Noticia Wuchang: Fallen Feathers no se resigna a pelear por ser simplemente el soulslike del año. Por eso aspira a algo más

Wuchang: Fallen Feathers no se resigna a pelear por ser simplemente el soulslike del año. Por eso aspira a algo más


Directo al grano: me ha encantado Wuchang: Fallen Feathers. Obsesiona hasta atraparte, que es lo que al final distingue un soulslike realmente bueno del resto, pero lo que me ha conquistado, aquello por lo que lo recordaré, es por su manera de integrar el wuxia en la fórmula prácticamente estandarizada de FromSoftware. Porque visto desde fuera podría parecer otro sucedáneo más de Dark Souls ambientado en una sombría visión de la tardía Dinastía Ming, pero sus creadores han sabido insuflar esa fantasía china de los héroes de las artes marciales. O, en el caso de nuestra protagonista, de antihéroes.


Llegados a este punto quizás la pregunta se hace un poquito sola: ¿qué es el wuxia y cómo es posible integrarlo en un soulslike? Igual que juegos como Nioh se inspira en el Chambara, que viene a ser el cine de samuráis, o Dark Souls bebe con descaro de nuestra fantasía medieval, el wuxia es un género cuya traducción viene a significar de "caballeros de las artes marciales" y que se manifiesta en películas como Tigre y Dragón, El reino prohibido y, en cierto modo, hasta Kung Fu Panda. Y eso, en Wuchang: Fallen Feathers, implica un ritmo, emoción y hasta la búsqueda de la elegancia letal en los combates... incluso cuando todo está empapando ambos en tintes sombríos y nos enfrentamos a enemigos grotescos.


Dicho así quizás suena pretencioso, pero lo realmente interesante es que es algo que queda cada vez más reforzado, mejor planteado, mientras más ahondas en Wuchang: Fallen Feathers. De modo que, de manera escalonada, se parte desde los clichés y denominadores comunes de los RPGs de acción para llevarnos, poquito a poco, a su propio terreno. Combatiendo la tendencia de pelear por ser el mejor exponente del género soulslike de cada año para apuntar hacia algo mayor. Lo cual, como verás, no está reñido con la violencia explícita con extra de ketchup en pantalla o las batallas contra esos jefazos diseñados para ponerte los pies en la tierra por mucho que mejores tu personaje... ¡y te salgan alas!

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El día que la fórmula de soulslike cristalizó con la magia del wuxia​


Una epidemia ha comenzado a esparcirse por la tierra de Shu a finales de la tumultuosa dinastía Ming, y los síntomas son fáciles de reconocer: conocidos como los emplumados, aquellos que cargan con esta maldición empiezan a mutar en crueles monstruos y criaturas de pesadilla. Y pese a que Wuchang, nuestra protagonista, ha perdido su memoria tras reaparecer con amnesia casi a las puertas de un santuario, averigua desde temprano -por las plumas que comienzan a manifestarse en su cuerpo- que es víctima de la plaga. Y eso, dado su contexto, quizás le ayude a erradicar el mal.


El modo en el que Leenzee Games se apega a las fórmulas soulslike siempre juega en favor de Wuchang: Fallen Feathers. Su manera de plantear el misterio de la propia trama repartiendo pistas por los escenarios y los diálogos hasta que las revelaciones te comienzan a ampliar su lore a partir de su quinto capítulo ni solapan ni restan protagonismo a una cuidadísima ambientación y unos combates sensacionales que son los auténticos protagonistas del juego y la experiencia en su conjunto. ¿El ingrediente secreto? Los estilos de combate tienen un sensacional estilo wuxia, entremezclando sus diferentes estilos de combate con armas chinas con el poder de las Plumas de la propia Wuchang. Un poder que lleva implícita una maldición.


Que no se me malinterprete: Wuchang: Fallen Feathers no solo bebe de FromSoftware y es posible reconocer con cierto descaro elementos que han funcionado de escándalo en juegos recientes como Black Myth: Wukong o Stellar Blade. De hecho, no teme ser explícito a la hora de mostrar violencia y sangre en pantalla: los grandes monstruos de pesadilla no solo son intimidantes, sino también buscan que el jugador reaccione sin soltar el mando. Por suerte, siempre podremos corresponder con la misma visceralidad y el arma que más encaje con nuestro estilo de juego.


