Noticia Snapseed vs Lightroom Mobile: cuál es mejor

Snapseed vs Lightroom Mobile cuál es mejor


Si te gusta la fotografía con el móvil y te estás preguntando si es mejor Snapseed o Lightroom Mobile, no eres el único. Cada vez más gente dispara, edita y comparte directamente desde el smartphone o el iPad, sin pasar por el ordenador, y elegir bien la app principal de edición, como las aplicaciones para editar fotos gratis, cambia por completo el flujo de trabajo.

Además, en el ecosistema Apple surge una duda extra: cómo editar de forma no destructiva las fotos de iCloud sin acabar con mil versiones duplicadas de la misma imagen. Snapseed y Lightroom Mobile abordan este tema de forma distinta, así que conviene entender bien qué hace cada uno, en qué destaca y cuándo compensa combinar ambos para sacarle todo el jugo a tus fotos.

Edición no destructiva y copias en la biblioteca: Snapseed vs Lightroom Mobile​


Uno de los aspectos más importantes hoy en día es poder editar sin destruir el archivo original, sobre todo cuando trabajas con JPEG directamente desde el móvil y tu biblioteca está sincronizada con iCloud o servicios en la nube similares.

Snapseed tiene un enfoque muy práctico para usuarios de iPhone y iPad: permite editar de forma no destructiva sobre la foto almacenada en iCloud. Eso significa que, aunque apliques ajustes de exposición, contraste, curvas o filtros, siempre puedes volver en la app Fotos de Apple y pulsar en “Revertir” para recuperar la toma original tal cual salió de la cámara.

En la práctica, esta forma de trabajar evita que tu carrete se llene de duplicados. Tu biblioteca se mantiene limpia, con una única foto que guarda el historial de edición. Para un aficionado con poco tiempo, que hace la foto, la retoca un momento en el sofá y la comparte con amigos o en redes, es una solución muy cómoda y directa.

Con Lightroom Mobile la cosa cambia. La app de Adobe trabaja con su propio sistema de catálogo y, por defecto, no sobrescribe la foto original de tu biblioteca de iCloud. Importas la imagen a Lightroom, la editas con un flujo no destructivo dentro de la propia app (tus ajustes se guardan como parámetros), pero para tener la versión final fuera de Lightroom necesitas exportar.

Ese paso de exportación genera un nuevo archivo JPEG, de modo que terminas con dos versiones: el original y la copia editada. Es ideal si quieres mantener un archivo maestro sin toquetear y una versión procesada, pero es más engorroso si sólo quieres tener una foto buena y punto. Ni siquiera con la suscripción de pago de Lightroom Mobile se habilita la edición directa sobre el JPEG de iCloud con sobrescritura del original; el comportamiento básico de importar y exportar se mantiene.

La conclusión en este punto concreto es bastante clara: si tu prioridad es editar rápido sin duplicar fotos y conservar siempre la opción de revertir desde la app Fotos, Snapseed encaja mejor. Si prefieres un sistema más de “catálogo” con copias de trabajo y mayor control sobre versiones, Lightroom Mobile tiene más sentido, pero a costa de llenar algo más tu almacenamiento.

Interfaz y experiencia de uso en pantallas pequeñas​


Trabajar en una pantalla de móvil tiene sus pegas: espacio limitado, iconos pequeños y menos precisión que en un monitor grande. Por eso la interfaz puede ser la diferencia entre disfrutar o sufrir cada vez que te pones a editar.

Snapseed nació directamente pensada para el entorno móvil y eso se nota. La interfaz es limpia, muy directa y con pocas distracciones. Nada más abrir una foto, tienes tres secciones claras: “Diseños” (filtros y estilos generales), “Herramientas” (ajustes detallados) y “Exportar” (guardado y compartición). No hay mil menús escondidos ni paneles flotantes, todo se acciona con gestos muy sencillos.

El control táctil de Snapseed es especialmente intuitivo: deslizas verticalmente para elegir el parámetro (brillo, contraste, ambiente, etc.) y horizontalmente para aumentarlo o disminuirlo. Si vienes del mundo del ordenador, adaptarse es cuestión de muy poco tiempo, y si eres completamente nuevo, el aprendizaje también es rápido porque la app no abruma con opciones avanzadas en primera línea.

