo (que ya está a la venta) consigue quitarse mala prensa de encima y nos embelesa con una bella pantalla que ocupa casi todo el frontal del terminal. Pero, ¿cómo es realmente el Samsung Galaxy S8? ¿Está a la altura de las expectativas? No te pierdas el review del Galaxy S8.
Una pantalla que enamora a primera vista
La pantalla del nuevo Galaxy conquista a simple vista. Al sacar el teléfono de su caja correspondiente, quedé cautivado al ver esta pieza de ingeniería que adelanta el futuro. Llevamos años esperando a que los fabricantes se animen a aprovechar al cien por cien la parte frontal de los teléfonos y Samsung, al fin, lo ha hecho o, mejor dicho, casi llega al 100% porque todavía quedan unos milímetros en la parte superior e inferior destinados a componentes de hardware. En nuestras manos tenemos una de las pantallas más llamativas del mercado, que luce como nunca y que da sensación de que por fin se aprovecha bien el espacio gracias a sus bordes curvados. En este sentido, Samsung ha seguido los pasos de LG, pero haciendo bien los deberes.
El Galaxy S8 está disponible en dos tamaños: uno en 5,8 pulgadas y otro en 6,2 pulgadas, con un nuevo formato 18.5:9, que se aleja bastante del aspect ratio 16:9 al que estamos acostumbrados. ¿Es un cambio bueno? Depende. En el apartado de software parece que Samsung le saca buen partido a este formato, pero a la hora de consumir vídeo la cosa cambia. La mayoría de contenido de vídeo lo encontramos en 16:9 y, al reproducirlo en el Galaxy S8 aparecen unos bordes negros que estropean un tanto la mecánica de la nueva generación, pero no arruina la experiencia.

Como usuario de iPhone de toda la vida tengo que admitir algo: tras usar el Galaxy S8 de manera intensa, me costó trabajo volver a la pantalla con marcos de mi iPhone. Se nota que éste es el futuro y ya tenemos pistas de que Apple presentará un diseño similar en septiembre. Asimismo, como usuario habitual del iPhone sé reconocer que el diseño del Galaxy S8 todavía se inspira en el fabricante californiano. Samsung no arriesga y sigue un estilo en la línea del iPhone, con una sola pieza que recuerda mucho al iPhone 7 Jet Black. ¿Cuál es el resultado? Exactamente el mismo que el del iPhone: la parte trasera se ensucia con gran facilidad y resulta un poco frustrante ver todas nuestras huellas plasmadas afeando el cuidado diseño.
Desaparece todo rastro de botón físico en la parte protagonista del teléfono. Los botones de navegación aparecen ahora reflejados de manera digital. La sensación de avance es tan impresionante, que solo te darás cuenta de ello una vez que tengas un Galaxy S8 en la mano.
Resumiendo, una vez que hayas visto la pantalla del Galaxy S8, no querrás volver atrás.
Cámara del Galaxy S8

Foto con zoom tomada con el Samsung Galaxy S8
En plena era de Instagram y Snapchat, la cámara del teléfono cobra cada vez más relevancia y sí, Samsung siempre ha realizado una buena labor en este departamento. Cómo no, la cámara del Galaxy S8 no iba a ser una excepción. Pero hablemos de diseño primero. La cámara principal del S8 está integrada de manera natural en la parte trasera, sin sobresalir de su estructura, y está localizada justo al lado del sensor de huellas (que también ha cambiado su localización a un lugar que genera problemas, como comentaremos más adelante). Eso sí, te adelanto algo: prepárate para la típica pregunta de tus amigos: “¿a dónde tengo que mirar?”. Aunque el objetivo resulte visible a primera vista, te aviso de que habrá amigos que no lo tengan tan claro como tú y yo, desafortunadamente.
Las cámaras del teléfono de esta generación esconden una tecnología similar a la que vimos en el Galaxy S7. Samsung siempre ha puesto atención a la fotografía nocturna, especialidad en la que sigue destacando gracias a la reducción de ruido con su cámara trasera de 12 megapíxeles. El zoom parece tomar mejores fotos sin mostrar, también, esos granos que suelen aparecen en este tipo de fotos con zoom digital. Y un pequeño truco: si quieres acceder rápidamente a tu cámara, simplemente presiona dos veces sobre el botón lateral de encendido.

