Noticia Ve comprando mandos nuevos: Bethesda ha desatado el juego más salvaje de la década. Análisis de Doom The Dark Ages

Ve comprando mandos nuevos: Bethesda ha desatado el juego más salvaje de la década. Análisis de Doom The Dark Ages


Caos, barbarie y pura destrucción. Que tiemblen el resto de juegos de acción que hayan salido o tengan pensado lanzarse en 2025 porque el Slayer de DOOM: The Dark Ages no tendrá ninguna piedad con ellos. Jugar con él, o más bien destruir a tus adversarios desde su perspectiva, es una gloriosa barbaridad. La masacre que tú mismo desatas te envuelve y la intensidad de cada batalla que te dejará genuinamente agotado tras completar cada. El padre de los FPS ha regresado, viene a por su corona y no dejará prisioneros -ni demonios- con cabeza. Lo sé porque


DOOM: The Dark Ages es un videojuego glorioso que no solo entiende qué se espera de sus propias siglas, sino también cómo reinventarse para ser más brutal. Es más, olvídate de los combates acrobáticos de DOOM Eternal o de esa ambientación de ciencia ficción del DOOM de 2016: las primeras víctimas de una id Software con las ideas muy claras son la jugabilidad y la ambientación, y el cambio le sienta de escándalo al slayer y le pasará factura a tus mandos. Y da igual que juegues desde consola o usando ratón y teclado: vas a flipar con la acción que hay en pantalla y la nueva ambientación, pero donde de verdad te va a conquistar es en su jugabilidad.


De modo que si Bethesda y Xbox Game Studios llegaron a la misma esencia de la aventura con Indiana Jones y el Gran Círculo, lo que el mismo tándem nos propone DOOM: The Dark Ages es llegar a las raíces de la acción en primera persona. A la barbarie en su estado más bruto. Desde ahí, remodelar lo que sabíamos de la franquicia, especialmente en lo que tiene que ver con su trasfondo, y elevar drásticamente sus pretensiones. Y soy plenamente consciente de que eso puede intimidarte pero, como verás, el modo en el que lo han logrado desde id Software es para quitarse el sombrero.


Porque uno de los mayores triunfos de DOOM: The Dark Ages es cómo eleva el listón, se adapta a los recién llegados y a quienes no tienen tantos reflejos con los botones y logra saciar a los veteranos y los más curtidos sin renunciar a esa dificultad inherente de la saga. Sin ser condescendiente con los primeros ni ceder ante las pretensiones que quienes buscan un gran reto. Un desafío que les haga sudar tinta china. Y eso redondea lo que ya es uno de los incuestionables mejores juegos del año y un nuevo techo para la saga. Uno que, como verás, también ha tenido que hacer concesiones.

¡Pero qué rebién le sienta la Fantasía Oscura a DOOM!​


Lo primero es lo primero: DOOM: The Dark Ages es un juego de fantasía oscura y ciencia ficción. Hay elementos que se combinan entre sí, pero las inspiraciones visuales en películas o juegos como la trilogía de El Señor de los Anillos o la obra de FromSoftware están ahí. Y ojo, que no se han implementado de manera forzada, sino genuina y natural: esto no es un cambio superficial, sino una declaración de intenciones porque así se logran dos objetivos: un sistema de ataque y movilidad más agresivo y una dinámica con los enemigos y escenarios propia. De hecho, muy bien planteada.


Dentro de la propia saga DOOM: The Dark Ages sirve a modo de precuela frente a los dos últimos títulos y completa el lore en torno al Slayer como jamás habíamos visto hasta ahora: pese a que podemos ver piezas de la historia a través de coleccionables, en id Software han apostado por unas épicas escenas cinemáticas para desarrollar la trama y lo han diseñado todo para que nuestro protagonista se imite a gruñir la mayor parte del tiempo.


Sobre todo, porque de todas las bestias y demonios que veremos en el juego, siempre queda patente y claro que nosotros somos los más peligrosos. Lo vemos al desmembrar a nuestros enemigos y lo escuchamos en la voz temblorosa de quienes debemos proteger al pasar por su lado.


El Slayer de DOOM: The Dark Ages es el mismo de los otros dos juegos, pero en lugar de intentar encontrar respuestas en los primeros tramos del juego se limita a cumplir su propósito: arrasar demonios como si fuese un arma viviente. La más peligrosa que hay. Su estilo, no obstante, muy es diferente ya que se descartan las acrobacias o el clásico correteo a través de niveles laberínticos en favor de una muy marcada sensación de nuestro protagonista es un tanque.