Lightroom Mobile, en cambio, es la versión “condensada” del clásico Lightroom de escritorio. Ofrece una interfaz más densa, con barras de herramientas, pestañas y deslizadores más detallados. Para muchos fotógrafos eso es una ventaja porque replica la lógica del programa de sobremesa, pero para quien busca algo rápido puede parecer más complejo.

Además, Lightroom Mobile organiza las fotos dentro de un catálogo propio. Antes de editar tienes que importar las imágenes al entorno de Lightroom, lo que añade un paso extra respecto a Snapseed, donde simplemente eliges la foto desde tu galería y listo. No es que sea complicado, pero sí menos inmediato si sólo quieres retocar una instantánea y compartirla al momento.

Si hablamos de claridad visual, ambos han mejorado muchísimo con los años, pero muchos usuarios siguen notando que Snapseed se siente algo más ligero, directo y visualmente amigable para ediciones rápidas; Lightroom Mobile ofrece más controles, pero a cambio requiere un pequeño periodo de adaptación y algo más de paciencia en pantallas reducidas.

Rendimiento y fluidez en móviles de gama media​


No todo el mundo tiene un móvil de gama alta con potencia de sobra. En teléfonos más modestos, la fluidez de la app marca la diferencia entre disfrutar o desesperarse. En este terreno, la experiencia acumulada muestra un ganador bastante claro.

Snapseed está muy bien optimizada y funciona de forma sorprendentemente fluida incluso en dispositivos no demasiado potentes. Los ajustes se aplican casi en tiempo real, los filtros se previsualizan rápido y es raro encontrarse con cierres forzados o congelaciones, incluso cuando usas herramientas como HDR o estructura.

En el caso de Lightroom Mobile, la cosa es algo más delicada. Al ser una app más pesada y completa, puede tardar notablemente más en aplicar ciertos efectos, especialmente en móviles o tablets con hardware antiguo. Hay usuarios que reportan pequeños tirones, tiempos de espera al mover deslizadores y, en ocasiones, cierres inesperados al forzar demasiado.

Si tu smartphone no es especialmente potente y vas justo de memoria o procesador, Snapseed suele ofrecer una experiencia más estable y rápida. Lightroom Mobile rinde mejor en equipos modernos con buena CPU y buena GPU, donde sí saca partido a su motor de revelado más avanzado, pero no es la app más “ligera” del mercado.

Por este motivo, para retoques rápidos o cuando sabes que vas a editar varias fotos seguidas en un móvil modesto, muchos fotógrafos de calle o de viaje prefieren recurrir primero a Snapseed y reservar Lightroom para cuando disponen de un dispositivo más potente o necesitan funciones concretas de mayor profundidad.

Herramientas de revelado: básicos y ajustes avanzados​


Snapseed vs Lightroom Mobile cuál es mejor


Más allá de la interfaz, lo que de verdad importa es qué puede hacer cada app con tus fotos. Tanto Snapseed como Lightroom Mobile ofrecen un conjunto muy sólido de herramientas de revelado básico, perfectas para sacar partido a JPEG e incluso a RAW.

En el terreno de los ajustes esenciales (exposición, contraste, luces, sombras, blancos, negros, saturación, temperatura de color…), las dos aplicaciones permiten trabajar con mucha precisión. Puedes enderezar una escena subexpuesta, equilibrar un cielo quemado o corregir un balance de blancos incorrecto sin demasiados problemas.

Snapseed incorpora además herramientas como “Mejorar foto” o “Ajuste mágico”, que funcionan como un punto de partida automático. Pulsas y la app ajusta luces, sombras y contraste de forma bastante inteligente; luego puedes entrar a afinar manualmente parámetros como Ambiente (un contraste local muy útil), Toques de luz para salvar altas luces o Calidez para ajustar el tono global.

Lightroom Mobile, por su parte, despliega un set de controles muy similar al del Lightroom de escritorio, con paneles específicos para Luz, Color, Detalle, Óptica y Efectos. La ventaja de este enfoque es que tienes un control muy fino de cada aspecto: curvas de tono detalladas, mezclas de color por canal, claridad, textura, neblina, viñeteo, etc.

En el campo de los ajustes más avanzados, Lightroom saca pecho con funciones como la reducción de ruido de luminancia y crominancia. Si has tenido que subir mucho la exposición de una foto oscura o has disparado con un ISO alto, el grano digital resultante puede ser muy molesto; Snapseed no cuenta con una herramienta de eliminación de ruido realmente efectiva, mientras que Lightroom Mobile sí puede limpiarlo con bastante calidad.