Foto con baja luminosidad
Samsung se apunta a la moda de los filtros de Snapchat y ahora ha añadido los suyos propios al software de la cámara, lo que sin duda alguna entretendrá a algún que otro millennial obsesionado con estas cosas.
Nuevas medidas de seguridad un tanto descalabradas

En los primeros minutos con tu Galaxy S8 tendrás la oportunidad de configurar el acceso seguro a tus datos y ahora tendrás nuevas maneras de desbloquear tu dispositivo, pero ninguna de ellas llega al sobresaliente y la mayoría, suspenden.
La nueva herramienta de reconocimiento facial ha sido muy comentada en las últimas semanas y, por supuesto, estaba impaciente por ponerla a prueba. Sin dudarlo ni un segundo, escogí esta opción como la predeterminada para desbloquear mi Galaxy S8. El proceso de configuración fue increíblemente veloz: en cuestión de segundos, la cámara frontal guarda tu perfil. Eso sí, asegúrate de tomar esta foto en un lugar cubierto y sin que incida la luz del sol para obtener mejores resultados. ¿El proceso de desbloqueo? No está mal, pero no resulta seguro del todo y puede ser burlado con una fotografía tuya (LOL). Hasta Samsung reconoce su “#fail”, porque no te permite acceder a tu información de pagos con el desbloqueo facial. Además, uno resulta un tanto ridículo cuando desbloquea el teléfono de esta manera en público. Parece que te estás tomando un selfie.

El proceso de desbloqueo con el reconocimiento de retina es igual de molesto (e incluso me atrevo a decir que es bastante peor). En este caso tienes que asegurarte de que tu teléfono esté perfectamente inclinado para que pueda reconocer tu ojo y te llevará tiempo encontrar el ángulo correcto. Además, tienes que activar la pantalla primero y deslizarla para llegar hasta este apartado. ¿Qué sentido tiene usar esta herramienta cuando puedes desbloquearlo más rápido con un PIN o a través de tu huella dactilar? Si la tecnología no está preparada para el S.XXI, entonces mejor dejarla para otro momento. Por cierto, al configurar este sistema, Samsung te mostrará una serie de alertas avisándote de que, básicamente, te puedes quedar ciego usando esta función, así que a uno se le quita las ganas de usar el desbloqueo por retina.
Por lo tanto, la manera más cómoda y rápida de desbloquear tu Samsung Galaxy S8 sigue siendo el lector de huellas dactilares. Su localización puede resultar un tanto extraña al principio, pero te acabas acostumbrando a ella. La configuración es rápida y el desbloqueo no suele fallar. Si tengo que escoger entre un lector de huellas localizado en el botón home, tal y como ocurre con el iPhone, o en la parte trasera del teléfono, sigo prefiriendo el botón delantero. Es más cómodo y aciertas a la primera, cuando posas el dedo sobre el lector, ya que ves dónde está. No tienes que ir palpando la parte trasera del dispositivo en su búsqueda y éste es precisamente el fallo que presenta el diseño del Galaxy S8, que no hay manera de acertar con el lector de huellas. Te adelanto que pondrás el dedo en la cámara varias veces antes de dar con el lugar correcto, por lo que te tocará limpiar la lente si no quieres que las fotos salgan con manchas.
Bixby, un asistente inteligente un tanto inútil