De hecho, la máxima manifestación del wuxia en Wuchang: Fallen Feathers nace de los esquives tácticos , aquí llamados destellos, en los que nuestra protagonista aumenta eleva sus habilidades de arma y disciplina al tiempo que eleva la potencia de sus hechizos. De este modo, los destellos pasan a ser la mecánica equivalente a los parris de otros soulslike, pero en el proceso los combates son más acrobáticos y vistosos y le dan alas -nunca mejor dicho- al Poder Celestial de nuestras armas. Y eso, tanto en pantalla como a los controles, cimienta más y mejor las sensaciones al jugar y los lazos con ese tan reconocible estilo de fantasía.


Pero tan pronto como empiezas a jugar, a acostumbrarte a sus vistas y a ver cómo ese universo que, de manera tan acertada, logra ambientarnos en China se comienza a abrir, notas que el mundo de la protagonista se empieza a apagar. No de sopetón, que conste, aunque con fuertes zarandeos. hasta llevarte a una mucho más hostil fantasía oscura, notas que tu propia destreza evoluciona y nutre uno de los elementos clave de la propuesta: el sistema de Demonio Interno.

Un soulslike excepcional en el que siempre conviene estar al filo de locura​


Wuchang: Fallen Feathers le añade un nuevo matiz a la archiconocida dinámica de luchar, mejorar, morir y regresar a la aventura desde el último punto de guardado de manera sistemática: el sistema de Demonio Interno. Lo esencial no cambia y regresaremos al punto en el que doblamos la servilleta en busca de venganza o para recuperar lo que dejamos en el suelo pero, sin llegar a ser un sistema de karma, tanto al matar personas no infectadas como al morir aumentará nuestro nivel de locura, lo cual amplía nuestra capacidad ofensiva como nos hace más vulnerables. ¿Hay una contraindicación? ¡Por supuesto!


Si llevamos la locura de la propia Wuchang al máximo (se puede reducir matando a seres emplumados) la próxima vez que seamos derrotados aparecerá un poderoso demonio en el lugar en el que estaba nuestro cuerpo. Uno que no solo nos atacará a nosotros, sino a todo el que se atreva a acercase a él. Y pese a que lo que en realidad está en juego es nuestros valioso mercurio rojo, el que usamos para ascender de nivel y poder en los puntos de descanso, se crea una dinámica que funciona de maravilla con la trama que se despliega ante nosotros y, a la vez, se le da un significado nuevo a las derrotas y los combates.

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El Demonio Interno está pensado para ser un arma de doble filo para el jugador en los que, de manera dinámica, se complementa de escándalo con el empleo de destellos, de modo que, independientemente del arma que más nos guste, se promueve que seamos poderosos y a la vez ágiles y certeros con las esquivas. Y pese a que será cuestión de tiempo que nos topemos con un demonio, porque toda la acción tiene lugar en mitad de un periodo de guerra y -toca recordar- a Wuchang se le ven las plumas, también se consigue algo tan singular como integrar una dificultad dinámica en la ecuación.


Ya te adelanto que, al menos de lanzamiento, Wuchang: Fallen Feathers incluye montones de ajustes para que te sientas cómodo jugando, pero no hay diferentes niveles de dificultad, de modo que el Demonio Interior es un sistema con un doble propósito muy bien planteado. Con todo, y pese a que hay montones de elementos de personalización visuales y maneras de alterar las estadísticas de nuestra protagonista con armas, equipamiento y complementos, también hay elementos diseñados para simplificar la progresión y las mejoras: el árbol de habilidades es amplio en opciones y a la vez sencillo de expandir. Y eso, a título personal, suma puntos extra.


El modo de abrirnos paso por Wuchang: Fallen Feathers pasa sí o sí por su sistema de refinamiento de mercurio rojo, el cual viene a ser el equivalente a las almas en otros juegos y se obtiene al aniquilar enemigos o se consigue vendiendo o usando objetos. Al canjearlo en los altares en los que reposaremos o gestionaremos nuestro inventario haremos más poderosa a la propia Wuchang, pero a diferencia de otros soulslike no solo se simplifica de manera agradecida la toma de decisiones, aunándolo todo de manera muy bien repartida, sino que podemos recuperar el mercurio rojo y volver a distribuirlo.


Y ojo, que en Wuchang: Fallen Feathers no pierdes todas las almas (el mercurio rojo) si eres eliminado. Podría parecer que así se reduce el grado de desafío o la satisfacción de recuperar lo perdido, pero puedo entender que los creadores prefieren evitar atascos en zonas concretas. Sobre todo, cuando los escenarios se vuelven cada vez más laberínticos. De modo que, al final, uno tiene la sensación de enfrentarse a enemigos desafiantes, pero también tienes la sensación de dominar el juego y hacer cosas espectaculares durante los combates bajo tus propios términos y no tanto los que tocan por el tramo del juego en los que te encuentras.

