
Si alguna vez te has preguntado si puedes transformar tus altavoces Echo en un sistema para hablar entre habitaciones o incluso comunicarte a distancia, la respuesta corta es que tienes margen de maniobra. Alexa puede reproducir audio, responder y gestionar rutinas, y con el equipo adecuado puedes acercarte mucho a ese comportamiento de intercomunicador local y remoto que estás buscando.
En este artículo te cuento dos enfoques que se complementan: por un lado, el uso de altavoces Echo (o un Echo Input conectado a tu propio equipo de sonido) para comportarse como un “walkie-talkie” doméstico; por otro, un proyecto práctico para reconvertir un viejo sistema de portero/interfono de los 90 en una base para Echo Dot reaprovechando su cableado y alimentación. Además, integramos Broadlink RM Mini para controlar equipos por infrarrojos y radiofrecuencia desde Alexa, y te doy detalles de instalación, audio y conexiones para que lo dejes fino.
Qué implica convertir Alexa en un intercomunicador
Cuando hablamos de “intercomunicador”, solemos pensar en enviar y recibir audio entre puntos de la casa con la menor latencia posible y con manos libres. Los altavoces Echo ya están preparados para captar voz gracias a sus micrófonos, y los modelos como Echo Input se integran con sistemas de audio existentes para darles inteligencia y escucha permanente.
Echo Input, por ejemplo, es un pequeño disco con dos conexiones físicas (alimentación micro USB y salida auxiliar) y dos botones: uno para silenciar el micro y otro para activarlo sin decir la palabra de activación. Incluye cuatro micrófonos que oyen desde cualquier punto de la habitación y un LED que se ilumina cuando el dispositivo te ha entendido, lo que te da una confirmación visual rápida.
La instalación es extremadamente sencilla: enchufas a la corriente y lo conectas a tu altavoz por Bluetooth o cable auxiliar. La configuración se hace desde la app Alexa en tu móvil o tablet y, una vez unido a tu Wi‑Fi, puedes pedir noticias, el tiempo, traducciones, operaciones sencillas, temporizadores, alarmas, listas, leer libros de Kindle o reproducir música desde Amazon Music, Spotify Premium o Deezer, así como enviar audio por Bluetooth desde el móvil.
En varias pruebas de uso prolongado, la conexión por cable auxiliar ha resultado más sólida. Con Bluetooth se nota un pequeño retardo de procesamiento (un par de segundos), suficiente para que en usos de intercomunicador percibas la diferencia; con cable, la sensación es más inmediata y estable. Un consejo útil es mantener al menos 15 centímetros de separación entre Echo Input y el altavoz para minimizar interferencias.

Un detalle vital si lo quieres como “intercom” es que el dispositivo esté siempre listo. Debe funcionar enchufado y conviene desactivar cualquier modo de ahorro o standby del equipo de sonido asociado, para que no se duerma cuando quieras hablar. Si tu cadena no tiene entrada auxiliar sino óptica o RCA, necesitarás el adaptador correspondiente.
Solución DIY: reciclar tu viejo sistema de intercomunicador con un Echo Dot
Si tienes en casa esas estaciones de pared de intercomunicación de cuando la radio AM/FM era lo más, puedes darles una segunda vida y convertirlas en “bases Echo” modernas. La idea es retirar el altavoz original de cada estación y montar un Echo Dot en su lugar, usando el cableado de pared para llevar alimentación al nuevo dispositivo.
Ten presente una implicación importante: al hacer esta modificación, dejas fuera de juego el antiguo sistema de intercomunicación y sus funciones originales. En otras palabras, las estaciones remotas quedan deshabilitadas como intercom tradicional; pasan a ser puntos de energía y ubicación para los Echo Dot. Si tus paneles son de la familia Nortek/M&S N65RS, te sonará el formato (consulta un ejemplo comercial en https://www.centralvacuumstores.com//ms-n65rs-5in-indoor-room-station-white).
Para la alimentación centralizada, una solución robusta es utilizar una fuente Meanwell de 24 V DC; por ejemplo, el modelo LPV‑35‑24 cabe en la caja de control principal del sistema y la puedes conectar a la misma línea de 120 V CA que alimentaba el intercom. El consumo de un Echo Dot ronda los 6 W, así que una fuente con margen puede dar servicio a varios Dot sin despeinarse.
Como el Echo Dot necesita 5 V por USB, hay que intercalar un convertidor DC‑DC de 24 V a 5 V. Una opción popular es el Drok buck 4–40 V DC a 5 V 2 A USB (en Amazon: http://a.co/0b4ELsp). Este módulo permite “cortar la traza” para que entregue energía de manera constante, algo crucial si quieres que el Dot esté siempre alimentado. Si quieres embellecer la instalación, existe un diseño de carcasa imprimible en 3D para este convertidor en https://www.thingiverse.com/thing:1077459.