Por el contrario, Snapseed compensa con herramientas creativas muy potentes y fáciles de usar, como filtros HDR, enfoque selectivo, estructura, desenfoque, grano y un módulo de curvas bastante completo. Todo ello en un entorno muy visual que invita a probar sin miedo, sabiendo que siempre podrás revertir cada paso del historial.

Edición por zonas, máscaras y trabajo selectivo​


Una de las grandes claves para darle nivel profesional a una foto es la edición localizada: no es lo mismo iluminar todo el encuadre que sólo el rostro de una persona, o subir saturación únicamente al cielo. En este punto, ambas apps han evolucionado bastante, pero con enfoques algo distintos.

Snapseed incluye varias herramientas selectivas muy interesantes. La más conocida es “Selectivo” (control points), que te permite tocar zonas concretas de la imagen. Pulsas en el punto que quieres ajustar, arrastras para definir el área y luego modificas brillo, contraste, saturación o estructura solo en esa parte. Es una forma rápida de dirigir la mirada del espectador hacia lo importante.

También ofrece herramientas como “Pincel” o “Viñeteado”, que permiten oscurecer bordes, aclarar rostros o añadir énfasis en los elementos clave. Sin llegar al sistema de capas complejo de un editor de escritorio, se le acerca bastante en flexibilidad para ser una app gratuita.

Lightroom Mobile trabaja con máscaras más avanzadas. Puedes usar pinceles, degradados lineales, degradados radiales y, en versiones recientes, selecciones automáticas de sujeto o cielo. Eso te da un control muy minucioso sobre dónde aplicar cada ajuste, casi al nivel de Lightroom en el ordenador.

Aunque en Snapseed se puede hacer un trabajo selectivo muy digno, Lightroom Mobile permite ediciones por zonas más sofisticadas, precisas y fáciles de refinar, especialmente cuando se trata de retratos, cielos con mucho detalle o escenas complejas con muchos elementos.

En cualquier caso, en ambas apps el revelado sigue siendo no destructivo: puedes revisar la pila de ajustes, activar o desactivar pasos, modificar máscaras y volver atrás más tarde si te arrepientes de algo. La diferencia, de nuevo, es dónde se guardan esos cambios (sobre el archivo de Fotos en Snapseed, dentro del catálogo de Lightroom en Adobe).

Presets, filtros y simulación de estilos​


Otro factor que muchos usuarios valoran es la posibilidad de aplicar looks consistentes mediante filtros o presets. Es la forma más rápida de dar a tu feed de Instagram, a un proyecto personal o a una serie de fotos una estética coherente sin repetir ajustes manuales cada vez.

Lightroom Mobile tiene una clara ventaja en el terreno de los presets. La app permite crear tus propios ajustes preestablecidos, importarlos y comprar colecciones de terceros. Además, Adobe incluye de serie bastantes presets que modifican color, contraste y estilo general de la imagen con un solo toque, pudiendo ajustar luego la intensidad.

La popularidad de Lightroom entre profesionales ha generado un ecosistema enorme de presets comerciales y gratuitos, pensados tanto para móvil como para escritorio. Esto facilita que puedas encontrar estilos de tipo película, retrato suave, blanco y negro contrastado, tonos cálidos vintage, etc., ya empaquetados y listos para usar.

Snapseed, por su parte, ofrece una serie de “Diseños” o filtros prediseñados. No son tan numerosos ni tan personalizables como el universo de presets de Lightroom, pero para un uso rápido funcionan muy bien y pueden servir como base para un revelado más personal. Lo bueno es que cada filtro aplicado deja un rastro de pasos que puedes revisar y modificar a tu gusto.

Más allá de estas dos apps, muchos fotógrafos combinan Lightroom Mobile o Snapseed con aplicaciones específicas de filtros como VSCO, RNI Films, DAZZ o Liit, que buscan simular películas analógicas o looks creativos muy marcados. Lo habitual es revelar primero el archivo RAW o el JPEG en Lightroom o Snapseed (dejándolo bastante “plano”), aplicar después un filtro en la app dedicada y, si hace falta, volver a Lightroom o Snapseed para un toque final de grano, balance de blancos o contraste.

En cualquier caso, da igual que uses presets o ajustes manuales: el reto es que el efecto no se vaya de madre y conserve naturalidad. Tanto en Snapseed como en Lightroom Mobile puedes bajar intensidad de los efectos y equilibrar color y contraste para no caer en una estética excesiva que canse a la vista.

