Noticia Ron Gilbert no reinventa el género, lo trolea: Death by Scrolling es el roguelike más gamberro del año

Ron Gilbert no reinventa el género, lo trolea: Death by Scrolling es el roguelike más gamberro del año



Irreverente, absurdo y peligrosamente divertido. Si el infierno tuviera scroll vertical, probablemente lo habría diseñado Ron Gilbert. Y no sería un lugar de tormento eterno, que conste, sino un mundo de fantasía pixelado donde morir es parte del espectáculo, el barquero cobra en monedas de oro y hasta la Parca tiene sentido del humor. Death by Scrolling, el nuevo roguelike del creador de Monkey Island, no solo es un giro inesperado en su legado: es una sátira jugable que convierte el castigo en carcajada y la frustración en arte.


Gilbert ha regresado, y su nueva genialidad logra a la primera partida todas sus pretensiones y aquello que se propone. Empezando por pillar a sus fans con la guardia baja. El genio detrás de las mejores aventuras gráficas de LucasFilm Games regresa con un roguelite de acción desenfrenada, inspirado estéticamente en los clásicos de SNES, pero con la sencillez y verticalidad de los primeros arcades. Esos que te atrapan y no te sueltan.


Y es que Death by Scrolling tiene formas y sensaciones jugables atemporales y, pese a que a veces se coquetea intencionadamente con lo générico, es parte del chiste. De la parodia. Incluso cuando estás condenado a morir mil veces. Pero lo impresionante es cómo lo logra sin perder jamás su identidad. En elmodo de conectar con el jugador recordándole que no se tome en serio lo que pasa y que se deje llevar. Que lo disfrute.


Porque, sobre el papel, Death by Scrolling es intencionadamente parecido a esos miles de juegos indies que llegan cada mes a Steam. Lo hace diferente es aquello que distingue los juegos de Gilbert de todos los demás. Y, en el proceso, toca quitarse el sombrero ante un juego modesto, pero excepcionalmente divertido, que acaba convirtiéndose en una gran obsesión.

Morir para aprender, aprender para morir mejor​




El título de Death by Scrolling es una descripción completamente literal y casi completa de toda la propuesta. De entrada porque si te quedas atrás mientras la pantalla sube mueres, pero también por ser una declaración de intenciones. Este juego no solo se burla de ti, se burla del medio, de sus convenciones, y de la obsesión por avanzar sin mirar atrás. Siendo, en muchos aspectos, una radiografía de aquello que es hoy la industria del videojuego independiente.


Vaya por delante que Gilbert lleva décadas haciendo que nos riamos mientras sufrimos. Desde los días gloriosos de Maniac Mansion y The Secret of Monkey Island, su sello ha sido claro: humor absurdo, diseño afilado y una obsesión por no castigar al jugador innecesariamente. Pero ahora, en Death by Scrolling, se lanza de cabeza al género que vive de matar al jugador una y otra vez. ¿Contradicción? Para Gilbert, es solo otro chiste bien contado. Uno muy agudo, por cierto.

"La muerte en los juegos de aventura interrumpe la narrativa. En los roguelikes, es la narrativa."

La premisa del juego es tan delirante como brillante. Has muerto. Lo siento. Así es la vida. Pero no todo está perdido: puedes escapar del Purgatorio si reúnes miles de monedas de oro para pagarle al barquero. ¿Cómo? Matando monstruos, esquivando trampas, recogiendo cartas con power ups, haciendo encargos que te harán de vez en cuando y sobreviviendo a un scroll vertical que nunca se detiene. Si la pantalla te alcanza, estás muerto. Otra vez.


Death by Scrolling



Lo fascinante del asunto es cómo el juego no solo se ríe de ti, sino que también se ríe contigo. Cada muerte es una oportunidad para mejorar, pero también para recibir un comentario sarcástico del sistema en forma de notificación. ¿Te caíste por un agujero? "Excelente estrategia, Sun Tzu." ¿Te mató un slime? "Si eso, la próxima vez no mates tantos monstruos". El juego hace que el humor sea tan afilado como las espadas que te vas encontrando a lo largo del camino.


Como resultado, cada partida es una comedia de errores, una danza frenética entre espadazos, decisiones cuestionables y enemigos que parecen salidos de una junta de vecinos del inframundo. A veces hasta se manifiestan como sprites que sobraron de cualquier proyecto inacabado y otras te rodean y acabas desbordado entre la acción y su delicioso sentido del surrealismo. Porque claro, si te distraes leyendo una descripción sarcástica, probablemente también mueras. Logrando que abraces gustoso su rejugabilidad infinita.