Hablando de 3D, también puedes imprimir un soporte a medida para alojar el Echo Dot en el hueco del panel de pared. Hay un diseño publicado específicamente para este propósito en https://www.thingiverse.com/thing:1947029 que encaja con el formato habitual de estas estaciones.
El cableado no es complejo, pero hay que hacerlo con orden. En el panel remoto, desconecta los cuatro cables que venían del sistema. En el panel central, localiza y suelta los dos conductores que llevaban la señal del altavoz (en el caso documentado eran blanco y verde). Ahora, con conectores apropiados, une ese par de cables a la salida +/− de la fuente Meanwell (rojo a +, negro a −).
En cada estación remota, conecta los dos hilos que llegan desde el bus (los que has reconvertido para alimentación) a los bornes del Drok, respetando polaridad. El propio Drok suele mostrar el voltaje de entrada en su pequeña pantalla: si ves unos 24 V, vas bien. Luego, conecta el cable USB de salida al Echo Dot y comprueba que enciende sin problemas.
Con todo verificado, fija el soporte del Dot, ordena el convertidor con su carcasa (si la has impreso) y cierra el panel. Este “injerto” convierte esos nichos de pared en estaciones Echo siempre disponibles, perfectas para hablar de habitación a habitación, reproducir música o ejecutar rutinas por voz. Si quieres ver inspiración del proceso, hay una galería fotográfica en .
Echo como “walkie‑talkie” casero: ideas y límites prácticos
Una de las preguntas más frecuentes es si Alexa puede “escuchar” y retransmitir audio en vivo como un walkie‑talkie. A nivel de uso doméstico, la clave está en colocar dispositivos Echo en las estancias donde quieras comunicarte y aprovechar que están siempre activos y con micrófonos de campo lejano.
Si además integras Echo Input con tu propio equipo de sonido, ganas presencia y volumen cuando quieras hablar o lanzar avisos. Para reducir retardos percibidos, prioriza conexiones por cable frente a Bluetooth en los equipos de audio de cada estancia, y evita modos de ahorro que apaguen o duerman el sistema de altavoces.
Los altavoces Echo pueden hacer multiroom para música, sincronizando reproducción. Cuando lo que te preocupa es la inmediatez de la voz en diferentes habitaciones, busca estabilidad en red Wi‑Fi, buena cobertura y colocación física: separar ligeramente el Echo del altavoz ayuda a que los micrófonos oigan mejor y a que la activación por voz sea fiable incluso con ruido ambiente.
Como recordatorio, la gracia de estos dispositivos es que siempre “están ahí”: alta disponibilidad, respuesta a comandos, confirmación LED cuando oyen, y la posibilidad de integrarlos con otros servicios del hogar conectado. Todo suma para que funcionen como un intercom moderno y cómodo en el día a día.
Controla el entorno: Broadlink RM Mini para infrarrojos y radiofrecuencia
Un complemento muy útil alrededor de tu “intercom Alexa” es poder encender, apagar o ajustar aparatos que siguen dependientes de mandos a distancia tradicionales. El Broadlink RM Mini 4 convierte tu móvil en un mando universal y además expone esos equipos a asistentes como Alexa o Google Home.
El proceso empieza descargando la app de Broadlink en iOS o Android. Crea una cuenta (puedes vincular Apple ID o Gmail), elige país y ubicación y pulsa “Añadir dispositivo”. Asegúrate de que el RM Mini y el teléfono están en la misma Wi‑Fi de 2,4 GHz; no funciona con redes de 5 GHz.
Cuando la app detecte el RM Mini, guarda el dispositivo y añade un aparato a controlar: televisor, aire acondicionado, robot aspirador, ventilador… Escribe la marca y prueba los códigos que te sugerirá la app hasta dar con el que funcione. En la interfaz verás opciones tipo “test option 1”; marca si “funciona bien” o “no funciona” tras cada prueba.
Una vez dado de alta tu equipo, toca “usar dispositivo ahora” y ya podrás controlarlo desde el móvil. Para llevarlo a Alexa, abre la app, entra en “Más” > “Skills y juegos”, busca “Broadlink”, activa la skill, acepta las condiciones y vincula tu cuenta. Luego pulsa “Detectar dispositivos” para que Alexa importe todo lo configurado en Broadlink.