Snapseed: ventajas, limitaciones y cuándo usarlo​


Snapseed, propiedad de Google, se ha ganado un hueco en prácticamente todos los listados de mejores apps de edición móvil por varios motivos. El más evidente es que es completamente gratuita en Android e iOS, sin suscripciones ni compras internas que limiten herramientas clave. Esto la convierte en una especie de “DaVinci Resolve” de la foto móvil: mucha potencia por cero euros.

El diseño de su interfaz es otro de sus puntos fuertes. Es clara, minimalista y muy fácil de entender, incluso para quien jamás ha tocado un editor en el ordenador. El sistema de tres pestañas (Diseños, Herramientas, Exportar) ordena todo de forma lógica y evita que te pierdas entre paneles. Y los gestos de arrastrar para ajustar parámetros hacen que editar sea casi un juego.

En cuanto a herramientas, Snapseed ofrece un arsenal muy completo: niveles, curvas, ajustes selectivos, desenfoques creativos, HDR, blanco y negro avanzado, texto, marco, doble exposición y más. El revelado es no destructivo, con historial de pasos editable, por lo que siempre puedes volver atrás o modificar algo que hiciste varios minutos antes.

Ahora bien, también tiene algunos puntos débiles. El más llamativo para usuarios avanzados es que la configuración de la app es casi inexistente: no puedes personalizar demasiado el comportamiento de curvas, el tipo de grano, la forma en que reacciona el contraste, etc. Si vienes del mundo del ordenador y estás acostumbrado a ajustar cada detalle a tu gusto, esta falta de personalización puede saber a poco.

Otro aspecto limitante es el tamaño de pantalla. Revelar con precisión en un móvil pequeño puede ser un poco “martirio” si buscas ajustes quirúrgicos, sobre todo al crear máscaras o trabajar detalles muy finos. En una tableta la experiencia mejora muchísimo, pero en smartphones con pantallas reducidas es habitual que acabes deseando más espacio visual.

Pese a esas pegas, para la mayoría de aficionados que quieren un revelado rápido, potente y sin complicarse, Snapseed es una opción fantástica. Puede incluso sustituir a Lightroom Mobile siempre que no necesites una integración estricta con el flujo de trabajo de escritorio o herramientas muy específicas como reducción de ruido avanzada.

Lightroom Mobile: puntos fuertes, peajes y mejor escenario de uso​


Lightroom Mobile es la extensión natural del ecosistema Adobe en el móvil. Su mayor baza es que hereda la filosofía y muchas funciones del Lightroom clásico, permitiendo un flujo de trabajo coherente entre smartphone, tablet y ordenador.

Al usar la nube de Adobe (si tienes suscripción), puedes sincronizar colecciones, presets, ediciones y ajustes entre dispositivos. Esto significa que puedes empezar revelando en el móvil y luego rematar detalles en el ordenador con Lightroom Classic o Lightroom de escritorio, o al revés. Para proyectos más serios o trabajos profesionales resulta muy cómodo.

A nivel de herramientas, Lightroom Mobile destaca en varias áreas: curvas precisas, mezcla HSL por canal, reducción de ruido, correcciones de lente, perfiles de color y máscaras avanzadas. Esto lo convierte en un revelador puro muy potente, ideal para dejar un RAW en un estado perfecto antes de pasar a cualquier otro tipo de procesado creativo.

Sin embargo, arrastra algunos inconvenientes. Uno de ellos es que resulta más exigente con el hardware y algo más lento en dispositivos modestos. Otro, ya mencionado, es que no trabaja sobre la foto de iCloud de manera directa, sino en su propia copia interna, lo que implica exportar para obtener el JPEG final y por tanto duplicar archivos.

Además, aunque la app base es gratuita, muchas de las funciones más interesantes (sincronización en la nube, algunas herramientas premium, espacio de almacenamiento extra) requieren suscripción. No es un drama si ya pagas por Creative Cloud, pero para alguien que sólo quiere editar cuatro fotos al mes puede ser un freno.

En resumen, Lightroom Mobile brilla especialmente cuando quieres sacarle todo el jugo a archivos RAW, aprovechar presets avanzados, trabajar con máscaras complejas y conectar tu flujo móvil con el de escritorio. Para un uso totalmente casual, quizá sea “demasiado” editor, mientras que para fotógrafos más meticulosos es casi imprescindible.