En DOOM: The Dark Ages somos un guerrero pesado, un berserk siguiendo la jerga de las obras de fantasía, que dispara, golpea y embiste todo lo que está a su paso; ganando en el proceso dinámicas de bloqueo y contraataque rompedoras que cambian nuestra percepción de los combates. Un cambio para bien: las armas y el gunplay son rotundas y contundentes y el sistema de mejoras, sencillo pero muy efectivo, hace que siempre definamos el estilo de juego que ambicionamos centrado en el uso de armas de fuego, armas blancas y un escudo de sierra. ¿Funcionan los golpes cuerpo a cuerpo en un shooter en primera persona? Ya te digo yo que sí.

DOOM: The Dark Ages es caos, barbarie y pura destrucción​


El otro eje de DOOM: The Dark Ages de cara a este cambio de rumbo frente a las entregas anteriores, además de la jugabilidad y la narrativa, pasa por el diseño de los niveles. Hay saltos y los necesitarás si quieres exprimir cada nivel y encontrar todos sus secretos, pero el Slayer ya no es un saltimbanqui: no sube por escaleras sino que se aferra a las paredes y escala como una bestia y si quieres atravesar un largo trecho o subir de un bote lanzas el escudo y aprovechas el impulso. Y eso, lógicamente, se aplica a las embestidas contra los enemigos.


Dicho esto, las dinámicas de los demonios a punto de convertirse en puré son sensacionales: id Software encuentra el término intermedio entre la técnica y el desenfreno a través de un sistema de bloqueos y atronador, golpes demoledores y un nuevo repertorio de armas que demuestra lo chalados que están en Texas a la hora de inventar armas maquiavélicas con las que triturar, embestir, empalar o reducir a sangre puré de vísceras a nuestros enemigos.

DOOM


De hecho, el rol del Slayer como el máximo depredador en esta pesadilla infernal es omnipresente durante la campaña y se manifiesta tanto en el ritmo como si caemos desde una altura considerable y vemos que, del impacto generado, los enemigos de menor grado explotan o salen aterrados. Y ojo, que la banda sonora del juego, compuesta por Finishing Move, intensifica brutalmente esas sensaciones: no solo es muy potente, sino que cuando de ciegas por la agresividad del combate o el dramatismo de los acontecimientos añade más y mejores texturas a un juego que ya de por sí es demoledor.


Pero es que, en el proceso, Bethesda ha dado un paso de valiente: se ha sacrificado cualquier modo multijugador para darle todavía más alas a la acción introduciendo combates con enormes titanes capaces de tumbar torres a su paso o la capacidad de volar en un dragón charruscando a enemigos. Elevando drásticamente el grado de destrucción de las partidas.


Con eso claro, toca celebrar uno de los máximos hitos de esta entrega: DOOM: The Dark Ages es barbarie, pero también el juego que mejor se ha adaptado a todos los perfiles de jugador de id Software. Y no solo por las opciones de accesibilidad, que también, o las configuraciones de juego; sino porque en cualquier momento podemos ajustar la dificultad y cambiar valores como el tiempo necesario para bloquear o contraatacar con el escudo o recibir una ayuda con el apuntado. Lo cual no está reñido con ofrecer un grado de desafío que, ya te digo, no tiene piedad con el jugador.


Como resultado de todo lo anterior tenemos un DOOM: The Dark Ages que es más violento, que favorece esa agresividad de las dos entregas anteriores promoviendo que en lugar de achantarnos ante la adversidad o preocuparnos por la poca salud, restauremos nuestra vida, munición y recursos abrazando la barbarie sin complejos para convertir a los enemigos en piñatas. Y lo que es mejor: logra que ese giro hacia la Fantasía Oscura encaje tan bien como si siempre hubiese sido parte de la franquicia. Pero, como dijimos, en el proceso se ha tenido que renunciar a un elemento muy vinculado a la saga: el multijugador.

iD Software lo apuesta todo a la campaña, y eso le ha sentado de maravilla a DOOM: The Dark Ages​


Si empiezas una nueva partida de DOOM: The Dark Ages tus opciones, además de ver los extras, son partida nueva y continuar partida. Nada más. Algo parecido ocurrió con el anterior, que conste, ya que Battlemode se añadió meses después. En esta ocasión Bethesda ha descartado desde el principio el multijugador. ¿Se echa de menos? Si te digo la verdad, id Software lo intentó con propuestas tradicionales en el DOOM de 2016, intentó crear algo diferente y a medida en DOOM Ethernal y actualizó los modos de siempre con la nueva venida de los clásicos.