Samsung ha recibido críticas por lanzar un producto sin finalizar. Una vez más, lo único que le importa a un fabricantes es tener “lo más nuevo” en el mercado antes de que lo hagan sus competidores y todo vale. Bixby es el nuevo asistente inteligente de Samsung al que no podemos invocar por voz, un auténtico retraso si tenemos en cuenta que se trata de una herramienta de importancia. Yo uso mi asistente personal – Siri, en el iPhone- en todo momento, ya sea para configurar alarmas, recordatorios y encender o apagar las luces de mi casa en todo momento. Lanzar un asistente sin reconocimiento de voz en inglés/español es un error.
El asistente de Samsung tiene incluso un botón físico propio que nos muestra la información de nuestra agenda diaria y las noticias. En un mundo en el que aspiramos a tener menos botones, esta ‘genialidad’ sobra por completo. Además, el botón no podría estar localizado en peor lugar: justo debajo de los botones de sonido, por lo que tendrás problemas más de una vez para acertar a qué botón le das.
La medalla de oro a la inutilidad se la lleva su buscador de imágenes, que falla más que una escopeta de feria. Le di varias oportunidades al buscador y no acertó ni una. Así que si eres fan de los asistentes de voz, como yo, usa la herramienta de Google hasta que Samsung finalice este producto y lo haga bien de una vez por todas.
En el apartado software, uno de los puntos favorables es la interfaz Touchwiz de Samsung, que sigue usando Android como base, pero que resulta más cómoda e intuitiva de usar. El sistema operativo fluye como nunca y no se producen obstáculos con la navegación.
Autonomía del Galaxy S8

En este apartado quedé un poco decepcionado, ya que Samsung siempre ha sabido destacar por la autonomía que sus teléfonos ofrecen. Sí que es cierto que estuve sometiendo al Samsung Galaxy S8 a duras pruebas de trabajo, pero lo hago con todos los dispositivos que analizo y la batería del S8 parecía ir disminuyendo rápidamente. En cuestión de unos minutos (no llegué ni a los 20 minutos), pasé de tener el 64% a un 50%. En las siguientes horas, con menor uso, el resultado mejoró levemente.
¿Me compro el Samsung Galaxy S8?

Mi respuesta como amante de la nueva tecnología y la belleza en una pieza de ingeniería industrial como ésta, sería rápida: ¡SÍ! ¡Cómpratelo! Pero un consejo: atendiendo a experiencias pasadas, mejor esperar, no hay prisas. El Samsung Galaxy S8 es un teléfono bello, funcional y con un sistema operativo que es más intuitivo y rápido que nunca. Sin duda alguna, los amantes del Galaxy lo van a adorar rápidamente. Se trata de un avance importante con respecto a generaciones anteriores, por lo que recomendaría su compra a cualquier seguidor de Samsung que no ande decepcionado tras el fiasco del Note 7.
Entonces, ¿por qué recomiendo esperar? Samsung ha cosechado dudas entre sus consumidores y accionistas. Las prisas a la hora de lanzar el Galaxy Note 7 le costó varios millones a la empresa y la pérdida de confianza. El fiasco tardó meses en resolverse. La crisis se fue expandiendo de manera imparable sin que la compañía supiera bien cómo actuar o qué decir y, lo más bochornoso es que tardara tanto tiempo en encontrar el defecto de fabricación que causaba que los Galaxy Note 7 estallaran. Por eso es recomendable esperar y ver si el nuevo Galaxy S8 viene sin defectos y bien pulido de fabrica. Cada vez es más habitual ver este tipo de fallos en los smartphones de nueva generación. Apple no está libre de pecado, con fallos tan sonados como el “antena gate” del iPhone 4 o las pantallas amarillas del iPad.
¿Qué ocurre si tienes un smartphone como el Pixel o el último LG? Samsung ha conseguido superar a sus competidores en los apartados de diseño y funcionalidad, así que deberías pasarte por una tienda para tenerlo en tus manos y darle una oportunidad. Tal y como he dicho al principio del análisis, su pantalla te encandilará, pero tendrás que poner a prueba el resto de sus funciones.
¿Usuario de iPhone? Espera. La paciencia es una virtud. Puede que lleves años intentando dar el salto a un teléfono de Samsung, pero manténte en tu ecosistema. Sí, el Galaxy S8 es una belleza y su pantalla luce mejor, pero recuerda que este año se celebrará el décimo aniversario del lanzamiento del primer iPhone y Apple está preparando varias sorpresas. El que podría ser el iPhone 8 no se quedará atrás y dará un paso adelante, quién sabe si superando al Galaxy.
Nota: El terminal para este análisis ha sido cedido de manera temporal por AT&T.
El artículo Review Samsung Galaxy S8: Pura belleza, pero con imperfecciones ha sido originalmente publicado en Androidsis.
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