
He jugado a Helldivers 2 desde su lanzamiento y acumulado varios cientos de horas, así que se podría decir que he tenido tiempo de sobra para experimentar. No hay arma o estratagema que no haya utilizado ni enemigo que no sepa matar. Estuve en la campaña de Malevelon Creek, así como en todos los eventos destacados hasta ahora. Raro es el día que no complete al menos una misión.
Y aun así, acabo de descubrir que cambiar uno de los ajustes más básicos transforma por completo mi experiencia de juego. Tiene que ver con el sonido. No las voces, porque ya las he probado todas y, quitando el doblaje al castellano, me quedo con el japonés. Me refiero a la música.
Helldivers 2 sin música es otro juego muy diferente
La música de Helldivers 2 es espectacular. Es buena por sí sola, pero además forma parte de los pilares principales de la epicidad durante las partidas. El despliegue de las cápsulas, el alzamiento de banderas, cuando aparece un enemigo enorme como el Titán de Bilis o el Empalador, cuando solicitas la nave de extracción... Puede que no te hayas dado cuenta, pero el juego te bombardea constantemente con música tanto para ambientar como para darte información de lo que ocurre.
¿Pero qué ocurre cuando desactivas la música? Nunca me lo he preguntado. Me siento estúpido y culpable, porque soy una persona que valora muchísimo el sonido de los videojuegos. Soy incapaz de jugar cómodo sin cascos porque necesito escuchar absolutamente todo. Es un experimento básico que nunca he llevado a cabo en Helldivers 2.
Fue el fin de semana pasado, a altas horas de la noche, cuando me topé con el vídeo "The Beautiful Loneliness of Helldivers 2" (La Belleza de la Soledad en Helldivers 2) de Thane Bishop en YouTube. Cuenta cómo ha adaptado el videojuego para que la experiencia se ajuste a sus preferencias: solitario, inmersivo y, siempre que puede, en sigilo. Te recomiendo que le eches un ojo, pero antes te ruego que acabes de leerme.
No me importó que fuesen las cinco de la mañana. Sentí la imperiosa necesidad de probar Helldivers 2 sin música. Thane Bishop señala que la experiencia cambia por completo y que puede transmitir cierto grado de miedo. ¡Y tiene más razón que un santo! Quitar la música ha transformado mi experiencia y, aunque suene exagerado, siento que estoy jugando a algo nuevo.
Todavía no me he acostumbrado a jugar sin música. Se me hace raro después de cientos de horas. Sin embargo, estoy disfrutando muchísimo. El primer cambio es más que evidente: te falta información durante las partidas. Por ejemplo, no tienes una referencia clara y constante de cuándo se solicita la extracción, así que es fácil quedarse en tierra debido a un despiste. Tampoco tienes una alarma musical cuando aparece un Titán de Bilis termínido. Pero esto es solo la punta del iceberg.
He descubierto un mundo de sonidos en Helldivers 2 que ni siquiera sabía que existían y/o que son más detallados de lo que imaginaba. Por ejemplo, la secuencia de lanzamiento de las cápsulas cuenta con sonidos que la música ahoga por completo. A riesgo de sonar como un hereje, esta parte me gusta mucho más sin música, ya que puedes escuchar perfectamente cómo la cápsula se despliega, cae y finalmente abre los propulsores para frenar el impacto.
Una vez en tierra, todo es más crudo y espartano. Más limpio y nítido. Incluso vacío. La música no eleva la epicidad ni te acompaña durante los enfrentamientos. Lo único que escuchas es la cacofonía de la guerra: explosiones, disparos, gritos de los helldivers, todo tipo de sonidos de los enemigos, la lluvia, el viento... Escuchas las pisadas y el impacto de las armaduras contra el suelo. También puedes escuchar lo detallado del sonido de las armas: el roce del metal al introducir los cargadores y/o balas, cuando amartillas el arma, el sobrecalentamiento de las baterías...
Pero lo más impresionante no es lo inmediato, sino el sonido que te llega de la distancia y que la música generalmente impide que escuches con tanta nitidez. Y es que puedes determinar el origen del sonido en cualquier punto del mapa, ubicación y distancia, mediante la intensidad y el eco. Las explosiones de las bombas de 500 KG y los bombardeos orbitales se escuchan desde el otro extremo del mapa y a medida que te acercas se unen el resto de sonidos mencionados.
Prescindes de los pocos datos que ofrece la música (y de su acompañamiento épico), pero ganas una enorme cantidad de información a tiempo real del campo de batalla. De hecho, ahora sé perfectamente cuando se me acerca un enemigo por la espalda... ¡Incluso cuando son acechadores invisibles termínidos! Puedes escuchar perfectamente sus pasos al correr antes de atacarte. Siempre me he quejado de que no los escuchaba llegar y era porque tenía a la banda tocando sin parar.

En Vida Extra
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No estoy diciendo que la experiencia sea mejor sin música, tampoco que sea mejor con ella. Ni ninguna de las posibles combinaciones. Solo digo que es diferente. Cuesta acostumbrarse a no escuchar las epiquísimas canciones porque el juego está diseñado para que así sea, pero una vez entras en el rollo de jugar sin ellas... cuesta volver atrás, al menos en mi caso. Todo es más crudo y solitario, más... terrenal. Si lo piensas, así es como los helldivers viven realmente la guerra todos los días.
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La noticia Solo he necesitado cambiar un ajuste de Helldivers 2 para convertirlo en una experiencia escalofriante. Es raro y genial al mismo tiempo fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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