De modo que en la era actual de la saga DOOM no se busca ofrecer una experiencia competitiva, sino reivindicar la esencia de la franquicia y, desde ahí, establecer una diferencia real con cualquier otro FPS. Aprovechando la oportunidad de hacer con ese tiempo y recursos aquello que otros tienen que repartir entre diferentes experiencias de juego. Y pese a que es imposible que llueva a gusto de todos, si me preguntas te diré que iD Software lo apuesta todo a la campaña, e hizo bien.

DOOM


En cierto modo, DOOM: The Dark Ages se siente como un golpe en la cara a todas esas franquicias y sagas que se han adaptado al panorama de los juegos como servicio. Tanto a las que han sacrificado una parte de ellas para amoldarse al multijugador como a aquellas que apenas retienen el logo y los personajes y confían que eso sea suficiente para encontrar su sitio en un terreno muy competitivo.


Pero es que, como ya comenté, los otros dos juegos de esta nueva edad de DOOM ofrecían algo así y no terminaron de cuajar. La otra realidad es que su campaña te dejará más que saciado: te volará la cabeza. Cada nivel completado es retorcido y le da un protagonismo absoluto a los combates, pero al margen para la exploración en busca de secretos y coleccionables que ya conocíamos se le ha dado cancha también a la variedad. A la ambición de ofrecer una trama épica como jamás se había contado desde que existe la saga. A la determinación por redefinir al Slayer y elevar su bien merecido estatus como máximo icono de los videojuegos.

Precio de DOOM: The Dark Ages​


DOOM: The Dark Ages está disponible desde el 15 de mayo por 79,99 euros en Xbox Series X / S, PS5 y PC, estando disponible de lanzamiento y sin coste adicional en el servicio Game Pass, dónde además es posible jugar desde la nube de Xbox en navegadores, móviles o directamente desde la tele. Con todo, una masacre así merece verse en una gran pantalla y en todo su esplendor. Por otro lado, el juego nos ha dado error al intentar jugarlo en Steam Deck.


Si no quieres esperar al lanzamiento te interesará saber que hay una edición digital Premium de DOOM: The Dark Ages que da 2 días de acceso anticipado (el 13 de mayo será jugable) valorada en 109,99 euros y que incluye, además, un DLC de campaña, un cuaderno de imágenes digital y banda sonora y un pack de aspectos para el Slayer, el Dragón y el Titán. De hecho, puedes actualizar tu copia estándar o la versión del Game Pass por 34,99 euros.

DOOM Coleccionista


Finalmente, DOOM: The Dark Ages cuenta con una edición coleccionista que incluye una estatua de DOOM Slayer de 12" con sierra de escudo y superescopeta desmontables y capa de piel sintética, todos los extras de la edición Premium y un detalle muy interesante: pese a incluir un steelbook el juego viene vía código en una réplica de las icónicas tarjetas llave.

Duración de DOOM: The Dark Ages​


Voy a ser claro: la duración de DOOM: The Dark Ages va atada a tu habilidad con los mandos y el desafío que desees tener por delante. En mi caso aposté por la dificultad Pesadilla y, no sin esfuerzo y algún ajuste en los controles para ponerlos a mi gusto, completar los 22 capítulos me llevó más de 20 horas. Si rebajas la dificultad y te saltas los coleccionables y secretos (los encontrarás fácil repasando el mapa 3D) calculo que podrás lograrlo en menos de 15 horas.


Dicho esto, y tras probar las dificultades más accesibles me dí cuenta de que, pese a que este juego te da montones de opciones para ir a lo fácil, la esencia y el verdadero gran logro de id Software es cómo gratifica y le da en el gusto a quienes preferimos ir a lo loco.


Imprescindible

DOOM: The Dark Ages

DOOM: The Dark Ages​

PlataformasPC (versión analizada), PS5 y Xbox Series X/S
MultijugadorNo
Desarrolladorid Software
CompañíaBethesda / Xbox Game Studios
Lanzamiento15 de mayo de 2025

Lo mejor​

  • Acción salvaje con carácter propio: el jugador siente constantemente el poderío y la furia del Slayer
  • Una campaña ambiciosa y épica con una narrativa como jamás se había visto een la saga
  • Armas atronadoras para enemigos que no te darán tregua
  • El modo en el que se ofrecen opciones para graduar la dificultad y la jugabilidad en nuestro favor es paraquitarse el sombrero
  • La Banda Sonora de Finishin Move redondea la brutalidad sin límites de su campaña

Lo peor​

  • Es tan bruto que vas a destrozar tus mandos. ¡El que avisa no es traidor!


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La noticia Ve comprando mandos nuevos: Bethesda ha desatado el juego más salvaje de la década. Análisis de Doom The Dark Ages fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .

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