La plataforma de car sharing, BlaBlaCar cumple tres meses desde que comenzase a operar en México, un mercado que tiene sus características propias y sus peculiaridades.
Siempre es noticia cuando un fenómeno social traspasa fronteras y anuncia su llegada a países en los que busca tanto o más éxito como el que ya ha cosechado en los anteriores, pero lo verdaderamente importante es cómo progresan estos en su nuevo campo de juego. BlaBlaCar, el ejemplo francés de economía colaborativa, anunció su aterrizaje en México en abril de este mismo año y ahora se cumplen tres meses del comienzo de su actividad en el país latinoamericano.
En México se potencia la seguridad revisando el perfil de cada conductorBlaBlaCar entró en México a través de la adquisición de Rides, dedicada a la misma actividad, consiguiendo así una base sólida sobre la que empezar a crecer de forma sostenible. Tres meses después, y como confirma Alberto Padilla, Country Manager de la compañía en México, "solo en los primeros días de actividad ya contábamos con más de 200 viajes disponibles en las principales rutas de México D.C.-Querétaro o un Ciudad de México- Guadalajara". Sin embargo, el número de pasajeros y conductores aún anda parejo, casi en empate técnico, a diferencia que en Europa que los usuarios son muchísimo más numerosos.
La seguridad, el talón de Aquiles en Latinoamérica
Desde el primer momento lo que se nos viene a la cabeza a la hora de montarnos con un desconocido en un coche en un país en Latinoamérica es el miedo de saber si vamos a volver a casa, y esto podría ser lo que firmase la sentencia de BlaBlaCar. Sin embargo, y a diferencia de lo que se hace aquí en España han decidido afrontar la cuestión con un refuerzo en el seguimiento a los conductores que proponen rutas.
"Una de las diferencias respecto a Europa es que en México solo se pueden registrarse personas con cuentas de Facebook, no solo con el email. Lo que hace que tengamos perfiles con fotografías, y más información para que el usuario pueda saber quién es el conductor."
Unas cuentas que además pasan por un filtro de evaluación y revisión, en las que se exige ante todo una foto de perfil en la que se pueda reconocer la cara del conductor. No valen gafas oscuras ni gorros, solo aquellas en las que se les pueda reconocer bien la cara y poder reconocer a nuestro conductor al momento en el punto de encuentro.
La sombra de la polémica
Gente que lo ha probado en Europa quiere repetir en MéxicoPor todos es bien sabido de la polémica legal que persigue a las plataformas dedicadas a compartir servicios de transporte de personas. Hace algunos días nos despertábamos con la noticia en CNN hablando sobre el comunicado de la Asociación Elite Taxi que explicaba su intención de unir fuerzas con los taxistas de México para luchar contra este tipo de servicios de movilidad, Uber, Cabify y BlaBlaCar principalmente.
Sin embargo, es muy grande la diferencia entre BlaBlaCar y las otras plataformas, ya que como comenta Alberto, pese a las polémicas, los usuarios "han distinguido muy bien la diferencia con otras plataformas, ya que BlaBlaCar se dedica a cubrir largas distancias", puesto que al final se trata de un uso puntual que no supone un negocio para el conductor, en teoría al menos.
Entender el concepto y seguir creciendo
Como lo que suele ocurrir en este tipo de servicios, primero hay que conocerlos para querer usarlos, y entender las ventajas que ofrece. En España, y en Europa, ya tenemos una cierta experiencia a la hora de entenderlos, los usemos o no, pero para México supone, de momento, su principal reto. En un país en la que las infraestructuras de transporte se limitan a la carretera, con sistemas ferroviarios casi inexistentes y distancias inmensas, la posibilidad de compartir coche para hacer un simple viaje a la playa suponen una oportunidad muy buena, y no solo para los jóvenes.
Curiosamente, se ha visto un fenómeno bastante llamativo en lo que respecta a los usuarios de la plataforma de car sharing en México. Obviamente, la mayor parte de los usuarios son del país, pero se ha producido un efecto contagio con los ciudadanos del resto de los países de Latinoamérica. Con datos de los usuarios registrados, Alberto nos confirma que:
"Hay gente turista que va a México y aprovecha la oportunidad de BlaBlaCar, principalmente muchos de los que han tenido la oportunidad de usarlo en Europa, y que ahora quieren probar aquí."
Al final, México se ha convertido en la puerta de entrada para experimentar con el mercado en Latinoamérica y estudiar las posibles diferencias que haya que aplicar para luego poder expandirse a Chile, Colombia, Perú o Argentina, entre otros, que posiblemente serán los protagonistas de la expansión que presumiblemente BlaBlaCar prepara para 2016.
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