Un roguelike con alma de aventura gráfica... capaz de matarte de risa​


Entonces, ¿estamos ante un buen juego o una parodia de los roguelikes y el juego indie? Las dos cosas a la vez. Death by Scrolling es un roguelike en toda regla con sus combates que se desarrollan con ataques rápidos, potenciadores absurdos y enemigos que parecen salidos de una pesadilla con sentido del humor y el progresión por intentos que se espera del ciclo de jugar, morir y empezar (casi) desde cero. Sin embargo, el ADN de Gilbert está en cada píxel. A fin de cuentas, nunca ha buscado agradar a todos, sino divertirse y provocar.

Hay personajes con diálogos hilarantes, misiones secundarias que no se toman en serio a sí mismas, pero son más dignas que las de alguna superproducción, y una narrativa oculta que se revela solo si logras sobrevivir lo suficiente como para leer entre tajos, tiroteos y explosiones. Dándole extra de cancha al humor. Al sarcasmo, metanarrativa y burlas al jugador. Porque si algo define a Ron Gilbert es su capacidad para hacerte reír mientras te lanza un reto.


Death by Scrolling



¿Un juego simple? Más bien intencionadamente sencillo. Gilbert confesó que en algún momento "arruinó" la experiencia al intentar hacerlo demasiado complejo. Luego lo simplificó, lo pulió y lo dejó solo con lo esencial: lo divertido. El resultado es un sistema de progresión que premia la perseverancia sin volverse un Excel con espadas. Y eso siempre juega a su favor. Y no es lo único.


La estética retro, el pixel art vibrante, un diseño que mezcla lo grotesco con lo adorable, y la banda sonora con ritmos acelerados que acompañan la urgencia del scroll y tintes de arcade ochentero hacen que el juego se sienta como una carta de amor a los clásicos, pero ejecutado con el sarcasmo de alguien que ha vivido demasiadas ferias de videojuegos. Logrando que Death by Scrolling sea un roguelike con un descarado estilo retro, personajes caricaturescos y efectos visuales que no saturan, pero con una ejecución brillante y moderna.

Death by Scrolling: scroll, muere, ríe, repite​


Tras conquistar la aventura gráfica, Gilbert demuestra que se puede ofrecer el mismo tipo de humor picaresco más allá de la senda del point & click. En Death by Scrolling demuestra que su talento no depende del género, sino del enfoque. No ha reinventado el roguelike, lo ha convertido en una parodia brillante. Y en el proceso, ha creado uno de sus juegos más personales, más divertidos y más inesperados.


Death by Scrolling


De hecho, te confieso lo mucho y bien que Ron Gilbert a entrado en los roguelikes y ha moldeado el subgénero no solo a su estilo e impronta en la industria del videojuego, sino a cualquier perfil de jugador. Todo convenientemente regado con montones de burlas al género, a los jugadores hardcore y a la propia idea de progresión. ¡Hasta tiene desafíos diarios! Que canallita eres, Gilbert, y cómo te gusta reirte de los demás.


Insisto, Death by Scrolling es mordaz, pero también un juegazo. Algo logrado implementando controles precisos, con autoapuntado, fáciles de aprender y difíciles de dominar. Estableciendo un sistema de progresión cristalino y sin menús laberínticos y con un diseño accesible, ideal tanto para fans del roguelite como para quienes solo quieren reír y morir un rato. Y ojo, que si tienes tiempo para leer entre caos, muertes y subidas de scroll, descubrirás una historia sobre burocracia infernal y el precio del más allá.


De hecho, según se lee al iniciar partida el nivel de dificultad más bajo es "casi un juego relajante". Y sí, esto también es uno de los muchos textos mordaces que hay repartidos por el juego junto con diálogos mordaces: desde los tutoriales hasta los NPCs, todo parece diseñado para hacerte sentir un poquito incompetente… pero con cariño.

Death by Scrolling



Porque al final, Death by Scrolling no es solo un juego sobre morir. Es un juego sobre reírse de la muerte, del diseño, del jugador y de sí mismo. Y eso, en estos tiempos, es más revolucionario que cualquier mecánica nueva


Death by Scrolling es una carta de amor retorcida al videojuego como medio. Es frenético, gracioso, desafiante y, sobre todo, honesto. Ron Gilbert no intenta replicar su pasado, sino reinventarse con una propuesta que, aunque distinta, conserva su esencia: hacerte pensar mientras te ríes… y mueres. Ideal para quienes buscan algo distinto entre tanto AAA, y perfecto para quienes creen que el humor también puede ser una mecánica.


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La noticia Ron Gilbert no reinventa el género, lo trolea: Death by Scrolling es el roguelike más gamberro del año fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .

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