Antes de levantar la voz al cielo, Wardle matizó sus indagaciones y afirmó que parece ser que Shazam no está haciendo nada malicioso con los datos que puede capturar, es decir, no se guardan, no se procesan o no se envían a sus servidores. Simplemente, sigue a la escucha en vez de cerrar el micrófono. Esto hace parecer que es un error de programación o de diseño de la aplicación, pero tampoco lo es. Shazam comentó que es intencionado, para que los usuarios no tengan que esperar varios segundos para que la música que se quiere adivinar sea procesada.
La excusa de Shazam es, cuanto menos, curiosa. El jefe de producto de Shazam, Fabio Santini, explicó que era, solamente, una opción que la compañía hizo en la versión para Mac, y sólo para dicha versión. Además, Santini comentó que, incluso si alguien se hiciera con dichos datos, no podría escuchar las conversaciones personales, ya que Shazam sólo muestra algunos puntos a lo largo de la onda de audio con el objetivo de crear una huella digital o fingerprint que coincida con otras huellas en la base de datos de música de la compañía. Los puntos, no pueden ser invertidos para reconstruir el audio original. Lo que está claro, es que abre una puerta o una motivación para los investigadores, ser capaces de invertir el proceso y poder reconstruir el audio. Seguiremos atentos a esta noticia.
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