En esta fantasía oscura la pluma es más poderosa que la espada​


Wuchang: Fallen Feathers es un wuxia en clave de soulslike desafiante, que te aprieta a veces demasiado pero rara vez te ahoga. Y pese a que tiene muy presentes a aquellos que jamás han tocado un RPG de acción y fantasía oscura, sus creadores saben perfectamente los retos que desean abordar aquellos que vienen directamente desde otros juegos que siguen la estela de FromSoftware de manera más próxima o alejada. Ya sea ofreciéndote mapeados retorcidos que te envuelven y en los que hay colocados trampas a maldad, como a través de emboscadas repartidas para que sientas que, pese al despliegue visual, esto no es un paseo.


En Wuchang: Fallen Feathers el ritmo de los combates es algo que gana cada vez más peso y sus creadores te toman en pulso sobre tu dominio del mismo con cada jefe. Tienes recursos para salir adelante, como un destello con amplios márgenes para ser ejecutados en comparación con otros juegos de acción y el sistema de Demonio Interior, pero también saben insuflarte que te luzcas con los ataques especiales o poderes celestiales. Y que haya un modo rendimiento sin bloqueo de FPS (he jugado a la versión de PS5) suma puntos extra al conjunto.

Wuchang 2


De hecho, si eres más de bloqueos o prefieres los combos sobra decir que vas tener armas para que, independientemente del enemigo que se te ponga por delante, luches a tu manera y bajo tus términos con las más que razonables excepciones de los combates que hacen avanzar la propia historia. Hay cinco en total, pero, como en todo lo anterior, se promueve que el desarrollo de la partida sea dinámico en vez de afianzar únicamente un elemento y, llegados a los grandes enfrentamientos, que uses todos los recursos, mejoras y mecánicas que has ido dominando por gusto y por tu cuenta.


De hecho, el diseño de los niveles de Wuchang: Fallen Feathers es a veces lineal y otras semiabierto, pero su ambientación logra que solo aquellos que nos hemos acostumbrado a orientarnos sin mapa le encontremos las costuras a un apartado que, como en otros juegos, declina el empleo de un moinimapa en pantalla (pese a que podremos teletransportarnos desde los altares) en favor de un sistema en el que las estructuras de los entornos sirven tanto a modo de referencia y de guía. Una idea que, si me lo permites, funciona mejor en unas zonas que en otras, pero que quizás merecerá la pena pulir en una posible secuela. Porque, ya te adelanto, el juego de Leenzee Games tiene madera de saga.


Wuchang: Fallen Feathers logra de manera acertadísima combinar lo que sabemos que ya nos gustaba de otros soulslike y hace que las comparaciones con éstos jueguen a su favor. Ahora bien, las auténticas pretensiones de Leenzee Games no son que se considere su juego como simplemente el equivalente al Bloodborne o el Black Myth: Wukong del 2025, sino aspira a algo mayor: elevar la emoción y el desafío de los Action RPG insuflando la genuina esencia de la fantasía china del wuxia. Algo que se ha logrado con creces.

Ediciones, precio y disponibilidad de Wuchang: Fallen Feathers​


Wuchang: Fallen Feathers está disponible desde el 24 de julio de 2025 en Xbox X/S, PS5 y PC (Steam, Epic, Win PC) por 49,99 euros, aunque si prefieres el formato físico podrás encontrar copias por un poquito menos. Eso sí, también te interesará saber que el juego de 505 Games y Leenzee Games también se incorpora de lanzamiento al Game Pass de consolas Xbox y PC, lo cual es un regalazo para los suscriptores que, además, sean unos enamorados de los soulslike en busca de desafíos.


Junto con la edición estándar tenemos la edición Digital Deluxe con el propio juego base de Wuchang: Fallen Feathers, valorada en 59,99 euros, y que añade a todos los incentivos de la edición normal 2 Sets de atuendo mejorado, 4 Atuendos y, esto es muy interesante, 5 armas y 2 mejoras de puntos de habilidad. Con lo cual vas a partir con una muy interesante ventaja, aunque deberás pasar el tutorial del juego antes de equiparte con algo de lo anterior.


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La noticia Wuchang: Fallen Feathers no se resigna a pelear por ser simplemente el soulslike del año. Por eso aspira a algo más fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .

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