Noticia Tu ritmo cardíaco, tu contraseña: los wearables se nos fueron de las manos

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La Nymi Band es una pulsera capaz de detectar y definir un perfil biométrico a partir de nuestro ritmo cardíaco y usarlo así como si una clave se tratase. ¿De verdad era necesario inventar un nuevo sistema de seguridad así?


Detectores de iris, huellas dactilares o reconocedores de voz... el mundo de la biométrica, la aplicación tecnológica que trata de cubrir la seguridad gracias a las variables propias de la vida, crece constantemente. Y ahora nos hemos topado con la Nymi Band, una pulsera capaz de usar la señal eléctrica de nuestro corazón como contraseña inequívoca. ¿Es esto una interesante aplicación o se nos está yendo de las manos? La moda por la biométrica está dando muchísimos y jugosos frutos. ¿Pero todos merecen la pena? Y, ¿hasta donde podemos llegar en su desarrollo? La Universidad de Halifax tiene claro que su invento es un éxito. Vamos a verlo.

Así funciona la Nymi Band


Básicamente, la Nymi Band es una pulsera que al cerrarse se activa cerrando el circuito y recoge varios parámetros. El más importante, por supuesto, es el electrocardiograma, la señal eléctrica emitida por nuestro corazón. De esta manera, se forma un perfil de del ECG único e inimitable de manera que nos permite tener un sistema biométrico inconfundible de identificación. Este perfil es denominado HeartID (lo cual no es especialmente original) y es codificado en el núcleo de la Nymi Band para que no se pueda "hackear". Así podemos llevar la pulsera con nosotros siempre y usarla para hacer pagos bancarios, abrir puertas o incluso, por que no, arrancar nuestro coche. Las posibilidades son muchísimas y se ligan a un perfil completamente personalizado.


Por otro lado, la Nymi Band posee un giroscopio y varios leds para transmitir distintos mensajes, como es la falta de autonomía etc. La autonomía de la pulsera es de unos 5 días, lo que parece bastante poco, pero la tecnología que reconoce el ECG parece funcionar muy eficientemente, siendo el núcleo central de la Nymi Band y una posibilidad biométrica muy interesante. Lo que nos lleva al siguiente punto. Aunque esto brinda la oportunidad de desarrollar nuevas aplicaciones tecnológicas al reconocimiento del ECG, ¿hasta qué punto hace falta una tecnología así en el mundo de la seguridad?

La moda de la biométrica


Como decíamos antes, tenemos detectores de retina, lectores de huellas dactilares y procesadores de voz. Además, contamos con las clásicas claves y sistemas de codificación bastante potentes. No existe ningún sistema 100% seguro, eso es cierto. ¿Pero acaso eso justifica la necesidad de desarrollar un nuevo método biométrico? Particularmente, creo que toda innovación es interesante. Pero eso no implica que la Nymi Band sea realmente un objeto con aplicación verdaderamente útil. Actualmente, aunque los sistemas biométricos más empleados, como la huella digital, son falibles, alcanzan una cota relativamente alta de seguridad. Por otro lado, las contraseñas tradicionales, el número pin y demás nos proporciona una serie de El sistema de la Nymi Band no aporta ninguna novedad más allá de la ECGventajas con respecto a la dependencia única de un perfil biométrico.

Entonces, ¿quiere decir que no hacía falta desarrollar algo como la Nymi Band? Ni mucho menos. Lo que quiere decir es que este sistema no aporta realmente nada nuevo a lo ya existente. Es un parámetro más, biométrico y por tanto bastante seguro, pero que no aporta ninguna novedad. Podría emplearse este de la misma manera que cualquier otro de los existentes. Su empleo, por las características que presenta el perfil de la ECG, parece más orientado a lugares de alta seguridad que para su uso cotidiano. En este aspecto, tecnología como la de la huella digital está mucho más avanzada y ajustada al día a día. ¿Llegaremos a ver la Nymi Band o un aplicación de su tecnología en el ambiente cotidiano? Probablemente algún dispositivo decida usar este sistema biométrico, más por la moda que por su verdadera utilidad. Y probablemente comencemos a ver otros sistemas igual de llamativos pero no más útiles. ¿Se está poniendo demasiado de moda esto de la biométrica? Probablemente. No obstante, no seamos agoreros. Al fin y al cabo, nada sirve para todo, pero todo sirve para algo.

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