Combinar Snapseed y Lightroom Mobile con otras apps de filtros​


Una idea muy interesante que muchos fotógrafos aplican es no casarse con una sola app. En lugar de preguntarse únicamente “¿Snapseed o Lightroom Mobile?”, la clave puede ser decidir qué hace mejor cada una y cómo encajan con otras herramientas como VSCO, RNI Films, DAZZ o Liit.

Tanto Snapseed como Lightroom Mobile son reveladores excelentes para crear la base de la foto. Es decir, son perfectos para corregir exposición, contraste, luces altas y sombras, balance de blancos y nitidez, dejando la imagen lo más equilibrada y “plana” posible antes de aplicar ningún filtro creativo.

Después de ese revelado inicial, es frecuente pasar la foto por apps de filtros como VSCO o RNI Films para darle un toque de color y contraste con una estética particular. VSCO, por ejemplo, ofrece más de un centenar de filtros (la mayoría bajo suscripción) con looks digitales muy atractivos, aunque sus herramientas de revelado básico no son tan finas como las de Lightroom o Snapseed.

RNI Films, sólo para iOS, propone filtros con nombres de películas reales (Kodachrome, Portra, Agfa, etc.). Aunque las simulaciones no son idénticas a la película química, pueden dar resultados muy agradables, sobre todo con fotos procedentes de cámaras “serias”. Eso sí, tiene limitaciones como no poder ampliar la foto en la edición para ver bien el grano o el detalle fino.

Luego están combinaciones como DAZZ + Liit, enfocadas a simular cámaras analógicas concretas (Ricoh GR1, Contax T2, cámaras instantáneas…) y añadir un look muy analógico y realista. DAZZ aplica la simulación de cámara y carrete; Liit se encarga de ajustar color y balance con cambios muy suaves, sin que la imagen se descontrole.

El gran “pero” de estas últimas es que, en muchos casos, la exportación reduce bastante la resolución y calidad de la imagen, por lo que son ideales para redes sociales y formatos pequeños, pero no tanto para impresiones grandes o trabajos exigentes.

Filtros, presets y el tabú en la comunidad fotográfica​


Dentro del mundo fotográfico hay quien mira por encima del hombro a los que usan filtros o presets como si fuesen una especie de “trampa”. La realidad es que prácticamente todos acabamos usando algún tipo de filtro en algún momento, ya sea en una app móvil o integrado en la cámara.

Un ejemplo claro son las simulaciones de película de las cámaras Fujifilm. Muchos fotógrafos llevan años disparando en JPEG con estas simulaciones activadas (Velvia, Classic Chrome, Acros, etc.) sin pensar que, en esencia, están usando filtros predefinidos. Tampoco esas simulaciones replican exactamente la película real, pero dan un look específico muy querido.

Con Snapseed y Lightroom Mobile pasa algo similar. Puedes editar todo “a mano” moviendo deslizadores, o apoyarte en presets y filtros como punto de partida. Lo importante no es si usas un filtro, sino cómo lo controlas: bajar intensidad, ajustar temperatura, corregir dominancias de color, equilibrar contraste… todo eso requiere criterio y práctica.

Tener un conjunto limitado de filtros o presets favoritos puede ayudarte a mantener una estética más coherente en tu trabajo. Ya sea una serie de fotos de calle, un proyecto personal de viajes o simplemente tu feed de Instagram, repetir una línea de color y contraste da personalidad a las imágenes.

En definitiva, no merece la pena obsesionarse con el purismo; lo que de verdad pesa es la calidad de la foto de partida y la intención detrás del procesado. Usar Snapseed, Lightroom Mobile, VSCO o cualquier otra app es sólo cuestión de herramientas, no de “valor” fotográfico.

Entre Snapseed y Lightroom Mobile no hay un único ganador absoluto, sino dos formas de trabajar que pueden complementarse muy bien: si quieres rapidez, edición directa sobre las fotos de iCloud y una app gratuita con curva de aprendizaje suave, Snapseed encaja como un guante; si priorizas un revelado más profundo, reducción de ruido, presets avanzados y sincronización con el ordenador, Lightroom Mobile es difícil de igualar, y muchos fotógrafos terminan combinando ambos según el momento, el dispositivo y el nivel de exigencia de cada imagen.

Continúar leyendo...