Desde la propia app de Alexa puedes crear instrucciones de voz a tu gusto: por ejemplo, “Alexa, enciende el aire acondicionado”. Si prefieres Google Home, el flujo es similar y las rutinas se configuran en la pestaña “Automático”. Recuerda que el RM Mini 3 solo trabaja con infrarrojos, mientras que el RM Mini 4 añade compatibilidad con radiofrecuencia, lo que amplía mucho el abanico de aparatos.
Detalles de audio, conexiones y fiabilidad en el día a día
El éxito de un sistema de “intercom Alexa” descansa en que sea cómodo y suene claro. Cuando uses Echo Input con altavoces de terceros, prioriza la entrada auxiliar por cable para evitar retardos y tirones. En enlaces Bluetooth, la experiencia es correcta, pero hay un ligero retraso en la respuesta que se nota al hablar entre habitaciones.
En cuanto a conexiones, revisa bien qué acepta tu equipo: si solo tiene óptica o RCA, necesitarás un DAC o el adaptador adecuado. Amazon recomienda que el conjunto esté siempre alimentado, sin depender de baterías internas, para garantizar disponibilidad. Desactiva cualquier función de apagado automático del amplificador o altavoz si quieres evitar silencios indeseados.
Respecto a la captación de voz, la matriz de cuatro micrófonos de Echo Input escucha incluso con cierto ruido ambiental. Señales visuales como el LED de estado te confirman de un vistazo que la orden se ha entendido, y puedes silenciar el micrófono con el botón físico si quieres privacidad temporal sin desenchufar nada.
Si te animas con la reconversión de un sistema antiguo de interfono, extrema las precauciones. Trabajar con 120 V CA y con fuentes de 24 V DC requiere conocimientos y seguridad; corta la corriente antes de manipular, usa regletas y conectores adecuados, y verifica polaridades con multímetro. La pantalla del Drok te facilita ver si estás recibiendo ~24 V en la entrada.
Por cierto, si te pica la curiosidad por más usos alrededor de Alexa, hay historias curiosas y utilidades prácticas que muestran lo versátil que puede ser. Desde hoteles que permiten pedir “Alexa, súbeme toallas” a funciones para encontrar tu móvil en casa, el ecosistema sigue creciendo y encaja muy bien con un planteamiento de intercom y control doméstico.
Recursos, enlaces y piezas mencionadas

Para ayudarte a localizar todo lo citado, aquí tienes los enlaces clave del proyecto de reconversión y de los accesorios: revísalos antes de comprar o imprimir piezas para asegurarte de que encajan con tu instalación.
- Galería del proceso:
- Estaciones remotas Nortek/M&S N65RS: Ficha de producto
- Soporte 3D para Echo Dot: Diseño en Thingiverse
- Fuente Meanwell 24 V DC (LPV‑35‑24): referencia para alimentación centralizada
- Convertidor Drok 4–40 V a 5 V 2 A USB: Ficha en Amazon (con opción de cortar traza para energía permanente)
- Carcasa 3D para el Drok: Diseño en Thingiverse
- App Broadlink para iOS/Android y skill “Broadlink” en Alexa (búsqueda desde “Skills y juegos” en la app)
A la hora de planificar tu red, conviene recordar que Broadlink RM Mini exige Wi‑Fi de 2,4 GHz tanto para el propio aparato como para el teléfono en el alta inicial, y que la detección de dispositivos desde Alexa se lanza tras vincular la skill. Si usas Google Home, las rutinas se gestionan desde la pestaña “Automático”.
En el apartado acústico, la experiencia muestra que uniones por cable ofrecen la respuesta más natural para voz, con menos lag y menos sorpresas. Si usas Bluetooth por conveniencia, ten presente que ese retardo “de un par de segundos” puede resultar perceptible cuando haces de intercom, aunque para música o avisos no sea dramático.
Para terminar, si tu objetivo es que Alexa “escuche y transmita” de forma cotidiana en tu hogar, dispones de un abanico interesante: desde desplegar varios Echo en habitaciones clave y conectar Echo Input a tus altavoces favoritos, hasta reaprovechar un entramado de paneles de pared que tenías en desuso, pasando por domotizar mandos IR/RF con Broadlink para que todo lo que te rodea responda a la voz.
Con todo lo anterior sobre la mesa, queda claro que hay camino para que tus Echo funcionen como un intercomunizador doméstico útil, flexible y bien integrado con el resto de tu casa. Entre la solución “plug & play” de Echo/Echo Input, el mod con Echo Dot en paneles antiguos y el apoyo de Broadlink para dominar equipos por IR/RF, puedes diseñar una experiencia muy completa que combine comunicación local, control remoto y un audio estable, evitando latencias gracias a conexiones por cable y una alimentación siempre disponible.
Continúar leyendo...